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Los efectos estimulantes del chocolate duran más que los de los besos y doblan el ritmo cardíaco.
Un estudio efectuado en el Reino Unido entre parejas jóvenes a las que se les medía el ritmo cardiaco y la actividad cerebral mientras comían chocolate y luego se besaban intensamente demuestra que el chocolate provoca sensaciones más placenteras que el más salvaje de los besos; además, también dobla el ritmo cardíaco de quien lo toma.
La investigación, fue dirigida por el doctor David Lewis, que trabaja en el Mind Lab, una institución dedicada a medir las respuestas humanas ante diversos estímulos.
El equipo del doctor demostró que la estimulación física y cerebral causada por el chocolate dura hasta cuatro veces más de lo que lo haría un beso.
Mejor el que se derrite lentamente
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Aunque ya se conocían los poderosos efectos del chocolate (sobre todo del chocolate negro), estos se potencian si se lo deja derretirse en la lengua.
A los voluntarios se les pusieron electrodos en el cuero cabelludo y medidores cardíacos en dos pruebas distintas.
Los besos también aceleraron el ritmo cardíaco de los participantes, pero no tanto como el chocolate, que hizo pasar a los voluntarios de 60 a 140 pulsaciones por minuto.
El placer resultó equiparable en ambos sexos, contra la creencia generalizada de que las mujeres son más chocolateras que los hombres.
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