Los especialistas responsabilizan a la "industria de alimentos" por el aumento del colesterol
Las personas con hipercolesterolemia tienen 3 veces más riesgo de padecer un infarto. Para los especialistas, aunque existe una gran masa de gente con desnutrición, la industrialización de la alimentación en el mundo occidental tiene gran responsabilidad a la hora de explicar la elevada incidencia de esta enfermedad.
La Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), junto con su rama hacia la comunidad, la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), hacen un llamado a la población a tomar conciencia sobre el alto riesgo cardiovascular que está asociado a un nivel elevado de colesterol en sangre.
Aquellas personas con hipercolesterolemia tienen tres veces más riesgo de padecer un infarto que quienes mantienen sus valores de colesterol dentro de los parámetros establecidos. Este factor de riesgo origina el 33% de las enfermedades cardiovasculares, principal causa de muerte en el mundo.
Para el Dr. Ricardo Iglesias, médico cardiólogo, Presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología, hasta hace unos pocos años, no era sencillo responder acerca de la gravedad que cada factor de riesgo cardiovascular representaba. En la actualidad, se conoce con certeza que el colesterol elevado es el principal factor de riesgo.
Es crucial en el desarrollo de un infarto y del proceso aterosclerótico, que consiste en el endurecimiento y progresivo taponamiento de las arterias. Por eso es el colesterol elevado el primer eje de nuestra campaña de concientización, y luego en las subsiguientes etapas abordaremos otros factores de riesgo como el tabaquismo y la hipertensión.
"Vemos que en muchos casos los factores de riesgo se declaman, pero no se llega a la acción. En líneas generales, la gente puede identificar con facilidad los indicadores de riesgo cardiovascular, pero no conoce ni sus propios valores. Tampoco puede precisar qué nivel de colesterol ya es riesgoso o cuántos cigarrillos son nocivos para el corazón" dijo Iglesias citado por el sitio Neo Mundo.
En la Fundación Cardiológica Argentina, explicó el Dr. Guillermo Fábregues, vicepresidente de esa institución, "estamos convencidos de que la ignorancia y el miedo, además de la comodidad, son los verdaderos factores de riesgo cardiovascular.
En su contrapartida, la educación y la acción son el tratamiento. Esta campaña que lanzamos, y todo lo que hacemos para acercarnos a la comunidad, tiene como objetivo cuidar el corazón de las personas, no sólo para que vivan más años, sino también para que cada día tengan una vida más plena y de mejor calidad".
"Cuando éramos chicos, nos aplicamos la vacuna triple para prevenir tres enfermedades infecciosas: la tos convulsa, la difteria y el tétanos. Ahora tenemos que comenzar a aplicar la Vacuna Triple de la Fundación Cardiológica Argentina, que consiste en NO FUMAR, CAMINAR y ALIMENTARSE SALUDABLEMENTE
Es inimaginable el beneficio cardiovascular que esta vacuna triple produce: previene el infarto, la diabetes y el derrame cerebral. No al miedo, sí a la conciencia y a la acción", agregó Fábregues.
Para Iglesias, es cierto que existe una gran masa de gente con desnutrición, pero en líneas generales, la industrialización de la alimentación en el mundo occidental tiene gran responsabilidad a la hora de explicar la elevada incidencia de la hipercolesterolemia.
Con el objetivo de prevenir enfermedades cardiovasculares, es recomendable evitar o restringir el consumo de grasas animales (contenidas fundamentalmente en las carnes rojas). La grasa saturada en general incrementa los niveles de colesterol LDL. Para combatir el colesterol lo ideal es consumir carnes magras y elegir lácteos descremados.
También debe limitarse al máximo la ingesta de grasas trans o aceites hidrogenados, que hoy se sabe que no sólo incrementan el colesterol malo (LDL), sino que además reducen el bueno (HDL). Gran cantidad de golosinas, panificados y galletitas en el mercado poseen aún grasas trans.
"Hace 200 años, el problema de la hipercolesterolemia no existía. En el último siglo, la gente ha reducido ampliamente la cantidad de actividad física que realiza. La vida sedentaria atenta contra quemar este tipo de grasas. Antes había que caminar para obtener el alimento.
Hoy la energía que se invierte en el trabajo es mucho menor que la empleada hace 200 años, debido al tipo de actividades que se llevan a cabo y a las tecnologías de las que ahora se dispone", remarcó Iglesias.
Las actuales recomendaciones consisten en la práctica de más de 30 minutos de ejercicio moderado, por ejemplo una caminata, al menos 5 días a la semana. Según el Dr. Ricardo Iglesias el umbral para considerar a un individuo como activo es la realización de ejercicio de moderada intensidad más de 150 minutos semanales.
El incremento de la actividad física facilita mantener un peso adecuado, incrementa el colesterol bueno (HDL), disminuye los marcadores de azúcar en sangre (glucemia), reduce la presión arterial y baja el nivel de estrés.
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