- Son tres de los factores de riesgo cardiovascular que más extendidos están entre la población
- Abogan por la prevención que, según dicen, evitaría entre el 30% y el 40% de infartos, ictus y otros problemas vasculares
El control de los factores de riesgo cardiovascular como el colesterol elevado, la hipertensión o la obesidades escaso y "se hace mal". Así lo advirtieron ayer varios expertos en el transcurso del XXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Arteriosclerosis.
Los datos son "preocupantes" alertaron. "Desde los años 80 se ha multiplicado por tres el número de ingresos hospitalarios por problemas cardiovasculares", apuntó José Mª Lobos, coordinador de la Guía Europea de Prevención Cardiovascular. Y, además, la primera manifestación de un problema cardiovascular a menudo es la última, añadió. Por ejemplo, casi un tercio de los infartos no llegan al hospital y los pacientes que salen adelante se convierten en enfermos crónicos, en muchos casos con escasa calidad de vida.
Por eso, los expertos insistieron en la importancia de la prevención, que básicamente pasa por la dieta, el ejercicio y el abandono de hábitos como el tabaco, antes de que aparezca algún evento cardiovascular: desde infartos hasta ictus cerebrales o problemas en las extremidades. Lobos destacó que hay personas con un riesgo aparentemente bajo pero advirtió de que los factores de riesgo tienden a agruparse: "Un poco de hipertensión, un poco de obesidad, sobre todo si es abdominal; y un poco de tabaco forman un cóctel que mete a un sujeto en un riesgo elevado sin que lo perciba".
Genética y ambiente
La arteriosclerosis es el resultado de la combinación de factores genéticos y ambientales. Literalmente, la arteriosclerosis es el endurecimiento de las arterias como consecuencia de la formación de placas de lípidos (grasas) en sus paredes. Este proceso acaba obstruyendo la arteria, lo que impide el paso de la sangre, y cuando la placa se desprende puede formarse un coágulo que de lugar a un infarto. Hoy se sabe que detrás de esta enfermedad hay un proceso inflamatorio que se puede detener gracias a nuevos fármacos, como las estatinas. "Se vive con arteriosclerosis pero se muere por trombosis", sentenció José Antonio Páramo, presidente del comité organizador del Congreso. El control de los factores ambientales (colesterol, tabaco, etc,) podría reducir por si sólo entre un 30% y un 40% los problemas cardiovasculares.
Con todo, cada vez se conoce más este proceso y hoy es posible la detección del riesgo en algunos casos midiendo un determinado marcador genético en la sangre que permite conocer la predisposición individual, explicó Lina Badimon, del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. Es el caso de la hipercolesterolemia familiar, en la que suele haber una mutación genética.
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