viernes, enero 30, 2009

«Nadie se preocupa por nosotros»

Son unas 300.000 en Euskadi y están sólas. Las personas que tienen que vivir con enfermedades raras, afectados y familiares, se han puesto en pie de guerra porque se consideran olvidadas por los servicios sanitarios. La mayoría de las patologías que lucen ese adjetivo, rara, no tienen cura, ni cuentan con médicos especialistas que las atiendan ni centros de referencia que sepan cómo se tratan. Suelen ser tan pocos pacientes para cada patología que ni laboratorios públicos ni privados investigan para ellas. Económicamente, no son rentables. «Nadie se preocupa de nosotros», se lamentó ayer María Ángeles Saiz, representante de la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER), que se ha encargado de poner en marcha la delegación vasca de esta organización.

Catorce asociaciones locales han decidido unir sus fuerzas para comenzar a trabajar en común y sumarse también a la celebración del Día Mundial de las Enfermedades Raras, que se conmemora el próximo 28 de febrero. Cinco personas que las sufren directamente, unas como pacientes y otras como cuidadoras, relataron ayer a EL CORREO su experiencia, su lucha y su olvido.

Yolanda Veiga es una vizcaína de Etxebarri, que tiene 40 años y una niña de 9, Malena, con un desorden bautizado con el nombre de sus descubridores, Smith-Magenis. Un error genético en el cromosoma 17 desata este síndrome que se caracteriza por su amplia variedad de síntomas, no todos presentes en todos los niños afectados, que van desde dificultades auditivas hasta alteraciones del comportamiento, problemas de sueño, retraso en el lenguaje y el desarrollo...

La sufren muy pocas personas en España, y tres de ellas viven en el País Vasco. En general, según cuenta Veiga, son niños «muy cariñosos, tranquilos y felices», pero de repente, sin causa aparente, se enfurecen y se vuelven muy agresivos. «Es conflictivo salir con ellos porque vas al supermercado y se enrabietan. Un día sí, otro no, te toca vivir muchas situaciones embarazosas». La madre de Malena está agotada. Reconoce que necesitó ayuda psicológica para aprender a vivir con su hija y se queja de la falta de medicamentos para tratar la enfermedad.

«No pienso en el futuro»

«Generalmente sabes tú más que los médicos. Ahora estamos participando en un ensayo para probar unos somníferos, que traen de Francia». Malena, como otros niños con su misma enfermedad, duerme mal, su sueño se rompe y su jornada comienza a las cinco de la mañana. El caso de mayor edad en España con esta enfermedad es un chico de 25 años. «No pienso en el futuro. Hay que vivir el día a día», dice Yolanda.

La responsable de FEDER en Euskadi, María Ángeles Saiz, es madre de una adolescente con síndrome de Apert. «Según estaba pariendo me dijeron que se iba a morir, pero yo no me lo creí». Amaia tiene ya 15 años y una veintena de visitas al quirófano. Nació con los dedos de los pies y las manos pegados y la necesidad de una operación craneal inminente.

Sus fontanelas estaban cerradas y su cerebro crecía más rápido de lo normal, que es algo habitual en estos niños. Si no se libera espacio para que el cerebro se desarrolle, su crecimiento puede provocar una deficiencia, ceguera e incluso la muerte. Como consecuencia de todo ello, la cabeza de estos críos toma una forma puntiaguda y la apariencia de su cara se deforma. «Amaia tiene ahora 15 años y la rebeldía típica de la edad. A veces, cuando sale, se siente discriminada». «Es que me miran continuamente -se queja ella a su madre- y no son sólo miradas, que algunos se dan la vuelta».

Erlantz Bilbao nació hace 21 años con espina bífida. Aunque más conocida, es también una enfermedad rara. Uno de cada mil niños nace con un fallo en el tubo neural, la estructura embrionaria que da lugar al cerebro y la médula espinal. Sus efectos dependen del punto exacto de la columna donde se encuentre la lesión. Erlantz camina con dificultad, a menudo ayudado por una silla de ruedas. «Lo único que lamento en la vida es que la mayoría de los sitios no estén adaptados para que todos podamos accer a ellos».

También se vale de una silla de ruedas Vero Sáenz, que padece ataxia. Es un ejemplo de superación. La enfermedad se le desató a los 13 años. Luchó contra ella junto a Jonathan, su marido, y juntos tienen una hija que hará 12 años en marzo. «Mi futuro se llama Laura. Cuando pienso en el mañana me imagino a ella estudiando».
Paula, la hija de Susana Pérez, tiene 7 años y sufre síndrome de Prader Willi, un trastorno congénito que afecta al desarrollo, el intelecto... Y así hasta 300.000, casi tantos como la población de Álava.

Descubren el primer gen vinculado a un tipo común de epilepsia infantil

Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia en Nueva York (Estados Unidos) han descubierto el primer gen vinculado al tipo más común de epilepsia, llamada epilepsia Rolandic. Uno de cada cinco niños con epilepsia es diagnosticado con esta forma de la enfermedad, que está asociada con ataques que empiezan en una parte del cerebro. Los resultados del estudio se publican en la revista 'Journal of Human Genetics'.

El tratamiento de esta epilepsia en los niños se realiza con fármacos que evitan los ataques al suprimir la actividad eléctrica en todo el cerebro. "Los medicamentos para la epilepsia son eficaces para muchos niños pero existe la preocupación de que algunos de los problemas cognitivos y conductuales que los niños con epilepsia sufren a menudo podrían ser atribuibles en parte a estos fármacos", explica Deb Pal, uno de los autores del estudio.

