Investigadores aseguran, además, que la exposición de mujeres embarazadas al humo del cigarro aumenta la irritabilidad en sus futuros hijos.
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De acuerdo a dos estudios realizados por la Fundación March of Dimes y de la Universidad de Brown, en Estados Unidos se advierte que la exposición al tabaco causa defectos de nacimiento en los bebés, en concreto labio leporino, y una mayor irritabilidad en los niños.
Las conclusiones de estas investigaciones fueron publicadas en la revista The Journal of Pediatrics, y estas se obtuvieron luego del análisis de muestras de suero recogidas entre 2003 y 2005 de mujeres embarazadas.
Los expertos de la Fundación March of Dimes midieron los niveles de residuos de la nicotina, para determinar si las madres fumaban durante el embarazo, y encontaron que las mujeres que fumaron estando embarazadas tenían cerca de 2,5 veces más de probabilidades de tener bebés con paladares partidos.
Según explica uno de los investigadores de este estudio, "los bebés con paladares partidos requieren un cuidado médico importante, a menudo cuatro cirugías a la edad de dos años, y podrían tener problemas de lenguaje, audición y alimentación".
CONDUCTA INFANTIL
La otra investigación, dirigida por Laura Stroud de la Universidad de Brown, estudió los efectos del humo de cigarrillos sobre la conducta infantil mediante la observación de 56 bebés sanos los que fueron expuestos a los residuos de la nicotina para determinar el nivel del daño.
Los expertos descubrieron que 28 bebés que habían sido expuestos al tabaco eran más irritables y difíciles de calmar que los otros 28 bebés no expuestos.
Stroud acentúa la importancia de los programas para que las madres dejen de fumar, así como aquellos que ayudan a las nuevas madres a manejar a los bebés a los que cuesta tranquilizar.
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