martes, julio 31, 2007

UNO DE CADA TRES ACCIDENTES DE TRÁFICO PROVOCA LESIONES FACIALES EN LOS CONDUCTORES

Los huesos malares son los menos protegidos con la nueva tecnología utilizada en los coches, según los especialistas de la SECOM

El 40% de los traumatismos faciales que se atienden en las consultas de Cirugía Oral y Maxilofacial corresponde a lesiones derivadas de accidentes de tráfico.

Además un 72% de estos accidentes de tráfico provoca lesiones en la zona de cabeza y cuello, siendo los huesos nasales los más afectados.




Madrid, 31 de julio de 2007.- En uno de cada tres accidentes de tráfico que se producen en estas fechas en las carreteras españolas los conductores implicados sufren lesiones faciales. Así lo atestiguan los especialistas de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM), quienes aseguran que hasta “un 40% de los traumatismos faciales que se atienden actualmente los consultas de Cirugía Oral y Maxilofacial corresponden a lesiones derivadas de accidentes de tráfico”, según afirma el doctor José Luis López-Cedrún, Jefe del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial de Hospital Juan Canalejo de La Coruña.



A pesar de las cifras, los especialistas consideran que desde la implantación del uso obligatorio del casco al circular con una motocicleta y del cinturón de seguridad y la instalación de airbags en los coches la incidencia de traumatismos faciales por esta causa ha descendido notablemente; ya que hasta hace poco los accidentes de tráfico constituían la causa más frecuente de traumatismos faciales. “La causa de la fractura también está cambiando y actualmente las agresiones ya alcanzan el mismo porcentaje que los accidentes de tráfico”, señala el especialista.



Lesiones con el airbag



La utilización del airbag y el cinturón ha disminuido de forma notable la severidad de las de fracturas faciales, reconoce el doctor López Cedrún, aunque advierte que el cinturón de seguridad no previene drásticamente la disminución de las fracturas en la cara, “por lo que hay que seguir trabajando en el diseño de dispositivos que protejan más los huesos de la cara”, señala. Además, el especialista asegura que según los últimos estudios realizados son los huesos malares “son los menos protegidos con esta nueva tecnología”.



Igualmente, los cirujanos de la SECOM señalan que también el airbag puede producir lesiones “si el cinturón de seguridad no está colocado y si el tórax del conductor está demasiado cerca del volante”, advierte López Cedrún. Otros problemas derivados de la acción de los airbags en los conductores, asegura López-Cedrún, son la producción de lesiones menores “tanto de la piel, como dermatitis y quemaduras químicas y térmicas, hasta lesiones traumáticas, como abrasiones, quemaduras por fricción o laceraciones. Además, también pueden provocar lesiones en los ojos y otras áreas sensibles”.



Problema estético y funcional



Las fracturas de los huesos de la cara ocasionan problemas tanto desde el punto de vista estético como funcional. “La fractura del maxilar superior o de la mandíbula ocasiona una alteración entre la relación de los dientes superiores e inferiores que puede acarrear serias complicaciones, como dificultad para la masticación, dolores, o problemas en la articulación temporo-mandibular, si no se realiza una perfecta reducción y estabilización de la fractura”, destaca el doctor López-Cedrún.



Las fracturas de los huesos de la cara pueden ocasionar, además, problemas en la visión, en el olfato, “así como una secuela estética que se hace más evidente por estar en una zona tan expuesta y de relación social como es la cara”, afirma este especialista.



Precisamente, para disminuir las posibles cicatrices y acelerar la recuperación de los pacientes, los cirujanos orales y maxilofaciales han empezado a utilizar recientemente tecnologías como la endoscopia. “En las fracturas del cóndilo de la mandíbula, que clásicamente se trataban bien con bloqueo intermaxilar -boca cerrada durante 3 ó 4 semanas- o con incisiones externas, ahora es posible evitar ambas cosas mediante el empleo del abordaje endoscópico que, a través de una incisión dentro de la boca, permite fijar los fragmentos óseos mediante miniplacas de titanio o con material reabsorbible, tal y como se realiza en las demás fracturas”, concluye el doctor López-Cedrún.

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