Los investigadores examinaron el genoma completo de 38 familias y descubrieron una región en el cromosoma 11 que estaba vinculada a la epilepsia de Rolandic. Después, al comparar esta región en personas con la enfermedad y controles no afectados, los investigadores apuntaron al gen llamado ELP4.

Este gen nunca se ha vinculado a una enfermedad humana pero está asociado a un grupo de genes que han sido asociados recientemente con otras formas comunes de epilepsia. Todos estos genes parecen influir en la organización de los circuitos cerebrales durante el desarrollo.

El descubrimiento de genes como ELP4 están alterando progresivamente la visión predominante sobre la causa de las epilepsias comunes. En vez de basarse en cambios en los canales iónicos del cerebro como se pensaba, estos trastornos se basarían en la forma en la que se conectan las neuronas del cerebro entre sí durante el desarrollo.

Los descubrimientos también tienen implicaciones en el conocimiento de las causas de los trastornos de hiperactividad y déficit de atención, la dispraxia verbal y el trastorno de coordinación del desarrollo. Los niños con estos trastornos a menudo tienen los mismos patrones de picos de ondas cerebrales presentes en los que tienen epilepsia de Rolandic.

La epilepsia de Rolandic, llamada así por la región del cerebro afectada por los ataques, comienza casi exclusivamente en niños de entre los 3 y los 12 años. Los ataques suelen comenzar por la mañana justo después de que se despierte el niño y producen una pérdida de tono muscular en la cara y del discurso. El ataque se detiene por sí mismo en varios minutos. El trastorno desaparece en la mayoría de los niños en la adolescencia.

Cómo se produce un accidente cerebrovascular



Cada cuatro minutos, en la Argentina una persona tiene un ataque cerebral. Es la tercera causa de muerte en adultos -después del infarto cardíaco y el cáncer) y la primera de discapacidad. Sin embargo, la mortalidad y la morbilidad por esta causa podrían disminuir notablemente si las personas atienden con urgencia algunos síntomas. Según los expertos, uno de cada cuatro pacientes que llegan a la guardia con un infarto en el cerebro tuvo señales de alerta en los días anteriores de que eso iba a ocurrir.

"Antes de sufrir un ataque cerebral, el 25% de los pacientes tiene un accidente isquémico transitorio (AIT), que en el 60% de los casos, ocurre en los dos días previos al infarto", explica el doctor Luciano Sposato, director del Centro Stroke de la Fundación Favaloro.

"Lo importante es que los síntomas suelen aparecer en forma repentina y desaparecer espontáneamente. Pueden ocurrir juntos o por separado. Es clave que la gente sepa que a pesar de que se vayan constituyen un signo de alarma que debe motivar la consulta inmediata. El accidente isquémico transitorio es una emergencia neurológica", enfatiza Sposato.

El ataque cerebral (también llamado accidente cerebrovascular o "stroke") es una afección causada por la pérdida súbita de circulación sanguínea en una región del cerebro a causa de una obstrucción (ataque cerebral isquémico o infarto cerebral) o por la ruptura de un vaso sanguíneo (hemorrágico). Ambas situaciones pueden provocar que las neuronas se debiliten o mueran, ya que sin oxígeno las células nerviosas no pueden funcionar; tampoco pueden hacerlo las partes del cuerpo controladas por la zona del cerebro afectada.

Las consecuencias suelen ser permanentes, ya que las células cerebrales muertas no se pueden reemplazar. Por eso los expertos destacan la importancia de acudir rápido a la guardia ante ciertos signos: "El tiempo perdido es cerebro perdido". Y explican que las primeras tres horas son clave.

"El reconocimiento temprano de los signos y la búsqueda inmediata de atención médica reducen considerablemente las posibilidades de muerte y discapacidad", subrayan en la Sociedad Neurológica Argentina. La consulta suele ser tardía: sólo el 30% de los pacientes llega a la guardia dentro de las primeras dos horas de iniciado el ataque.

"Lamentablemente aún no existe una clara conciencia de que el ataque cerebral es una emergencia que requiere actuar de inmediato porque sus consecuencias pueden poner en peligro la vida y porque la posibilidad médica de obrar con celeridad suficiente puede en algunos casos revertir el cuadro o prevenir una repetición que podría ser devastadora", explica el especialista Francisco Klein. "En el caso de los ataques isquémicos (que son la mayoría) se disponen de no más de 3 horas desde el comienzo de los síntomas para administrar los medicamentos que pueden 'destapar' el o los vasos obstruidos".

Según los expertos, no es necesario acudir de urgencia a un neurólogo. Basta con ir a la guardia clínica o llamar a un servicio de urgencia a domicilio si los síntomas impiden la movilidad.

El infarto cerebral tiene una prevalencia de 870 casos cada 100.000 habitantes, cifra que casi se duplica entre los mayores de 40 años.

Los inmigrantes tienen más riesgo de sufrir enfermedades mentales, provocadas por el estrés o el sufrimiento, según expertos

La inmigración es un factor de riesgo a la hora de padecer enfermedades mentales que, generalmente, están desencadenadas por situaciones de estrés o sufrimiento, según destacó hoy el jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital 12 de Octubre de Madrid, Tomás Palomo, con motivo del lanzamiento del libro 'Manual de Psiquiatría', elaborado bajo los auspicios la Comisión Nacional de la Especialidad, de la Sociedad Española de Psiquiatría y de la Asociación Española de Neuropsiquiatría.

