El sedentarismo y la mala alimentación son los factores que han provocado que el 60 por ciento de la población infantil que radica en esta ciudad presente sobrepeso y obesidad, aseguró un reporte de la Jurisdicción Sanitaria II.
Álvaro Valenzuela Grajeda, titular de la dependencia refirió que una de las consecuencias principales de esta problemática es la diabetes y la hipertensión arterial.
Derivado de lo anterior los servicios de salud exhortaron a los padres de familia a darles una alimentación balanceada a sus hijos para evitar la existencia de los detonantes de la enfermedad.
Dijo que la ubicación geográfica de esta frontera ha creado una cultura alimenticia muy anglosajona de ingerir hamburguesas, pizza, hot dogs, lo que conocemos como comida rápida, por lo que es indispensable enseñar a los menores a comer.
Los efectos de la obesidad se pueden presentar de forma física, pero también en el aspecto psicológico por baja autoestima, depresión, imagen corporal negativa e incluso discriminación o motivo de burla entre sus compañeros.
Algunas de las complicaciones de la obesidad y el sobrepeso son problemas con huesos y articulaciones; alteraciones en el sueño; madurez prematura, las niñas obesas pueden entrar antes en la pubertad, tener ciclos menstruales irregulares, entre otras; hipertensión, colesterol, y enfermedades cardiovasculares; disturbios hepáticos; desánimo, cansancio, depresión, decaimiento; baja autoestima, aislamiento social, discriminación; trastornos que derivan en bulimia y anorexia nerviosas; problemas cutáneos y diabetes infantil.
El funcionario explicó que en muchos casos las madres de familia que trabajan, no tienen tiempo de alimentarlos adecuadamente y los menores utilizan el dinero que se les da para su desayuno comprando comida chatarra.
En lugar de esto se recomienda que coman frutas, ensaladas, verduras, jugos naturales, agua, pescado, carne y pollo, refirió.
La clave, indicó, es presentarles estos platillos que no son muy del agrado de los niños, de maneras atractivas y variadas.
Otro punto importante, refirió, es no olvidar darles de desayunar antes de enviarlos a clases ya que el refrigerio es para la hora del recreo.
Además es fundamental acompañar la alimentación balanceada con
ejercicio, en lugar de estar viendo televisión todo el día o jugando videojuegos, salgan con ellos a jugar al parque, a correr, andar en bicicleta o bien inscribirlos en un deporte que les guste.
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