Salud y dinero

La casualidad quiso que, en la misma mañana que Presidente y Vicepresidente de la Xunta se reunían para rebajar tensiones y salir a la palestra a decirnos que aquí paz y después gloria, viento en popa y a toda vela, y que la salud del bipartito ni siquiera necesita genéricos, el Gobierno de España le mandara una andanada a la delegación nacionalista en Madrid ante las exigencias de dinero para financiar la ley de Dependencia: La deuda ya está más que saldada, le vinieron a decir a Vicepresidencia. Ahora, que cada uno haga cábalas, averigüe, saque conclusiones e interprete como mejor pueda. ¿Quién tiene razón? Pero, ¿dónde está el dinero?

Hay una defensa, por parte del equipo de Vicepresidencia, que llama la atención: la argucia argumental del Estado reside en saldar, con el pago de la deuda histórica, buena parte de la financiación; y ello no tiene nada que ver con la dependencia. Hay razón: no llegó el tiempo para educar a Madrid y disponer de una relación entre iguales, aunque los votos del BNG nos seguirán diciendo que son decisivos. Y, por encima, el Estado confunde financiación para desarrollar una Ley con un pufo reclamado eternamente, dirán.

Todo este fandango, de salud coyuntural y financiación no financiada, me lleva a sospechar de que vamos a quedar como el Gallo de Morón; o sea, sin plumas y eternamente cacareando. Observaremos fuego cruzado entre una parte del Gobierno gallego porque los socialistas gallegos no dirán ni muy el Gobierno de España.

Y, ante diferente nivel de fuerzas, teman como va a quedar desplumado el pollo; pero continuaremos oyendo cacarear al gallo desplumado: máis forza para ser decisivos. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Y si ya advertíamos en el mes de Julio que el Estado, ante el estado de crisis no reconocida por el Presidente del Gobierno, anunció una reducción del 25% en los fondos para desarrollar la Ley, semeja como que aquí o nadie se enteró o vieron para otro lado. Si, además, se reconoce un error de cálculo, en el que aparecen más personas dependientes de las que se preveían, pues mucho me temo que repartir un pastel, ahora doblemente exiguo, resultará tarea arduamente difícil.

La asunción de responsabilidades no va a otorgar recursos a los dependientes. Pero alguien debe empezar a remangarse para salir a la palestra a aclararnos: cómo es que desde el 7 de Mayo del 2007, que se comenzaron a hacer los informes médicos a los dependientes, sólo valoraron y digo valorar23.282. Si la política se fundamenta en priorizar, entre las muchas necesidades existentes, ¿qué necesidad había de mandar por las carreteras gallegas el autobús rotulado con In-dependencia?, sin antes gastar el dinero en lo prioritario, que son los humanos dependientes.

Sentimos necesidad de que Touriño y Quintana rebajen tensiones en Santiago e informen de la salud de sus relaciones. Necesitamos que el Gobierno gallego, no sólo a una parte, dirima en Madrid, qué es del dinero. Que ya está bien de utilizar expectativas en un colectivo de lo más sensible -los dependientespara hacer política y guerrear cifras. La Ley, parida con el consenso unánime, necesita de todos para desarrollarla. Aunque llegados a un punto se hace patente que, cuando de dinero se trata, todos son de la misma religión. Añádanle, al dinero y a la salud, el amor a los dependientes