Para este experto, en la población inmigrante es frecuente la presencia de reacciones de estrés postraumático o trastornos de somatización, tales como expresión del dolor somatizado en el cuerpo a través de síntomas digestivos, cardíacos y musculares.

Esto se debe a que el ambiente receptor "no siempre resulta fácil", como consecuencia de la diferencia en la cultura y en los hábitos de vida, lo que aumenta el riesgo de que se produzcan con frecuencia "problemas de ansiedad y depresión, sobre todo en personas vulnerables, que pueden llegar a padecer brotes psicóticos --como la paranoia-- y esquizofrénicos", añadió el jefe de sección de Psiquiatría del Hospital 12 de Octubre, Miguel Ángel Jiménez-Arriero, coautor de dicha publicación.

Ademas, este colectivo también se ve influenciado por sus vivencias particulares, influenciados por su país de origen, la razón por la que emigraron, las condiciones de acogida del país anfitrión, los recursos socioeconómicos y su bagaje psicológico.

Estos factores definen el duelo migratorio al que se ve sometido todo inmigrante, "uno de los aspectos psicológicos más importantes de este colectivo y que hace referencia a todo lo que pierde la persona en el movimiento, que incluye tanto la pérdida emocional como la simbólica", explicó Jiménez-Arriero.

EL CEREBRO ESTÁ PREPARADO PARA ADAPTARSE A ESTOS CAMBIOS

La plasticidad del cerebro permite la adaptación del mismo a diversas circunstancias así como su curación en situaciones, aseguran ambos expertos en este manual, de ahí que este nuevo concepto desarrollado a lo largo de la última década, denominado neurogénesis, confirme la teoría de que el cerebro tiene la capacidad de regenerar neuronas, más aún si recibe ayuda a través de fármacos.

Una consecuencia de que no se produzca esa adaptación del cerebro a las circunstancias puede derivar en estrés, dado que aproximadamente entre el 50 y 60 por ciento de la población se ha visto sometida a hechos traumáticos en su vida que le han generado estrés. De este modo, cuando esa intensidad y duración de estrés es proporcionada al suceso, "no produce síntomas físicos --náuseas, calambres, mareos-- y no interfiere en su funcionamiento permite diferenciar entre estrés normal y estrés patológico", destacó Jiménez-Arriero.

Las patologías cuyo principal factor de riesgo es el estrés serían los problemas de ansiedad y depresión, clasificados como reacciones de adaptación, de estrés agudo, trastorno de estrés postraumático y transformación persistente de la personalidad por una experiencia catastrófica. Sin embargo, "el estrés como factor desencadenador estaría implicado en todas las enfermedades psiquiátricas, incluidas algunas demencias", añadió el doctor Palomo.

lunes, enero 26, 2009

Imágenes de Ecología


Al hablar de Budismo y ecología tal vez podríamos usar el término "percepción ecológica". Es útil señalar que en las culturas Budistas tradicionales nunca fue necesario crear la palabra "ecología"; incluso el término "ambiente" es raro de encontrar en los lenguajes Budistas clásicos.

Y cuando miramos las culturas Budistas, encontramos que ellas viven en un estado de armonía con la naturaleza que para nosotros es casi envidiable. Podemos preguntarnos entonces qué es lo que hay en esas culturas que les ha permitido vivir de esa manera, sin dejarse arrastrar por la explotación de los recursos naturales en la forma que nosotros lo hacemos.

Nuestra tarea al hablar de Budismo y ecología es la de desentrañar, desde el interior de la tradición Budista, el entendimiento y la comprensión que sustentan las maneras ecológicas de vivir respetando la naturaleza. De todas las tradiciones no-occidentales, el Budismo se ha constituido en una de las formas más filosóficamente complejas, dándonos una gran cantidad de ideas, conceptos, percepciones y tradiciones que podemos examinar para la construcción de una visión ecológica que nos ayude en nuestro presente dilema. Esta visión proviene de una tradición que ha vivido muy natural y espontáneamente de manera ecológica.

Me gustaría considerar algunas imágenes Budistas clásicas e interpretarlas en términos de lo que podrían significar para nosotros hoy. Creo que esto es parte del proceso de avance de las culturas Budistas en su influencia sobre la civilización occidental. En ellas metáforas e imágenes que tuvieron significado en el Este adquieren un nuevo significado y enfrentan las necesidades de nuestra propia sociedad en el momento presente.

La primera imagen es la del fuego. Muchos de ustedes no titubean en asociarla con el antiguo sermón del Buda llamado el Sutra del Fuego. En él, el Buda habla del mundo incendiándose. El dice que el mundo está ardiendo, que los ojos están ardiendo, que los oídos están ardiendo, y continúa citando cada tipo de experiencia y comparándola con la situación de lo que está incendiándose.

Dejando de lado las interpretaciones tradicionales, ¿qué es lo que significa hoy día esta imagen para nosotros? ¿Cuál es el sentido de arder, de ese estar quemándose, para nosotros? Podemos asociarlo con la imagen de los bosques quemándose. La quema literal del entorno que hace la gente de los países pobres del tercer mundo, los ha llevado a la destrucción del bosque como una forma de ganarse la vida, basada en las necesidades de la industria europea y norteamericana, particularmente la industria de la carne, con la necesidad de sembrar forraje para alimentar el ganado.

