miércoles, mayo 27, 2009
Los pies, los que más sufren en primavera
Con la llegada del buen tiempo cambiamos costumbres y ropa. Los zapatos cerrados los sustituimos por sandalias, lo que perjudica mucho a los pies. Normalmente los castigamos mucho porque son los que soportan día tras día el peso de nuestro cuerpo y nuestro ritmo de vida.
Los pies quedan más expuestos y el calor hace que aumente la sudoración. Por eso la atención debe ser redoblada, es precisa una correcta higiene e hidratación que deben convertirse en una hábito básico para mantener la piel de los pies y talones bien tratada a cualquier edad.
Los problemas en los pies son muy comunes, son muchos los factores que pueden generar estas incidencias. Según una reciente encuesta elaborada por Laboratorios ISDIN, el 60% de la población mayor de 15 años reconoce sufrir molestias en los pies. Los problemas más frecuentes son los pies cansados (26%), las callosidades (21%), la sudoración excesiva (10%) o los problemas de sequedad (7%). El 90% de ellos afirma haber padecido en algún momento de su vida, molestias o dolores.
Los pies se ven afectados también por otro tipo de alteraciones como puede ser la hipertensión, las alteraciones biomecánicas o fricciones por el calzado. Todo ello puede desencadenar problemas en la planta y el talón. Algunos de los problemas más habituales son las queratodermias engrosamientos epidérmicos, hiperqueratosis, durezas, callosidades, grietas y fisuras, descamación o un tono amarillento en la planta posterior del pie.
¿CÓMO CUIDARLOS?
Evitar estas molestias y poder pasear sin tiritas en verano tan sólo depende de mantener una hidratación adecuada de los pies durante todo el año, pero especialmente ahora en primavera. Cuidarlos es básico. Es preciso lavarlos a diario con agua templada o fría, cortarse las uñas en forma recta y utilizar regularmente productos específicos para hidratar la zona. Una correcta atención, siguiendo estas recomendaciones, evitará que aparezcan descamaciones o grietas que, de no eliminarse, se transformarán en callosidades y durezas.
También es recomendable usar productos específicos, como Ureadin Podos, un reparador de talones y pies. Una crema hidratante que mantiene y recupera la hidratación cutánea. Repara las asperezas, la descamación y otros síntomas provocados por el déficit hídrico cutáneo.
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