sábado, julio 28, 2007

La NASA admite que permitió volar a dos astronautas bebidos

• La agencia denuncia también el sabotaje de un ordenador de un transbordador
Las contrariedades se le acumulan a la NASA en forma de averías, sabotajes, historias de celos y, ahora, problemas con el alcohol. En un informe sobre la salud de los astronautas hecho público ayer, la agencia espacial estadounidense informó de que al menos en dos ocasiones dos cosmonautas borrachos fueron autorizados a volar pese a estar gravemente "intoxicados". La NASA no desveló ni la identidad de los implicados ni su misión, pero fue rotunda al afirmar que la tripulación no corrió peligro.

El informe --un considerable ejercicio de autocrítica redactado a partir de entrevistas con 14 de los 93 astronautas cualificados para volar, cinco familias de pilotos y médicos de la agencia-- afirma que el alcohol está a disposición de los tripulantes en sus estancias privadas. En los dos casos referidos, los compañeros y los médicos expresaron a los jefes de la misión sus preocupaciones sobre el estado etílico de los pilotos, pero incluso así estos últimos no fueron apartados de la misión.

FALTA DE COMUNICACIÓN
La falta de comunicación entre médicos y responsables de los vuelos es otro de los puntos polémicos del informe. Los facultativos se quejan de que sus opiniones no son tenidas en cuenta a la hora de decidir si un astronauta puede volar o no. De hecho, en el documento se afirma que existe un ambiente de miedo en la agencia a la hora de denunciar que un astronauta no está en condiciones de cumplir con la misión.
Las recomendaciones del informe pasan por mejorar la comunicación interna y reforzar la autoridad de los médicos, además de aumentar los exámenes psicológicos de los astronautas. Actualmente, solo se realiza una evaluación periódica de sus condiciones físicas, pero no de su estado psicológico. A principios de año --tras la detención de la astronauta Lisa Nowak--, la NASA anunció que mejoraría los controles de los aspirantes a tripulantes.
Otro consejo es que se refuerce la prohibición de beber alcohol 12 horas antes de emprender cualquier misión y que se redacte un código de conducta de los astronautas que incluya este veto.

INVESTIGACIÓN ABIERTA
El escándalo de los astronautas ebrios coincide con otro extraño caso. La NASA ha denunciado que un ordenador que iba a ser instalado en el transbordador Endeavour --cuyo lanzamiento está previsto para el 7 de agosto-- sufrió un "daño intencionado". "Uno de los subcontratistas notó que parecía forzado", explicó la agencia, que indicó que el sabotaje --que está bajo investigación-- se produjo en las instalaciones del subcontratista y no en el Centro Espacial Kennedy.

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