Otra imagen que puede venir a la mente es la del calentamiento del globo. La tierra está calentándose cada vez más, en el efecto invernadero. Otra imagen todavía sería la del consumismo. Es interesante notar que hablamos del fuego como consumidor de combustible. En otras palabras, el mundo está ardiendo en el sentido de que consume sus propios recursos, lo que hace a una increíble velocidad, convirtiendo así los recursos naturales en desechos tan rápido como le es posible.

Podemos ver al consumismo como fuego destruyendo las fuentes de la vida. De este modo tenemos una vieja metáfora que puede hacer aflorar en nosotros un nuevo significado como respuesta al tipo de dilema ambiental que encaramos hoy. Este dilema no es simplemente una cuestión relativa a unos pocos errores debido al uso excesivo de contaminantes industriales. Yo creo que el dilema ecológico es, primero, y por sobre todo, un dilema espiritual.

La naturaleza de este dilema espiritual está también expuesta en otra metáfora tradicional Budista, la del veneno. En el Budismo hablamos de tres venenos: la ignorancia, la codicia y el odio. Tradicionalmente estos venenos han sido identificados como las fuentes del sufrimiento. ¿Qué se nos viene a la mente cuando reflexionamos sobre esta enseñanza? Podemos pensar en la contaminación, en la literal toxicidad con la que estamos envenenando el ambiente. En ese sentido, los venenos de la mente, de los que habló el Buda, no están sólo restringidos a nuestros problemas psicológicos, o asuntos privados que pudieran afectar a nuestro círculo inmediato de amigos y parientes, sino que estos venenos están siendo vertidos en la actualidad a todo lo ancho del orbe. Son contaminantes para el mundo real en el que vivimos. Si estamos de acuerdo en que ésta es una clara relación causa-efecto, podemos reconocer que el veneno de la codicia dentro de la mente humana es ampliamente responsable por la contaminación y envenenamiento del mundo.

De la misma manera el veneno del odio es responsable por el envenenamiento del mundo, como ocurre con las pruebas nucleares en diferentes partes del planeta, la manufactura y prueba de armamentos, como medios por los cuales podemos satisfacer nuestro odio hacia aquellos que consideramos nuestros enemigos.

De igual forma ocurre con el veneno de la ignorancia, que nos hace desconocer nuestra interrelación con todas las cosas, apegándonos a un ego separado. El mundo pasa a ser una entidad ajena a nosotros con la que no tenemos ninguna conexión esencial.

Este tipo de visión justifica una clase de vida basada en la codicia y el odio. Debido al aumento de la población mundial y al desarrollo tecnológico, somos ahora capaces de proyectar nuestra codicia, nuestro odio y nuestra ignorancia dentro del mundo en proporciones alarmantes. Esto nos conduce a una pregunta crucial acerca del rol del Budismo en el mundo de hoy. ¿Podemos nosotros, como Budistas, dada nuestra filosofía de la vida humana, quedarnos a un lado y mirar como el mundo estalla en llamas, mientras trabajamos solamente por nuestra propia iluminación en cimas montañosas o en cavernas, tolerando tranquilamente la destrucción alrededor nuestro?

¿No estamos obligados por la percepción interior de nuestra tradición a comprometernos en los acontecimientos ambientales reinantes en nuestro mundo actual? ¿En qué magnitud la práctica Budista es una fuente de responsabilidad con la vida a nuestro alrededor? ¿Cuánto tiempo podemos permanecer como espectadores? Existe actualmente entre los Budistas un movimiento de expansión al que a menudo se le da el título de "Budismo comprometido". Esta escuela de pensamiento reconoce la necesidad de trabajar no sólo por nuestra propia purificación y cultivo de la compasión, sino para comprometer esos logros en beneficio del mundo que nos rodea. Este compromiso nos trae otra imagen, la de la interconexión de las cosas, o dicho en términos Budistas, "la co-emergencia dependiente".

Este es un concepto extremadamente medular en la filosofía Budista, la idea de que no estamos solos, que no estamos aislados, que podemos a veces sentirnos así, pero que nuestro verdadero ser, nuestro real sentido de individualidad surge de una red de relaciones que es la causa de nuestra existencia. Nuestra unicidad no es reducible o definible en términos de alguna esencia especial, alguna substancia llamada alma, alguna entidad encerrada en nosotros. Y no estoy hablando aquí de un concepto intelectual sino más bien de una sensación interior que discierne cómo y qué somos. La práctica Budista contrapone a este sentido de egoísmo la percepción de vacuidad y transparencia, pero más fundamentalmente aún la idea de la interconexión y co-emergencia dependiente.

Y si pensamos en ello, también esta imagen es fundamentalmente ecológica. Es el reconocimiento de que toda vida, cada hoja en cada árbol, cada insecto, cada brizna de hierba, cada pájaro, no llega a ser lo que es independientemente de todo lo demás. Cualquier vida depende de todas las otras formas de vida con las cuales coexiste. Como seres humanos, somos dependientes del aire que respiramos, del agua que bebemos, del alimento que comemos.

Alan Watts solía hablar del "ego encapsulado en la piel", una maravillosa imagen para nuestra forma occidental de pensar. De un modo u otro pensamos que nuestra responsabilidad termina en nuestra piel, que esto soy yo, y que más allá está lo desconocido, amenazante y vasto. La práctica Budista trata de penetrar a través de esa barrera que es nuestro ego encapsulado. Tiene que ver con descubrir existencialmente que somos una parte integrada en una vida mucho mayor.

