martes, septiembre 30, 2008

didgeridoo da masajes sonoros

«El didgeridoo da masajes sonoros que curan el estrés»
Iban Nikolai con algunos de los diez didgeridoos que ha reunido en los últimos años. /LUSA
Ha estudiado con los mejores intérpretes de didgeridoo de todo el mundo, incluido un gurú aborigen que le mostró los secretos de un arte cuyos orígenes se pierden en el tiempo. Su sonido, en cambio, no parece pasar de moda y ya cuenta con quienes no dudan en mantener vida la tradición en Donostia.

- ¿Cómo supo de la existencia del didgeridoo?

- Lo descubrí en un viaje a Londres en el que fui a visitar a mi hermana. Recuerdo que tenía 16 años y fui a un concierto. Allí lo vi por primera vez. Me impactó su sonido y el instrumento en sí. Visualmente es muy potente.

- Descríbame el sonido. No me hago a la idea de cómo puede ser.

- Es un sonido grave e hipnótico, muy hipnótico.

- Eso promete...

- Es muy atrayente e ininterrumpido. No cesa nunca.

- ¿Se aparece al de algún otro instrumento que conozcamos?

- Se puede comparar con pocos. Tal vez tenga alguna similitud con la trompa tibetana, que también emite un sonido grave. No se parece a ningún instrumento de los típicos que conocemos. No es para hacer melodías. Es un instrumento de viento de un tono.

- Da la impresión que lo suyo con el didgeridoo fue poco menos que un flechazo.

- Es lo que nos ha ocurrido a algunas personas que tocamos el didgeridoo. El sonido te atrapa y no puedes escaparte de él. A mí me atrapó. Cuatro años después de oírlo por primera vez, fui a pasar una temporada a Londres y me regalaron uno de bambú con el que aprendí a tocar.

- Dicen que es el instrumento más antiguo del mundo. ¿Es eso cierto?

- Es el instrumento de viento más antiguo del planeta. Tiene como 20.000 años. Es algo ancestral. Se trata de un tronco de eucalipto vaciado por las termitas hasta no dejar absolutamente nada dentro. Lo hace la propia naturaleza. Es lo más simple que puedes encontrar. Yo suelo hacer alguno parecido de PVC para principiantes poniendo en la boquilla cera natural de abeja para adaptarlo a la boca.

- ¿Es fácil aprender a tocarlo?

- Sí, es fácil, al menos en lo que se refiere a la técnica inicial de tocar, los primero sonidos y la respiración circular. Lo relacionado con el nivel rítmico lo tienes que ir desarrollando poco a poco. Es un instrumento muy agradecido, no como otros que cuesta aprender.

- ¿En qué consiste la respiración circular?

- Consiste en aprender a echar el aire por la boca constantemente. Por eso el sonido del didgeridoo es ininterrumpido. Puede estar hasta 20 minutos. Resulta muy relajante tanto para el que lo toca como también para el que lo escucha. Su vibración es tan potente que se puede hacer una cura de armónicos.

- ¿Cura de armónicos?

- Sería un masaje sonoro.

- ¿Para quién está indicado?

- Para la gente que sufre de estrés o de dolores musculares. Es como un masaje, pero en lugar de utilizar las manos, la relajación se ejerce mediante el sonido. A nivel musical, te ayuda, además, a desarrollar un montón la creatividad.

- ¿Cuenta con muchos adeptos en San Sebastián?

- Eso depende de lo que entiendas por muchos. Llevo siete años dando clases en el País Vasco, como las que imparto ahora mismo en Loiola, en el Camino Uba, 16, y he tenido más de 200 alumnos. Es difícil que una persona siga estudiándolo más de dos años.
- Además de clases, también da conciertos...

- Toco con un grupo, Samar, junto a Iker , Javi Area y Richi Salaberria. Nos lo pasamos bien. Es un pequeño capricho.

- Quienes le ven actuar deben de quedarse tan sorprendidos, como se quedó usted en Londres.

- Sí, se sorprenden porque es un sonido nuevo que viene de la otra parte del mundo.

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