«Hay que aceptar lo que se tiene»

La profesora de relajación Mª Luisa Martínez. /LV

A prender a relajarse es esencial para los diabéticos. Por eso, Mª Luisa va a dar un curso de relajación en la Asociación de Diabéticos de Albacete.

-¿Cuáles son las principales funciones de la asociación de Diabéticos de Albacete?
- Una de las funciones de la asociación es que cuando una persona va y se hace socio entrega su medidor de azúcar antiguo y se le da otro nuevo. Es como un intercambio que se ha hecho siempre. Luego están las tiras, lo que indica el nivel de azúcar cuando alguien se pincha la insulina. Además, se dan conferencias relacionadas con la diabetes, en las que participan endocrinos tanto de niños como de adultos. También solemos realizar viajes y comidas de hermandad, además de ofrecer información, psicólogos y abogados para el que lo necesite.

-¿Cuándo y por qué surgió la asociación? ¿Quién la lleva?
- Sobre 1982 se hizo ya oficial, desde entonces ha ido avanzando. Primero estuvimos en las instalaciones de Cruz Roja y ahora en un local que nos cedió el Ayuntamiento, en la calle Iris 42.Tenemos un presidente, Juan Martínez, una vicepresidenta, Abelina, un secretario, una vocal y una tesorera. Todos ellos diábeticos o familiares de personas que sufren la enfermedad y, al igual que el resto de socios, trabajan totalmente de voluntarios. Somos bastantes socios, pero siempre se necesita más, ya que cuesta mucho trabajo arrancar.

-Ahora vais a empezar un curso de relajación, ¿por qué esta actividad?
- Estoy acostumbrada a dar cursos de relajación, antes lo hacía en la asociación del cáncer a mujeres operadas y a sus familiares. Es maravilloso que la gente aprenda a relajarse y a controlar su autoestima. Si una persona está relajada el cuerpo funciona mejor, de ahí la importancia de aceptar lo que se tiene y aprender a vivir con ello, pero eso hay que enseñarlo, hay que sacarlo fuera. Me encargo de ayudarles a que lo saquen fuera, me gusta. Primero enseño a que se relajen y luego meditación. Es importante separar tu mente de lo cotidiano y centrarse en ti mismo para hacer que el cuerpo se sienta como que no está en el cuerpo.

-¿A quién va dirigido?
- A personas con diabetes y a sus familiares, que también necesitan estar tranquilos. Cuando hay un enfermo es muy importante que los familiares que están a su lado estén también relajados, tienen que aprender mentalmente a controlarse. Eso se consigue a través del control de la respiración, la cromoterapia, con los colores...

-¿Qué otras actividades o proyectos tenéis pensados para próximas fechas?
- De momento hay preparadas unas mesas redondas con endocrinos, para que nos hablen de cómo comer mejor. También tenemos preparados viajes para ver Castilla La Mancha. En verano organizamos actividades para los niños diabéticos, para que aprendan a independizarse de sus familias, a ponerse la insulina y a vivir con ella.

-¿Cuáles son los principales problemas del colectivo de personas diabéticas en Albacete?
- Los principales problemas los tiene la gente joven cuando se tienen que pinchar la insulina en pubs o cafeterías, ya que les da apuro y los servicios no siempre están en condiciones para ello. A los adultos también les cuesta a veces hacerse a la idea de tener que vivir con la insulina; tanto ellos como sus familiares han de aceptarlo.

-¿Cómo podrían mejorar su calidad de vida los enfermos de diabetes de nuestra ciudad?
- Ante todo, han de aceptar que son diabéticos y aprender a vivir con ello, es muy importante la aceptación. En este momento nos encontramos en condiciones de vivir siendo diabético y que la calidad de vida siga siendo la misma. La gente tiene que aceptar lo que tiene y seguir viviendo, de ahí la importancia de las asociaciones. Aunque resulte contradictorio, a veces es más difícil concienciar a los familiares de los enfermos que a éstos. Lo que supone un esfuerzo de concienciación por parte de todos. Por eso es tan importante una información rigurosa acerca de los alimentos y comidas que se pueden ingerir y los que no. De todas formas,hay carnés donde pone que alguien es diabético para que, en caso de que le suceda algo al enfermo, se tenga todo en cuenta.