Una de las imágenes más bellas que encontramos en el Budismo tradicional para expresar esta interconexión o interdependencia, es la de la Red Enjoyada de Indra. La encontramos en el Avatamsaka Sutra. Es una gran red que tiene en cada una de sus intersecciones una esfera que refleja a cada una de las otras esferas de la red. Toda la red está representada dentro de cada esfera; podemos mirar cualquiera de ellas y ver la presencia de todas las demás. Esta imagen es ecológica en el sentido de que nuestra vida es, por así decirlo, una de esas esferas en una de las intersecciones de la Red de Indra.

Si miramos nuestra propia vida, encontramos que somos un reflejo de lo todo lo que existe en el mundo que conocemos. Reflejamos los elementos: tierra, agua, fuego y aire; nuestros pensamientos reflejan el lenguaje que nos ha sido dado por la sociedad; nuestra memoria refleja nuestro pasado tanto biológico como cultural. En el Budismo Tibetano, hay meditaciones destinadas a intensificar nuestra percepción de la dependencia que tenemos con todos los demás.

En nuestra forma de vida moderna, damos demasiadas cosas por garantizadas, como nuestra comida, y eso que cada comida contiene una profunda enseñanza acerca de la interdependencia del total universo. Al comer una naranja, podemos imaginar a la persona que plantó el naranjo, a quienes cultivaron los campos, a los trabajadores, escasamente pagados, que vinieron a la cosecha. Podemos imaginar los lugares de recolección, las bodegas, los supermercados, todos los cuales involucran gran cantidad de gente que a su vez depende de otros numerosos grupos de personas y animales. Esa naranja - que muchas veces devoramos tan inconscientemente - puede darnos una idea de esta cadena de producción dependiente, cadena que constituye la base del sistema que mantiene nuestra existencia.

Nuestro condicionamiento e ignorancia no nos permite ver más allá del ámbito de nuestros propios intereses, y eso nos cierra a todas las otras vidas, las que también son, verdaderamente, nuestra vida. Por esta razón es que la filosofía Budista equipara las nociones de vacuidad e interdependencia.

Este vacío o no-yo no es una negación de la individualidad; es una negación del falso concepto que tenemos de una existencia separada, de un ego encapsulado en la piel. Y cuando logramos ver a través de él, estamos abiertos a la interdependencia de todos los fenómenos. Reconocemos que nuestro ser es un "inter-ser", un ser interconectado cuya definición no está constituida por límites que lo separen de todas las otras cosas.


Stephen Batchelor.



Traducido y extractado por Silvia Rodríguez de
Maurice Ash.- Essays in Spirituality and Ecology
Associated Publishers Group
USA

Este artículo fué publicado en el Nº 8 de la Revista ALCEIONE

La pasión inmortal de Bruno R. Candelier

El último libro de Bruno Rosario Candelier permite una comprensión clara de los motivos y las concepciones místicas y míticas que aborda gracias al lenguaje diáfano de este escritor extraordinario, y al fino uso de la palabra que facilita con su estilo una lectura fluida y el entendimiento cabal prevalido de una prosa rica y sin rebuscamientos que incita a la indagación.

El misticismo es la pasión inmortal y visto desde la perspectiva del ensayista: Öes la más alta forma de comprensión del mundo, ya que entraña no sólo una interpretación de lo real, sino una reorientación de la vida en orden al destino final que nos aguarda.

El autor entra en una explicación precisa de la mística según los diferentes tipos de religiosidad. No se trata de un estudio comparativo que nos muestre modelos místicos reduccionistas en relación con la gran variedad de concepciones religiosas. No, esto es otra cosa. Se trata de un enfoque que pretende fertilizar el entendimiento con la semilla de la combinación equilibrada de los puntos focales.

La idea de escribir un libro como este era de esperarse, tratándose de un escritor maduro con raíces religiosas profundas y arraigadas en un amor por lo Divino. “Pasión Inmortal” era una necesidad de expresión vital para Rosario Candelier, así como lo ha sido la creación de el Movimiento Interiorista, cumbre de su accionar y tema que ocupa el final de la su obra.

El despliegue de conceptos claves como la sabiduría, la fuerza y la
belleza, tres cualidades esenciales para la expresión armoniosa del alma humana, caracteriza y rige este fecundo escrito e impregnan cada una de sus páginas. La obra contiene la sabiduría contenida en el conocimiento milenario de la mística que representa el desarrollo de la mente al estado de realización y entendimiento.

Este escrito ofrece un horizonte capaz de promover una comprensión más profunda, es una puerta que se abre y que queda abierta para la unión; una pared que se derrumba para evitar las separaciones. Pretende unir y ensalzar la tradición humana y religiosa sin fronteras. No pretende la integración forzada ni el sectarismo, ni el eclecticismo.

La obra es un buen tratamiento para los sufrimientos provocados por los efectos de la posmodernidad y las guerras. No es un libro de superación. No es un libro de presunciones. Es un libro de Luz. Es la historia del alma humana y el camino que esa alma ha tomado según las diferentes culturas y religiones del mundo. “Pasión Inmortal” es una muestra de cómo en todas las civilizaciones y confines del mundo el ser humano es capaz de transcender la naturaleza primitiva para elevarse a niveles superiores de conciencia y hacerse uno con el todo.

