jueves, enero 15, 2009

Las matemáticas no tienen por qué ser desagradables para los estudiantes´

Jaime García, ayer, durante su conferencia en el IES Pere Ibarra DIEGO FOTÓGRAFOS
Jaime García se formó en Colombia como tornero, pero en España se le conoce como la "calculadora humana". Tiene cinco records Guinness como el calculista más rápido del mundo y ayer dio dos charlas en el IES Pere Ibarra. Asegura que lo que él hace lo puede hacer cualquiera.



J. M. G. Jaime García afirmaba ayer ante los alumnos del IES Pere Ibarra de Elche que dedicando tan sólo dos minutos al día, en un mes podemos conocer todos los múltiplos del 1 hasta el 99. Ésta, asegura la persona que es capaz de memorizar un número de 220 cifras de una sola mirada, es la base para luego realizar, de cabeza, todo tipo de multiplicaciones, raíces cuadradas o logaritmos. ¿Lo que usted hace, lo puede hacer cualquiera?

Sí, con entrenamiento, unas técnicas de concentración y siguiendo un método.

¿Y por qué no se enseña así en los colegios e institutos de España?

Ya hay un currículum de enseñanza establecido e implantar este modo de realizar operaciones es complicado, según me dicen los profesores, quienes reconocen que los niños de hoy en día, para el cálculo mental, son muy malos.

¿Nota usted que en cuestiones como cálculo, lógica o matemáticas, el alumno ha cedido terreno en los últimos años?

Sí, y creo que ha decaído por muchas circunstancias. España está en el puesto 23 de Europa en cuanto a matemáticas y puede deberse a falta de disciplina o al tiempo que dedican a Internet, la televisión y la consola, y, por tanto, destinan menos tiempo al estudio. Antes se impartían 5 horas a la semana de matemáticas, y actualmente sólo 3, se ha reducido casi a la mitad.

¿Por qué somos reacios a las matemáticas?

Porque las matemáticas tienen mucha información. A mí me gustaría que los niños practicaran mucho el cálculo, y, sobre todo, la suma, que es la base de todas las operaciones. Si se sabe sumar, se puede restar, multiplicar y, a partir de ahí, uno se puede meter en lo más amplio.

Las matemáticas, por tanto, no son desagradables...
Las matemáticas no tienen por qué ser desagradables para los estudiantes.

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