Clases de maquillaje y de uso de pañoletas dicta un grupo de voluntarios a las enfermas de cáncer. Este programa acaba de llegar al país y está presente en otros 22, como Reino Unido y Australia.
Once empresas en Colombia literalmente se echaron la mano al bolsillo para devolverles una sonrisa y el aliento a las mujeres enfermas de cáncer. Esta iniciativa, que nació hace 19 años como un programa social en Estados Unidos con Personal Care Products Council Foundation, representante de la industria cosmética en ese país, llegó apenas hace unas semanas al nuestro y se ha convertido en el espacio en el que cientos de mujeres podrán reunirse a hablar de su vida y, de paso, a volver a ser mujeres al rescate de su vanidad, que quieren sentirse bonitas y darle con guantes de seda la pelea a la enfermedad.Sandra Janeth Londoño fue la primera en tomar la iniciativa.A ella la invitó una enfermera oncóloga durante una sesión de la quimioterapia, que recibe en Bogotá. Su trabajo es ser la vocera e invitar a sus otras compañeras de lucha para que como a ella, a quien bien le recomendó una doctora que también fue presa del cáncer, nunca le falte un labial en su cartera y, por supuesto, que lo use así esté en plena sesión de 'quimio', porque pueda que "ellas tengan cáncer, pero el cáncer no las tiene a ellas", insiste Mónica Zamorano, la coordinadora de este programa que se llama Luzca bien...Siéntase mejor, adelantado por la Cámara de la Industria Cosmética y de Aseo, de la ANDI.
Y maquillaje no es lo único que ellas reciben gratis en el kit, sino turbantes y pañoletas para que aprendan a usarl0s a falta de pelucas o si estas les fastidian y, además, tienen una completa asesoría de cómo camuflar, con ayuda cosmética, la falta de pestañas y de cejas o mejorar radicalmente el semblante, que se afecta con los tratamientos oncológicos.
"Es darles una ayuda emocional gratuita para que recuperen su autoestima, su confianza en sí mismas y su tranquilidad emocional, que se ve golpeada con los efectos de las 'quimios' y de la radiación", explica Mónica, que estuvo en Argentina recibiendo asesoría porque este fue el primer país latinoamericano adonde llegó el programa social que comenzó con 100 mujeres y hoy ayuda a 5.000 anualmente.
La clínica Santa Fe, la del Country, el Instituto Nacional de Cancerología, la Clínica de las Américas y el hospital Pablo Tobón Uribe, de Medellín, ya se sumaron a esta iniciativa en la que se esperan más hospitales, unidades oncológicas, maquilladores y estilistas voluntarios y asociados a la ANDI. Y vale la pena ser benefactores de este ambicioso proyecto social que quiere devolverles la sonrisa a las mujeres con cáncer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario