lunes, noviembre 17, 2008

El método 'canguro' reduce el dolor y la ansiedad en el bebé y sus padres

El método canguro o piel con piel tiene beneficios demostrados por la literatura científica: se reduce el dolor en el niño en la punción o de la madre durante la episiotomía, aumenta la producción de leche materna y ayuda en el proceso de vinculación entre progenitor y niño. Carmen Pallás, jefa de Neonatología del Hospital Doce de Octubre (Madrid), defiende que es un beneficio mixto para ambas partes; este contacto aumenta la liberación de oxitocina (hormona del placer) y endorfinas (neuromoduladores que explican el efecto analgésico) y se reduce el cortisol (hormona del estrés).

Naiara Brocal Carrasco Barcelona naiara.brocal@correofarmaceutico.com 17/11/2008
En el niño, el método canguro regula la temperatura corporal mejor que la incubadora, lo que disminuye el gasto energético y favorece que el bebé engorde. Además, aumenta la calidad de su descanso. "Un niño que duerme bien cumple mejor las condiciones para su maduración cerebral, pero todavía no se ha demostrado que se reduzcan los defectos cognitivos", señala.

Ésta es una de las intervenciones más estudiadas de los cuidados centrados en el desarrollo (CCD), que tratan de mejorar los aspectos ambientales que rodean al niño prematuro (reducción de ruidos y luces, mejora del manejo del dolor y de las posturas) e integrar a la familia en la atención al recién nacido. Como ya recogía CF la semana pasada, más de cuarenta hospitales han constituido el Proyecto Hera, que cuenta con un comité científico que integran la propia Pallás y Josep Perapoch, del Hospital Valle de Hebrón (Barcelona), gracias al apoyo de Abbott. Su objetivo es que los CCD sean una realidad en España para minimizar las consecuencias de nacer demasiado pronto. "El contacto piel con piel es lo que más se asemeja a estar en el vientre de la madre", afirma Perapoch. "Es el ámbito probablemente donde mejor puede estar el niño que no puede permanecer dentro de su madre continuando con el embarazo".

Lactancia natural: una fórmula adaptable

La leche materna multiplica sus beneficios en bebés prematuros, cuyo sistema inmune está muy debilitado y precisan aún más si cabe de los aspectos afectivos asociados a este tipo de lactancia, explica a CF José María Paricio, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Marina Alta, en Denia (Alicante), y ponente en las I Jornadas Internacionales en Cuidados Neonatales centrados en el Desarrollo y la Familia, celebradas en Barcelona. Desde el punto de vista de su composición, la lactancia natural se adapta a las necesidades de la criatura. "No es lo mismo la leche de una mujer que ha tenido un niño a las 40 semanas que a las 31, que aporta más calorías y proteínas". Además, a largo plazo, se ha apuntado que este tipo de leche protegería de la obesidad, las alergias e incluso de algunos cánceres. Se afirma, también, que favorece el desarrollo psicomotor y aumenta el coeficiente intelectual.

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