En el yoga no existen ni dogmas ni jerarquías

"En el yoga no existen ni dogmas ni jerarquías sino caminos o técnicas"

En Galicia es el pionero del yoga, que no en vano fue quien abrió en Vigo el primer centro de enseñanza hace 31 años, cuando la palabra aquí aún sonaba a alienígena a pesar de su adopción por el movimiento hippie en Estados Unidos o Inglaterra. En aquel Londres creador y bullicioso de los años 70 debió recibir el vigués Manuel Agulla ese primer soplo que habría de llevarle a convertir a Vigo en espacio de referencia yóguica desde su centro Sananda y a viajar incansablemente con ese aliento por el mundo.

F. FRANCO / VIGO Habrá en su vida una memoria de cómo entró en ella el yoga...
- Claro, y fue una etapa en que surgió en mí con fuerza el deseo de comprender el porqué de la existencia, de descubrir, como decía Karl Popper, el más grande los misterios: el de la conciencia.

- ¿Hasta qué punto fue transformador ese encuentro?

- Digamos que el conocimiento contenido en la filosofía del yoga se convirtió en lo fundamental de mi vida. Eso se fue materializando en el encuentro con grandes maestros en mis viajes al sudeste asiático o la India, que visito con frecuencia, y, por supuesto, el encuentro con los métodos sanadores de la meditación.

- ¿Están en Occidente o en Oriente los grandes médicos?

- Aquí y allá porque los verdaderamente grandes no tienen nombre propio. Se llaman sol, aire, silencio, ejercicio, dieta natural, pensamiento positivo, respiración, meditación...

- Habla usted de filosofía pero en Occidente el yoga se entiende antes de nada como una práctica...

-Es cierto que sólo para unos pocos es una filosofía de vida. Para el gran público es una práctica de Hatha Yoga o asanas (posturas) pero ya es por sí misma altamente beneficiosa para el cuerpo y la mente.
- ¿En qué aspectos se puede observar esa mejora?

-En lo físico ya al poco tiempo pero, sobre todo, en la transformación del nivel de conciencia. Mire, en el yoga no existen los dogmas o jerarquías sino caminos, métodos o técnicas que están en función del buscador o practicante, de la misma forma que un mismo traje no sirve a personas de diferente complexión. Lo ideal sería una práctica inteligente que se combine con la teoría en busca de un bienestar psicofísico. No me resisto a citarle una frase de mi maestro, Suami Vishnu Devananda...

- Oigamos...

-La riqueza es salud; la paz de la mente es felicidad; el yoga enseña el camino.

- También es cierto que hay quien pretende que el yoga es una panacea universal, un remedio a los males del mundo moderno...

-Si así fuera sería una simplificación, una generalización y, como todas, un error. Pero le explicaré una idea básica. Tanto desde el yoga como desde los últimos estudios sobre el cerebro se entiende que el mundo es una proyección, una interpretación de la mente humana.

-Bien ¿y entonces?

-Pues que el conocimiento y control de la mente, uno de los objetivos del yoga, concede al individuo la libertad y conocimiento que busca. En síntesis, el yoga integral trata de la globalidad del individuo, de aspectos físicos, emocionales... es una alianza de saberes.

- Dicho así parece que ustedes predican la posibilidad de que pasemos de una conciencia simple a una universal...

-Decía el gran poeta sufí Rumi: "Fíjate en tus ojos. Son pequeños pero ven cosas enormes". La palabra yoga significa unión, la de la conciencia individual con la universal. Los grandes maestros del yoga consideran que, aparte de los estados de vigilia, sueño y sueño profundo, existe otra experiencia que transciende a los tres y a ese estado se le llama liberación, paz que sobrepasa al entendimiento... O conciencia universal.