lunes, septiembre 29, 2008

El hombre más feliz del mundo (primera parte)



Tuve la fortuna de coincidir con Matthieu Ricard, “el hombre más feliz del mundo”, hace unos días en Cancún. Él impartía un seminario y pude entrevistarlo gracias a la ayuda de mi amigo Jacobo Kamar. ¿Quién es Matthieu Ricard y por qué es considerado el hombre más feliz del mundo?

Mattieu nació en París, Francia, en 1946. Hijo de un reconocido escritor, filósofo y miembro de la Academia Francesa, hizo su doctorado en genética celular en el Instituto Pasteur de París y trabajó con el premio Nobel de Medicina François Jacob. Su vida cambió por completo cuando abrazó el budismo. Se hizo discípulo de Kangyur Rinpoche, un importante maestro tibetano de la tradición Nyingma, y desde hace treinta años vive en el monasterio de Sechen, en Nepal. Fotógrafo, traductor y editor de textos sagrados, vive consagrado a la vida monástica y a participar en proyectos humanitarios del Tibet. Es asesor del Dalai Lama y su traductor al francés. Matthieu ha escrito varios libros, entre ellos El monje y el filósofo, el cual recoge las conversaciones con su padre, Jean François Revel, y En defensa de la felicidad.

¿Cómo llegó este monje, célibe, sin posesiones materiales, a ser considerado el hombre más feliz del mundo?

El profesor Richard J. Davidson, del Laboratorio de Neurociencia Afectiva de la Universidad de Wisconsin, junto con un grupo de científicos, ha dedicado varios años de su vida al estudio científico de la felicidad. El Dalai Lama, ha colaborado con ellos, facilitando el análisis cerebral de los monjes y su capacidad de aislar la mente durante las sesiones de meditación. Sometieron a Matthieu Ricard junto con una serie de voluntarios, a varios de estudios de resonancia magnética para detectar sus estados de ánimo. Los resultados de los estudios de Matthieu, comparados con los de los demás voluntarios, estaban totalmente fuera del rango. Los resultados que iban de 0.3 (muy infeliz) al -0.3 (muy feliz) Mattieu alcanzó -0.45 es decir, rompió todos los records de la felicidad. De ahí que sea considerado el hombre más feliz de la tierra.

El profesor Davidson ha descubierto que la mente es un órgano en evolución y por lo tanto moldeable. “La plasticidad de la mente”, que es la capacidad de modificar físicamente el cerebro por medio de los pensamientos que elegimos. A más pensamientos negativos, mayor actividad en el córtex derecho del cerebro y por ende hay mayor ansiedad, depresión envidia y hostilidad. Los pensamientos positivos ejercitan el lado izquierdo elevando las emociones placenteras y la felicidad. Por ello la felicidad no es algo que “simplemente sucede”, sino algo que se puede aprender, cultivar, entrenar y mantener.

Matthiew, todos alguna vez nos hemos sentido “la persona más feliz del mundo”. ¿Cómo podemos mantener ese sentimiento?

MR: Primero hay que entender que no es solamente un momento mágico; existe una razón para eso. Es muy sano experimentarlo alguna vez porque entonces sabes que es posible, que existe. Ah, pero no puedes pensar que sucedió sin razón. Si te preguntas el porqué verás que siempre hay un cierto número de características.

Básicamente sientes tanta paz y bienestar por que los conflictos internos han desaparecido. ¿Qué es sentir paz? Es la ausencia de conflictos; en ese momento te sientes en armonía con la naturaleza, miras el cielo, a la persona que amas y hay paz. Tanta paz. ¿Qué significa? Qué no hay conflictos hirviendo en tu interior y entonces te darás cuenta que está relacionado precisamente con el altruismo, compasión y generosidad, bondad, benevolencia, el hacer algo bueno por los demás brinda una paz increíble.

También te darás cuenta que en esos momentos no hay avaricia, ya que la avaricia envenena la felicidad genuina. Te liberarás de ella por un momento y la felicidad aparece. Autosuficiente. Sin recuerdos. Libre de miedos y expectativas. En ese momento no existen pensamientos tales como: “¡Oh ¿qué será de mí? ¿Qué pasará mañana?!”. Estos pensamientos minan nuestra paz. Así, estas en un momento en donde no tienes conflictos, no sientes miedo ni tienes expectativas, hay más altruismo y compasión menos aversión y más aceptación. Todas esas cualidades están presentes en esos momentos. Por ello, debes cultivarlos, porque pueden ser cultivados.

Muchas veces nos sentimos bien pero no sabemos por qué, y por ende no nos sentimos inspirados a cultivar las características de ese momento mágico, cuando de hecho, ese momento tiene características y éstas pueden desarrollarse, es simplemente cuestión de ser inteligentes al respecto.

Para Matthieu, la felicidad es un tesoro escondido dentro de cada persona; atraparla es cuestión de práctica y fuerza de voluntad. No tiene que ver con las posesiones materiales, el éxito o la belleza.

¿Cómo podemos ser felices en un país lleno de violencia como México? De esto nos hablará Matthieu Ricard la semana que entra.

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