La vida conduce a la emergencia humana



La Biología nos hace vislumbrar el sendero evolutivo que conduce al hombre

¿Hasta dónde nos permite llegar el conocimiento de la vida en la ciencia biológica? ¿Nos permite la Biología moderna llegar a la verdad? Un interesante coloquio entre un profesor universitario y un investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas nos hace entrar en la ponderación de la imagen de la vida que nos ofrece la ciencia actual. La vida es una organización de la materia, pero una materia dinámica y procesual en cambio ascendente hacia forma de organización superior. Sin embargo, la ciencia tiene sus propios límites y nos deja a las puertas del misterio de la realidad. La gran ayuda de la ciencia a la religión ha sido su contribución a la purificación de la idea de Dios. Documentación preparada por Miguel Lorente.


La vida conduce a la emergencia humana
El día 30 de enero de 2008 tuvo lugar en el Centro Pignatelli de Zaragoza un coloquio entre Ignacio Nuñez de Castro, catedrático de bioquímica en la Universidad de Málaga, y Guillermo Giménez Gallego, profesor de investigación en el Consejo Superior, en torno a las preguntas que hoy plantea la filosofía de la Biología. Giménez Gallego nos presenta un mundo en que la vida es materia, pero no una materia “materialista”, sino una materia “vitalista”: una materia en proceso abierto que crea, por emergencia desde ella misma, la organización de la vida y la dinámica evolutiva que conduce al hombre.

El enigma de la materia no ha sido resuelto por la ciencia, pero ésta nos ha descrito con enorme precisión cómo es la vida, cómo se organiza y cómo funcionan los sistemas vivientes. Debemos suponer que el hombre nace de este proceso evolutivo, pero no sabemos cómo en todos sus detalles. Sabemos que el hombre que creó el arte estaba ya en un estado de conciencia que le situaba ante la transcendencia y lo absoluto. Esto es un hecho confirmado por la historia posterior. La ciencia, al hacernos entender que el hombre espiritual es un resultado de la vitalidad interna de la materia, nos permite purificar nuestra idea del universo, pero al mismo tiempo, nuestra idea de Dios… El interés del coloquio nos induce a reproducirlo aquí, excluyendo por su extensión la última parte con participación del público.

Presentación del Coloquio

Juan José Bastero, profesor de biología en Zaragoza, tuvo a su cargo la presentación del entrevistador (Ignacio Nuñez de Castro, IN) y del entrevistado (Guillermo Giménez-Gallego. GG). Entre otras cosas, Bastero se refirió a los rasgos sobresalientes de su curriculum.

“Con nosotros, dos jesuitas y buenos amigos, ambos científicos biólogos: Ignacio Núñez de Castro y Guillermo Giménez-Gallego. Como buenos biólogos tienen unos rasgos comunes: ambos son jesuitas, ambos nacidos en el sur de España, ambos doctores en Ciencias. Después viene la diferenciación biográfica, profesional, investigadora. Cada uno ha publicado más de un centenar de artículos de investigación en revistas científicas de difusión internacional. Los dos han tenido estancias de docencia y de investigación en el extranjero, tanto en Europa como en América”.

“Ignacio Núñez de Castro se ha centrado en la cátedra de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Málaga, donde ha ejercido docencia e investigación, concretamente en el metabolismo del nitrógeno en células tumorales. Pertenece a la Sociedad Española de Bioquímica y también a la Academia de Ciencias de Málaga. Otra dedicación especial suya ha sido el pensamiento sobre la ciencia, la búsqueda de una reflexión sobre la biología, de lugares de diálogo y encuentro entre ciencia y religión, fe y razón; a todo lo cual ha podido dedicar más tiempo a raíz de su jubilación reciente. Ello le ha llevado a ser docente de Filosofía de la Naturaleza y también de Bioética en el Seminario de Málaga y en la Facultad de Teología de Granada”.

“En cuanto a Guillermo Giménez-Gallego, se ha dedicado preferentemente a la investigación en proteínas Es miembro de la Real Academia de Farmacia, donde en este momento preside la sección IV (Bioética), y ha sido dos veces director del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC. El pasado 14 de noviembre se hizo público un importante descubrimiento del equipo al que pertenece: una proteína denominada SEVI que se encuentra en el semen humano y que facilita la penetración de partículas virales del SIDA en el paciente. Y todo ello en el marco de una vida de búsqueda de sentido, de humanismo científico y de diálogo permanente con la fe cristiana”.

“Ambos han venido varias veces a este Centro Pignatelli de Zaragoza y van a tomar la palabra no como dos ponencias, sino en diálogo mutuo, planteando distintos interrogantes y dando pie a que el público también manifieste al final sus inquietudes. Bienvenidos, pues”.

Texto del coloquio

(IN) Buenas tardes. Ante todo quiero agradecer la invitación del Centro Pignatelli, adonde vengo siempre con mucho gusto; ahora se llega más fácilmente desde el sur de España.

Profesor Guillermo Giménez-Gallego: La Biología es una Ciencia relativamente joven. Incluso el término Biología se acuña en 1810 simultáneamente por Treviranus y Lamarck. ¿Crees que la Biología, la Biología actual que conocemos como Biología Molecular, puede darnos verdaderamente una luz, una verdad en nuestra búsqueda de lo que es el mundo, la realidad que nos rodea, el ser humano con sus preguntas recurrentes y por último abrirnos a la transcendencia?

