Según la investigación, los afectados que están afiliados al régimen subsidiado de salud sólo tienen derecho a ser atendidos por urgencias y son excluidos del resto de servicios.
Los del contributivo no están mejor, pues aunque cuentan con algunos beneficios, estos son incompletos y no se han actualizado en más de 20 años.
Esta discriminación se da pese a que la tercera parte de los colombianos padecen o han padecido algún tipo de alteración mental que amerita ser tratada.
8,5 millones de colombianos (19,6 por ciento de la gente) estarían afectados por algún trastorno depresivo, de acuerdo con la entidad.
La Defensoría decidió llevar a cabo este informe debido a las quejas de pacientes en distintas regionales, por la continua negación de servicios de las EPS y los entes territoriales.
Una evidencia es el incremento en el número de tutelas interpuestas por estas personas para solicitar medicamentos y consultas con especialistas en .
Según el informe, resulta claro que al comparar las alternativas que ofrece el sistema para otras enfermedades, la disparidad es clara frente a lo que dispone para los pacientes psiquiátricos.
Vólmar Pérez, defensor del Pueblo, sostiene que no hay manera de entender por qué se discrimina a estas personas, si su tratamiento integral -comparado con los otros males crónicos- resulta incluso menos costoso que otros.
Según la Defensoría, en 18.000 pesos aumentaría la unidad de pago por capitación o UPC para el subsidiado (dinero que el sistema de salud reconoce por el aseguramiento en salud de cada afiliado al año) si se incluyen tratamientos para 10 trastornos mentales.
"Este diagnóstico resulta grave si se tiene en cuenta que las personas con trastornos psiquiátricos tienden a complicarse más que las afectadas por otras patologías crónicas. De hecho, son más susceptibles a adquirir otras enfermedades, que empeoran su pronóstico", concluye Pérez.
Lo anterior explica el hecho de que estas personas presenten mayores niveles de mortalidad con respecto a la población general.
El 60 por ciento de los afectados por estos males intentan suicidarse en algún momento, y entre el 10 y el 15 por ciento logra su cometido.
De acuerdo con el informe, cinco de las diez principales causas de discapacidad en el mundo se dan por trastornos psiquiátricos y se estima que cada una de estas personas pierde en promedio ocho años de vida a causa de esta condición.
A esto, se suma el hecho de que tienen mayor riesgo de desempleo y subempleo, así como de problemas familiares severos.
Un atraso preocupante
Carlos López, presidente de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, asegura que este diagnóstico no es nuevo.
"Las autoridades de salud siempre han dicho que el tema es preocupante, pero no han llevado esa inquietud a la práctica. El mundo cuenta hoy con medicamentos e intervenciones más modernos y seguros, pero los pacientes aquí reciben los mismos de hace 30 años", comenta.
Según López, los conceptos de prevención, reinserción social, rehabilitación e inclusión laboral, clave en el manejo integral de estos casos, simplemente no existen para el sistema.
Y afirma, con base en distintos estudios, que solo uno de cada diez personas afectadas por estos problemas de salud en el país, reciben tratamiento adecuado.
Ricardo Yamín, psiquiatra y psicoanalista de la Sociedad Colombiana de Psicoanálisis, asegura la gente ni siquiera puede contar en la realidad con lo que ofrece el POS.
"Las citas con especialistas se dan a meses, los escasos medicamentos no siempre están disponibles y cuando sí los hay, se les entregan a los pacientes en forma interrumpida. Ni hablar del psicoanálisis: Colombia es un país en el que esta herramienta terapéu tica todavía se considera suntuaria", asegura Yamín.
Ambos profesionales afirman que es inconcebible que la drogadicción y la farmacodependencia no se consideren enfermedades, razón por la cual tampoco tienen el tratamiento adecuado.
Los trastornos alimentarios, que son tan comunes entre los adolescentes, tampoco cuentan con asistencia oficial. "Su manejo está a cargo de privados, a costos muy altos", dice Yamín.
Recomendaciones de la Defensoría
El Defensor del Pueblo conminó al Ministerio de la Protección Social para que fortalezca y aplique, de manera efectiva, la política nacional de , y recomendó al Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud (o a la Comisión de Regulación en Salud) que se homologue, prioritariamente, el contenido del plan de beneficios de para el régimen subsidiado con el del contributivo; también que se actualicen los tratamientos y se reconozcan las enfermedades mentales como patologías crónicas.
Otra de las recomendaciones de la Defensoría consiste en la inclusión, en el plan de beneficios (POS) del régimen subsidiado, de tratamientos integrales para las 10 patologías psiquiátricas más comunes.
'Las consultas se demoran varios meses'
Rodolfo Alberto C.
Abogado, 52 años. Bogotá.
"Tengo un trastorno bipolar, desde hace 25 años, por lo que he requerido múltiples hospitalizaciones por psiquiatría. En los peores momentos de esa enfermedad, experimenté picos de tristeza que casi me llevan al suicidio y días de euforia excesiva.
Terminé separándome de mi familia y estoy pensionado debido a la enfermedad. Hace dos semanas me hospitalizaron en medio de una crisis.
Los médicos me dicen que eso se lo debo a no poder hacer bien el tratamiento, pues no siempre la EPS me entrega los medicamentos que el médico me formula. Y es que tanto comprar esos remedios, como otros que me ha recetado el psiquiatra, pero que están fuera del POS, se convirtió en una renta insostenible.
La EPS me ha rodado por distintas entidades y especialistas, la última vez me mandaron a una institución donde el psiquiatra tiene que ver hasta cuatro pacientes por hora. A ese señor solo le queda tiempo para formularme los medicamentos, rara vez para hablar conmigo.
Me quejé y me remitieron a otra clínica, donde la situación es igualita.
Las consultas se demoran varios meses y pedir un control es casi imposible".
Es preocupante el diagnóstico mental en el mundo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 14 por ciento de las enfermedades en el mundo corresponde a males neuropsiquiátricos.Aun así, más de un tercio de las personas afectadas por trastornos severos, como esquizofrenia, y una de cada dos con otro problema mental, no recibe tratamiento.
Este tipo de trastornos engloban un gran número de patologías que van desde la depresión hasta el alcoholismo.
En el artículo 'No hay salud sin , publicado por The Lancet, el investigador Martin Prince, del Instituto de Psiquiatría de Londres, sostiene que las enfermedades mentales conllevan un mayor riesgo de desarrollar otros problemas.
Un ejemplo son los males cardiovasculares, que aparecen con más frecuencia entre las personas que sufren depresión, ansiedad o trastorno bipolar. A esas enfermedades hay que añadir otros síntomas, que para los médicos no tienen una explicación lógica (algunos dolores, fatiga, mareo, síndrome de intestino irritable y la fibromialgia), que empeoran la calidad de vida de las personas y representan grandes gastos para los sistemas de salud.
Algunos científicos, de hecho, relacionan los trastornos psiquiátricos con un menor éxito en el tratamiento de enfermedades infecciosas, como la tuberculosis; en estos casos las consecuencias pueden ser graves, como la aparición de un mayor número de resistencias o un peor pronóstico del paciente.
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