| El Congreso de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), celebrado en hace pocos días en ese país, ha comunicado que el sobrepeso afecta a los volúmenes pulmonares, disminuye la capacidad funcional residual y reduce el volumen de reserva respiratorio.
Pilar Barranco, alergóloga del Hospital La Paz, de Madrid, explica que "según los resultados de los análisis realizados por los doctores David A. Beuther --del Centro Judío de Investigación Médica en Denver, Estados Unidos-- en adultos y otros especialistas neumonología infantil, la obesidad es un factor de riesgo para el desarrollo de asma. Esta asociación se explica hoy mediante dos teorías: la primera sostiene que en la obesidad existe una inflamación sistémica basal debida a las adipocinas que libera el tejido adiposo. Estas adipocinas podrían afectar al pulmón, favoreciendo el desarrollo de asma. La otra hipótesis, complementaria de la anterior, es que la obesidad altera la mecánica ventilatoria pulmonar.
Kilos que asfixian
Estudios muy recientes de hiperreactividad bronquial en asmáticos han observado un aumento de la capacidad funcional residual y una disminución de la capacidad inspiratoria que se da sólo en los asmáticos obesos, dijo la investigadora Barranco.
Además, otros especialistas en vías respiratorias han observado que la obesidad puede ser un factor de mala evolución del asma, cuestión que se une a la comprobación científica de que el tratamiento del sobrepeso influye positivamente en el tratamiento del asma.
"La disminución del peso en personas asmáticas mejora los síntomas, a la vez que disminuye no sólo la utilización de otra medicación que no sea la necesaria para el asma, sino también el número de ataques agudos de asma que suelen llevar a la internación hospitalaria",
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