(GG) Primero quiero decir dos cosas. Una, que quien debía contestar eres tú, que has tenido mucho más tiempo que yo para hacer esa reflexión; yo todavía estoy envuelto al cien por cien en los trabajos experimentales, aunque de una manera consciente, reflexiva, y como jesuita por algo más que por el hecho del triunfo personal. La otra cosa que quería decir sobre esa proteína que has comentado antes, es que su importancia se refiere al virus del SIDA (me parece que no ha quedado claro). El problema que hay con el virus del SIDA es que actualmente su trasmisión es sobre todo por vía sexual (no por la drogadicción, donde ya está muy controlado). Nadie se explicaba hasta ahora cómo se puede trasmitir, puesto que el gran trasmisor es el hombre, en la eyaculación hay muy pocos virus y además se trata de un virus tremendamente lábil. Igualmente nadie se podía explicar cómo era tan eficaz. Y lo es por esta proteína SEVI que hace que el virus encuentre su blanco (es como una verdadera casamentera).

Con respecto a la verdad en la Biología: En ciencias nosotros hablamos más bien de coherencia, más que de verdad. Empleamos sistemas coherentes para describir el mundo. Nuestra moral últimamente parte de un conocimiento de la realidad y la ciencia trata de describir esa realidad con más detalle, ayuda a valorar más esos detalles, ofrece una orientación, una prolongación fina de las perspectivas para conocer mejor cómo está el mundo y tomar las decisiones éticas. Pensar que la ciencia nos va a llevar a la verdad fue una ilusión de la Ilustración; después de Kant ya nadie apuesta por ello. La verdad absoluta no se alcanza por la ciencia. La ciencia describe el mundo accesible a los sentidos de una forma muy fina y lógicamente nuestras acciones morales hay que hacerlas en ese mundo; en la medida en que la ciencia describa mejor ese mundo, podremos tomar unas decisiones morales más racionales.

(IN) Te decía antes que la Biología como tal es una ciencia relativamente joven. Sin embargo, Aristóteles fue el primero que intentó hacer una Metabiología como parte de su Filosofía Natural de tal manera que un tercio del “Corpus Aristotelicum”, es decir, de lo que nos ha llegado a nosotros de Aristóteles, se refiere a los organismos vivos: tratados como: “Sobre el alma”, “De la generación y corrupción”, “De las partes de los animales” y “La historia de los animales” han influido fuertemente en la concepción de los seres vivos, de tal manera que la Biología hilemórfica ha sido la conductora hermenéutica en la interpretación de lo que es un ser vivo desde Aristóteles hasta nuestros días, pasando por toda la Escolástica y todo el pensamiento de la Filosofía occidental. Por otra parte en el s.XIX aparece una Biología muy reduccionista, que considera desde Descartes a los animales como puras máquinas porque no tienen res cogitans, carecen de pensamiento. ¿Crees que es posible un nuevo acercamiento a la comprensión de los organismos vivientes que no sea la Biología puramente dualista, la vía hilemórfica, es decir la que nos habla de un principio vital, ni la vía reduccionista, que reduce los vivientes a puras máquinas? ¿Qué pensamiento se va imponiendo a los biólogos en nuestros días de una manera espontánea?

(GG) Primero hay que decir que la Filosofía Natural de Aristóteles es tremendamente importante, porque es ahí donde nace la Ciencia moderna. Los grandes científicos, Galileo mismo, hablaban de Filosofía Natural, y el gran libro de Newton se llama “Philosophiae Naturalis Principia Mathematica” (Principios Matemáticos de la Filosofía Natural). Es ahí de donde la nace la Ciencia. Con gran desprecio al principio los escolásticos les llamaban los “novatores”, los que venían con novedades: si ya se comprendía toda la metafísica, a qué venían estas innovaciones. Aristóteles, con el mundo que tiene en sus manos y la experiencia de Platón, describe un mundo que es dual. Aunque haya prestado grandes servicios a la filosofía y a la teología, supone una concepción de la materia como algo absolutamente inerte. El ejemplo típico de materia sería la piedra, que lo único que puede hacer es ser piedra. Tiene que haber algo que lo anime, porque la materia de suyo es inerte. Pero la experiencia que tenemos hoy día de la materia no es ésa, sino que cuando conseguimos un cierto nivel de complejidad en la materia, esa materia empieza a valerse por sí misma, empieza a producir más cosas por sí misma. Habrán visto en los periódicos de estos días que el científico norteamericano Craig Venter ha sintetizado un cromosoma bacteriano in vitro. El experimento ha sido crear una molécula por síntesis química y, cuando este experimento esté acabado, esa molécula empezará a hacer muchas moléculas más por sí misma. Esto quiere decir que la materia no es una piedra, que la materia, puesta en las condiciones adecuadas, es capaz de hacer cosas y dar mucho más de sí misma, últimamente, un organismo vivo. Esto no implica ningún materialismo. No hay que recurrir a ningún impulso vital que venga de fuera, sino reconocer que esa misma materia que nosotros considerábamos que no tiene impulso vital, resulta que lo tiene. Que si se pone en determinadas condiciones, se pone a hacer. Esto es lo que ha dado lugar a la vida en la tierra, cuando hay esas condiciones la materia empieza a reproducirse a sí misma, a copiarse, y a seleccionar de sus propiedades las más prácticas. Esto no es materialismo. Materialismo sería decir que no existe nada más que la materia. Hoy en día hay que decir que eso que llamamos materia es una caracterización muy primitiva, muy primitiva, del mundo que nos rodea. Porque, puesto en condiciones, es capaz de dar lugar a nuevas cosas.

