domingo, noviembre 23, 2008

Vive medicina maya proceso de revaloración de nuevas generaciones

En México, como en el resto del mundo, existe una tendencia por retornar al uso de las medicinas nativas o tradicionales, y en este contexto la medicina maya vive un proceso de revaloración por parte de las nuevas generaciones.
Al presentar su libro denominado Maaya ts´aak (medicina maya), el investigador Feliciano Sánchez Chan destacó que es tal la revaloración de esta milenaria medicina, que en la actualidad existe el peligro de “expropiación” de muchas plantas medicinales por parte de científicos que se las llevan a sus países, como el caso de Japón.

Expuso que a lo largo de siglos, tanto en las comunidades rurales como en las grandes concentraciones urbanas, la medicina se aplica bajo los conocimientos ancestrales de la cultura maya, por ello existen prácticas para atender enfermedades menores en los hogares y en los casos más “graves” se recurre a los especialistas o yerberos.

Lo que vemos, dijo, es que se está volteando a los conocimientos más antiguos, conservadores y apegados a la naturaleza y, existe una tendencia a su preferencia sobre la medicina alópata por ser más armónica con la naturaleza humana.
Un ejemplo de ello, explicó, lo vemos en las envolturas, pues hasta las pastillas más pequeñas usan envases con materiales que tardan cientos de años en descomponerse, por el contrario, las hierbas que usa la medicina maya sirven de abono a la tierra.

En torno a la confianza y el valor científico de la medicina maya, Sánchez Chan señaló que es necesario reconocer que esta es muy compleja y complicada, que no sólo se limita al uso de la herbolaria, sino también emplea la acupuntura, el uso del fuego para aliviar el dolor y la apicultura como método de sanación, entre otras.
La medicina maya, destacó, tiene como fin prevenir, restaurar y preservar la salud, es sistematizada y en el centro de la misma se encuentra la naturaleza, incluido el propio hombre.

Mencionó que hasta el momento se han documentado más de 380 plantas de las selvas mayas con uso medicinal, muchas de ellas empleadas con diferentes fines curativos en poblaciones ubicadas en puntos cardinales contrarios.

Es tal la complejidad de esta medicina y los siglos de estudio, que se logró fijar con exactitud los beneficios de determinadas raíces y no de la hojas de la misma planta; en qué casos la corteza más fina es la que tiene un poder curativo, incluso, cuales son la plantas y el efecto de las mismas de acuerdo con los ciclos lunares.
El investigador de la Unidad de Culturas Populares en el estado, apuntó que el principal reto de esta práctica se encuentra irónicamente ligada al aprendizaje de la lengua, ya que en ella se da el conocimiento no solo el nombre de las plantas, sino también la sabiduría para atender aquellas enfermedades “no naturales”.

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