miércoles, mayo 13, 2009

Prisiones mentales

Existen muchas personas encarceladas en espantosas prisiones mentales, que ellos mismos han creado o aceptado. El que escribe, también se ha visto encerrado en algunos de estos “constructos”. Sobre todo, los menos visibles. Según los voy identificando, me libero de estas estructuras sofisticadas de control, basadas en aislamiento y división del Ser humano. De hecho, manifestadas y percibidas por nosotros como organizaciones, que en realidad son estructuras de dominación en diversos grados y niveles. Además, existen formas de pensamiento, creencias laicas y religiosas, estilos de vidas, corrientes “ideologías”, hobbies, movimientos… Incluso, hasta “series de culto” y otra basura intelectual, capaz de atrapar nuestra atención para que nos olvidemos de las cuestiones más importantes de nuestra vida.

Estos constructos, diversos cajones, compartimentos, en donde estamos “convenientemente”, clasificados y guardados, deja el camino libre para que una pequeña elite de poder, lleve las riendas de nuestra sociedad, sin que podamos advertir su dominio férreo, sobre nuestra realidad diaria. No será, hasta que “algo” afecte nuestro sentido de percepción, que podamos comprender lo que transpira aquí.

Curiosamente, Howard Phillips Lovecraft, decía que: “lo más piadoso del mundo, creo es la incapacidad de la mente humana para relacionar todos sus contenidos. Vivimos en una plácida isla de ignorancia en medio de negros mares de infinitud, y no estamos hechos para emprender largos viajes. Las ciencias, esforzándose cada una en su propia dirección, nos han causado hasta ahora poco daño; pero algún día el ensamblaje de todos los conocimientos disociados abrirá tan terribles perspectivas de la realidad y de nuestra espantosa situación en ella, que o bien enloqueceremos ante tal revelación, o bien huiremos de esta luz mortal y buscaremos la paz y la seguridad en una nueva edad de tinieblas”.

Ciertamente, hay muchas maneras de observar la misma cosa, innumerables niveles de análisis, algunos, bastante alejados de la comprensión general.

¿Qué significa la experiencia colectiva que está viviendo el planeta? ¿Hacia qué solución nos llevará, la “crisis” creada? La inseguridad generalizada, ¿puede ser considerada como una plaga de dimensión “bíblica”? ¿Un condicionante? ¿Debemos reevaluar nuevos símbolos de status y de éxito? ¿Podrá el Ser humano seguir asociando su identidad a las posesiones terrenales que ha amasado o títulos obtenidos? ¿Se dará cuenta el Ser humano de lo verdaderamente importante? ¿Somos felices? ¿Vivimos en una sociedad en donde nos sentimos bien? ¿Hemos tenido experiencias vitales enriquecedoras? ¿Tenemos control sobre las experiencias que vivimos? ¿Conocemos la naturaleza del mundo y la realidad en que vivimos? ¿En donde está la clave para el cambio? ¿Está fuera o dentro de nosotros? ¿Se cree capaz de identificar su constructo? Y si es así, ¿puede cambiarlo? ¿Puede identificar las cosas que le atan e impiden que alcance sus metas? ¿Somos capaces de elevar nuestro nivel de consciencia o nos hemos quedado en el mero análisis intelectual de la condición humana? Ese reflejo en el espejo, ¿somos nosotros? Si le preguntaran, ¿quién es? o ¿qué es? ¿Cuál sería su respuesta? Es demócrata, socialista, de derechas, católico, ingeniero, abogado, estudiante, independentista, médico, antisistema… O ¿Es consciencia?

La locución latina, “oculos habent et non videbunt” (Ojos tienen y no verán) no sólo, se refiere a una ceguera intelectual, más que física, sino le he añadido “in constientia”. Pues considero, que la “conciencia” incluye todo lo que un Ser sensible percibe, sabe, piensa o siente de cualquier fuente, clase o grado de individualidad que se presenta, con o sin el pensamiento, sensación o querer, único u original; hablo de la conciencia del bruto, del salvaje o del sabio, que es una aprensión del conocimiento interior absolutamente independiente de total actividad mental.

¡La Consciencia “Es”!, y no puede definirse bajo ningún “constructo”. ¡No lo necesita! Por lo tanto, cuando le pregunten: ¿Quién es? o ¿Qué es?, reflexione antes de dar su respuesta, aunque la misma es evidente.

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