martes, julio 31, 2007

La obesidad es una "enfermedad contagiosa" por vínculo social, afirma estudio

La obesidad, considerada una epidemia en EE.UU., es una "enfermedad contagiosa" aunque se propaga a través de los vínculos familiares y sociales y no a través de elementos patógenos, reveló hoy un estudio divulgado por la revista "New England Journal of Medicine".

Cuando una persona sube de peso, aumenta de manera considerable la posibilidad de que sus amigos, hermanos y cónyuges también engorden, según los científicos.


Además, cuanto más estrecho sea el contacto social entre dos personas, mayores son las posibilidades de que "contraigan" la tendencia a engordar.


Es decir, si usted tiene un amigo obeso, las posibilidades de que suba enormemente de peso aumentan en un 57 por ciento. Entre los amigos de dos obesos, el efecto es todavía mayor y las posibilidades de aumentar de peso suben en un 171 por ciento.


Entre los hermanos esas posibilidades suben en un 40 por ciento, y entre cónyuges un 37 por ciento, señalan los científicos de la Escuela de Medicina de Harvard y de la Universidad de California.


"Lo que vemos es que la obesidad de una persona puede influir en otras a las cuales esté vinculado, tanto directa como indirectamente", manifestó Nicholas Christakis, profesor del Departamento de Salud Pública de la Escuela de Medicina de Harvard.


En las tres últimas décadas el problema de la obesidad entre los adultos estadounidenses ha aumentado de 15 a 32 por ciento.


Además, cifras de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) indican que un 66 por ciento de los estadounidenses está excedido de peso.


El problema supone una dura carga financiera para los sistemas de salud debido a la estrecha relación que existe entre la obesidad y enfermedades como la diabetes, los problemas cardiovasculares y hasta algunos tipos de cáncer.


La conclusión sobre el peligro contagioso de la obesidad fue extraída de un estudio realizado a 12.067 adultos que durante 32 años se sometieron a evaluaciones médicas, incluyendo los contactos sociales, su índice de masa corporal así como el de familiares, amigos y hasta vecinos.


Los científicos señalan que uno de los mayores efectos de la obesidad entre personas del mismo género es que ésta parece influir no sólo en el comportamiento sino, de manera un poco más sutil, también en el acatamiento de las normas.


"Lo que ocurre es que una persona obesa probablemente altere las normas respecto a lo que es adecuado en cuanto a la masa corporal. Alguna gente piensa que está bien ser gordo si todos los que le rodean son gordos. Ese tipo de sensibilidad se propaga", según Christakis.


James Fowler, científico de la Universidad de California, manifiesta que los efectos sociales son mucho mayores que lo que se creía hasta ahora.


"Siempre hubo un gran esfuerzo por encontrar los genes y los procesos físicos responsables de la obesidad. Nuestro estudio sugiere que realmente se debería asignar más tiempo para estudiar el cuestión social", añadió.


Pero el estudio tiene también otra implicación positiva porque si la obesidad es contagiosa, también lo es la delgadez, según los científicos.


"Cuando ayudamos a que una persona pierda peso, no sólo le estamos ayudando a ella. Estamos ayudando a muchas otras", según Fowler.


"Es necesario que los analistas y los políticos tengan esto en cuenta cuando decidan las medidas que tomarán para que nuestra sociedad sea más saludable", añadió.

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