jueves, noviembre 20, 2008

El yoga: experiencia de bienestar


Casi todas las personas saben que el yoga es beneficioso para la salud, pero la mayoría de ellas ignora por qué. Está demostrado, por ejemplo, que el yoga ayuda a la disminución de la hipertensión, reduciendo las tasas cardíacas y la presión arterial, además de con el aprendizaje de la relajación progresiva, se reduce el estrés. La instructora argentina Ana Mircovich, que despliega su actividad en la provincia de Córdoba, en el centro de la Argentina, reflexiona sobre las ventajas del yoga.

Escuche la entrevista a Ana Mircovich
Ana Mircovich confiesa que en este camino del yoga lo que más le ha gustado siempre es que muchas de las ideas sobre la salud humana se van cambiando a medida que conocemos las enseñanzas de los antiguos maestros de la India.

Estas son sus reflexiones: La salud en el yoga no tiene que ver con si la persona está enferma o no, porque hay muchas personas enfermas, que, aunque nos cueste creerlo, derrochan salud. Y son personas que han hecho actividades de creatividad, de cambio, de fortaleza, de alegría, que superan a muchas otras que nosotros decimos "son sanas".

Aprender a estar mejor

El primer inconveniente que encontramos es éste de clasificar la enfermedad y la salud, parece ser bastante despectivo, incluso discriminatorio, tratar a una persona como enferma y a otra sobrevaluarla como sana; en realidad la plenitud de la persona tiene que ver con su salud, y esa plenitud -independientemente de sus enfermedades- se puede aprender. Y eso es lo que más me gusta del yoga. Que nosotros podemos aprender a estar mejor, que no tenemos que esperar a que la vida nos regale un estar mejor, que somos creativos de ese bienestar. Auque tengamos que estar que estar internados, aunque tengamos que operarnos, aunque tengamos que pasar todas las cosas que tenemos que pasar por estar en este planeta Tierra. Y de alguna forma relajarnos...Sobre todo las personas a las que se las 'llama' enfermas, que esas personas puedan sentirse tranquilas, que puedan relajarse, que no se sientan una carga para su familia, que se sientan acompañados... Todo eso es salud.

Entonces, la salud pasa por otros aspectos. Por aspectos espirituales. Y esos se pueden aprender, se pueden recrear... Vamos a pasar por sufrimientos, porque por eso estamos vivos, vamos a pasar por alegrías... Pero lo que más me gusta a mí del yoga, es que si nosotros nos dedicamos a aprender a elegir lo mejor -a relajar nuestra mente, a relajarnos lo más posible, a sacarnos un montón de culpas, de cargas- estamos construyendo una salud que es integral, que es holística.

Eso es lo que yo veo de valioso, porque en la actualidad la medicina ha superado las capacidades que pueda tener el yoga para un montón de cosas. Es decir, si la persona está quebrada, si la persona necesita una operación urgente, un accidente... no va a ir a yoga. La medicina del yoga, antiquísima, de estos sabios de la antigüedad, ofrece esa posibilidad: la de hermanarnos, y no discriminarnos entre sanos y enfermos.

Respirar de otra manera

En esto de elegir lo mejor, uno tiene que elegir respirar mejor. Y elegir respirar mejor es todo un aprendizaje. Porque el cuerpo se ha acostumbrado a respirar de otra manera, a hacer siempre una respiración alta. Entonces tienen que hacer cambios fisiológicos para una respiración completa abrir la caja torácica, expandir, dosificar... hay muchos aprendizajes. O sea nuevamente, lo mejor sigue siendo un aprendizaje, un aprender. La respiración en sí es un aprendizaje.

Otra cosa tan valiosa de nuestra naturaleza humana es que cuando la respiración es completa, profunda, se encarga de mantener la salud de los órganos, porque ofrece un movimiento, un automasaje, un activarse de la circulación de la sangre y todo eso, en definitiva, va manteniendo el estado natural del cuerpo.

El cuerpo se mantiene en el uso

Siempre partimos de que la naturaleza que tenemos es una naturaleza aliada, amiga de la persona. Esto, ¿en qué cambia conceptos antiguos? En lo siguiente: que el cuerpo se automantiene a sí mismo, en el uso. Esto es muy valioso, porque a veces la persona cree que no tiene fuerza. Esto no es real. La fuerza, el tono de los músculos, la postura, todo eso es algo que se hace. O sea que la persona tiene que hacerlo. No esperar a que venga, sino hacerlo. Esto nos muestra que nosotros podemos volver atrás en el tiempo. No es que ahora tengo 40 años y ya no tengo la flexibilidad de los 20. Esto no es real. Hay muchas personas de 20 años que no tienen nada de flexibilidad. Esto es algo que se hace: hay que ponerse a hacer flexibilidad. Y esto habla una vez más de la maravilla de nuestro cuerpo: al hacer, el cuerpo vuelve a su estado natural, nos beneficia con todas sus posibilidades, nunca nos habla del pasado.

Las posturas

Los asanas, que son las posturas del cuerpo, lo que nos permiten, en realidad, es trabajar todo lo que es el yoga. Muchas veces las personas creen que el yoga es el asana. Pero no es así, porque hay yogas en los que no se hacen asanas. Los asanas nos permiten trabajar lo que es el yoga: el yoga es atención, concentración, meditación, sensación, no violencia ... Todo eso es yoga. Entonces, mientras hacemos la postura tenemos que aplicar todo ese contenido, que sí es el yoga.

Entonces cuando estos maestros de la India dicen "haz yoga todo el tiempo" nosotros descubrimos : "Ah! Entonces no es que en la cola del banco tengo que hacer el arado (que es una postura invertida)". No. El yoga es una tarea de la mente, un estado de la mente, una forma de poner la mente que más nos beneficia, que nos ubica en una zona de privilegio porque frenamos esa radio interior, ese diálogo constante. Entonces podemos ver mejor el panorama.
El yoga es cotidiano. Es una elección: una vez que una persona empieza a hacer yoga, ya nunca más lo deja.

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