domingo, julio 29, 2007

El recuerdo de Grace, en el baile de la Cruz Roja

Como todos los años por estas fechas, Mónaco se vistió de gala para acoger el baile de la Cruz Roja, que este año ha tenido un significado especial para la Familia Real monegasca, ya que ha coincidido con los 25 años del fallecimiento de Grace Kelly. Con motivo de este aniversario, un gran mural con el rostro de la malograda princesa presidió uno de los rincones del Sporting Club, donde se celebró la velada.

De nuevo en esta ocasión -el año pasado acudió también a la gala- todas las miradas estaban puestas en Charlene Wittstock, acompañante en los últimos tiempos del príncipe Alberto. Ya en la edición del año pasado muchos esperaban que se hiciese oficial el compromiso del soberano monegasco con la atleta surafricana, pero los rumores de boda no terminaron ni entonces ni ahora de hacerse efectivos.

Charlene, que eligió para la ocasión un favorecedor vestido blanco con escote «palabra de honor» que destacaba su piel bronceada, rivalizó con Carolina y Estefanía en belleza y elegancia, siendo el foco de atención de todas las miradas. Carolina de Mónaco, que acudió junto a su marido, Ernesto de Hannover, lució un elegante vestido plateado. La princesa Estefanía, por su parte, eligió un modelo de corte romano en azul grisáceo.

Los grandes ausentes este año han sido los hijos mayores de Carolina, que no acudieron al tradicional baile. Andrea Casiraghi prefirió disfrutar del sol de Ibiza en compañia de su novia, Tatiana Santodomingo.
Aunque horas antes de aparecer juntos en este tradicional baile, ambos habían acudido al torneo de atletismo Herculis, y días antes habían hecho acto de presencia en un concierto y en la gala contra el sida «Aids Evening 07», el príncipe se mantiene en sus trece: continúa sin hablar de compromiso y deja al margen a Wittstock de los acontecimientos más oficiales del principado.

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