viernes, septiembre 26, 2008

Por la calle voy contando las matrículas

Alberto Coto: "Por la calle voy contando las matrículas"

Mañana intentará un récord con varias operaciones en CosmoCaixa Barcelona, coincidiendo con el cuarto aniversario del museo de la ciencia.


NÚRIA NAVARRO
--¿Qué es usted capaz de hacer?
--Puedo sumar 100 números en 19 segundos.

--Una calculadora humana.
--Prefiero que me definan como "campeón del mundo de cálculo" o "la mente más rápida del mundo". Calculadora humana suena circense, como la mujer barbuda o el hombre elefante.

--Los récords Guinness a los que se presenta tienen algo de eso...
--La gente desea ver cómo calculas. Todo depende de cómo lo hagas. En Catalunya hay un calculista que se hace llamar JB Computer y hace mucho ruido mientras calcula. Vende una imagen circense.

--Usted no tuvo problemas en ir a Crónicas marcianas.
--Pero no me bajé los pantalones.

--¿Siempre disfrutó con las cifras?
--Aprendí a calcular a los 5 o 6 años. Después de una partida de cartas, me iba a la cama jugando con los números. Siete más cuatro, 11; más tres, 14; más seis, 20... Mi primera aparición en la tele fue en Qué apostamos de TVE, en 1998. Tenía 28 años. Agradezco a mis padres que no hubiera sido con 10 o 12.

--¿Un niño rarito?
--Un niño muy introvertido. Cuando tienes sobredotación no te adaptas demasiado bien.

--Imagino las notas.
--¿En matemáticas? A veces sacaba un 10 y otras, un 3. Tenía mi punto de rebeldía. Luego los números me han dado mucho, mucho.

--¿Cómo se entrena un campeón?
--Hay que cuidar las neuronas. Llevar una vida ordenada. Nada de alcohol, dormir bien y hacer deporte a diario. Soy corredor de maratón.

--Todo eso es muy físico.
--Muchos calculistas son autistas, idiots savants al estilo de Rain man. Todo su pensamiento está concentrado en los números. Yo no soy autista, pero a veces funciono como tal. Cuando voy por la calle, me fijo en las matrículas y hago juegos complejos con los números, o voy al súper y sumo los precios de los productos y saco porcentajes.

--¿Como el que cuenta calorías del anuncio?
--Me siento reflejado en ese anuncio, ja, ja. Yo sé desconectar.

--¿Le han visto los psicólogos?
--Sí. Me han dicho que soy un caso peculiar. Las conexiones neuronales en mi hemisferio izquierdo son muy fuertes. En mí funciona mucho el subconsciente. Hay cálculos que los hago sin pensar. Incluso puedo hablar a la vez que calculo.

--¿Alguna percepción sobrenatural?
--Rozo el mentalismo, pero es algo basado en la agilidad de cálculo.

--¿Qué se pierden los alérgicos a los números?
--Bertrand Russell decía que las matemáticas tienen una belleza fría y austera.

--Poco seductor, disculpe.
--Incluso el arte se puede ver con ojos matemáticos. En la fachada de la Passió de la Sagrada Família, por ejemplo, hay un cuadrado mágico con números. Los sumes como los sumes dan 33, la edad de Cristo al morir. La matemática está en todo: en la distancia, en el tiempo, en la medida. Si algún día nos comunicamos con los extraterrestres, lo haremos con un lenguaje matemático.

--Más vale que espabilemos.
--Dios --y que cada uno lo interprete como quiera-- creó el mundo y nosotros lo vamos descifrando. Para ello, la herramienta imprescindible es la matemática.

--Las matemáticas son el hueso de todo escolar. ¿Algún consejo?
--Hay excelentes profesionales, pero yo haría que los niños jugaran un poco más con los números. Les ayudaría entender su lado práctico. Dominar los números te hace ser intuitivo. Yo animo a que los niños vengan mañana a CosmoCaixa.

--¿Por qué?
--Diré en un minuto el día de la semana de los nacidos en 50 fechas. Haré una raíz cuadrada de ocho dígitos, tres de parte entera y cinco, de decimal, en un minuto. Multiplicaré dos números de ocho dígitos cada uno en 56 segundos, y sumaré, como le he dicho al principio, 100 dígitos en 19 segundos.

--¿Los ve como en una pantallita?
--Sí. Soy un calculador de tipo visual. Hay una pantalla en mi mente.

--Oiga, ¿se puede vivir de esto?
--Siendo campeón del mundo, sí. Además hago cursos presenciales y on line, escribo, doy conferencias, hago demostraciones. Pero si no pudiera vivir de esto, me metería en el juego --he hecho algún algoritmo para el blackjack-- o jugaría en bolsa. Soy independiente y muy competitivo.

--¿Qué siente cuando gana?
--En el campeonato del mundo, el pasado julio, en Leipzig, cuando iba sumando a razón de cinco números por segundo, tuve una sensación de despegue. Estaba como poseído

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