(IN) Parece ser por tu respuesta que la propia Biología, hoy día, no quiere ser reduccionista. Ya algunos biólogos han dicho que no se puede sacrificar la vida en el altar de la Física y que son necesarias nuevas matrices conceptuales para la comprensión de un organismo vivo. Estas matrices conceptuales serían: considerar a los organismos vivos como una totalidad, como una unidad de reacción, como un sistema organizado, que tienen una finalidad interna. Aristóteles apuntaba a esto cuando afirmaba lo que él llamaba el “alma”; lo que animaba a los seres vivos, lo llamaba él “entelecheia” (entelequia, decimos nosotros en castellano), es decir, tener la finalidad dentro de sí, poseer una finalidad interna. Los organismos vivos se comportan como un proceso y están en continuo cambio, es decir, en continua evolución (aunque Aristóteles no usó esta palabra, sí decía que los seres vivos nacían, vivían, se reproducían y morían) . ¿Estarías de acuerdo como biólogo experimental en atribuir a los organismos vivos para intentar describirlos estas categorías fundamentales: unidad, totalidad, sistema, finalidad, proceso, evolución…?

(GG) Pienso que no se pueden concebir como categorías extrínsecas. Lo que uno percibe, como he dicho antes, mirando el mundo desde la ciencia de hoy, es que la materia, puesta en determinadas condiciones, se pone en marcha y da lugar a la vida. Todo eso de la finalidad: por supuesto, pero desde dentro. Diríamos que la materia tiene esa tendencia a dar, en cuanto puede, esas formas complejas que son capaces de reproducirse y claramente de producir formas cada vez más complejas y cada vez más perfectas a la hora de reproducirse, y de dar diferentes formas de vida. La última forma más cualificada sería el hombre y hay que reconocer que todo lo que tiene el hombre de trascendencia y de espíritu tiene un gran valor biológico. No hay más que ver cómo ha sido capaz de colonizar la tierra entera y, como siga así, va a ser capaz de acabar con todos los animales. Eso es un verdadero éxito biológico. Y la razón de ese éxito es haber alcanzado lo que nosotros llamamos espíritu, o el convencimiento de que existen valores absolutos, algo de lo que el hombre no puede prescindir y que desde luego es un éxito de la evolución humana. Yo estoy de acuerdo con lo de Aristóteles, pero hay que verlo desde la perspectiva de hoy, como cualidades absolutamente intrínsecas del sustrato que llamamos materia.

(IN) Lo que más nos acerca a la comprensión de los organismos vivos, desde una bacteria hasta los seres humanos, es que son organismos procesuales. Tenemos ahora una filosofía procesual, que nos puede servir como instrumento intelectual para estudiar los organismos vivos. Si esto es así, ¿por qué se ha tardado tanto tiempo es descubrir esta cualidad fundamental de los organismos vivos? Vayamos por partes: tú eres especialista en estructura de proteínas. Ya dijeron los primeros bioquímicos en el siglo XIX que las proteínas eran lo más fundamental, lo primero, de lo que están compuestos los organismos vivos, de ahí su nombre “proteína”, de proteion (lo primero, en griego). ¿Qué diferencia encuentras tú, que te dedicas entre otras cosas a estudiar estructuras de proteínas, con lo complejas que son, entre una proteína cristalizada en un frasco en el laboratorio y una proteína en el interior de un ser vivo?

(GG) Sí, ahí hay una diferencia fundamental para la Biología y para la Ciencia en general. Es a finales del siglo XX cuando se toma conciencia de que la Ciencia no es más que una descripción de una realidad que se nos escapa. Para la Ilustración era la quintaesencia de la realidad. Tanto que cuando Descartes descubre la Geometría Analítica y por tanto la descripción de las formas de la realidad, a un amigo suyo que está muy enfermo le dice que a ver si los galenos le mantienen todavía unos cuantos meses para que él acabe la Geometría Diferencial y con eso le pueda curar. ¿Por qué? Porque se pensaba que la Ciencia describía la esencia de la realidad, tal como Dios la veía. Newton se consideraba un teólogo y lo que él pensaba hacer era Teología. Y al formular las leyes del movimiento de los planetas, pensaba acceder al pensamiento de Dios. Luego viene la crisis de la Ilustración, viene Kant y nos acaba convenciendo de que la realidad se nos escapa y lo único que hacemos con la Ciencia es hacer unos modelos que nos sirven para manejar la realidad. Por eso he distinguido antes entre coherencia y verdad. Sabemos que esto es un brazo y esto un hombro, pero no sabemos qué hay detrás. Este es el gran problema de las ciencias, que nos dan modelos, aproximaciones. La Ciencia funciona a base de fotos fijas. Si uno calcula la anchura del Ebro, es una foto fija, porque el Ebro no tiene la misma anchura ni siquiera durante dos segundos, como un pintor que pintase el Ebro con sus orillas y todo, sería una foto fija, porque el Ebro no tiene las mismas orillas nunca. Cuando uno quiere hacer esas fotos fijas y llega a la Física Cuántica y ve que la realidad últimamente son partículas, pero llega un momento en que no podemos ya seguir haciendo fotos fijas. Tenemos que ser conscientes de la pobreza de nuestra descripción de la realidad, porque si nos creemos que las fotos fijas son la realidad, vamos a sacar una serie de conclusiones tremendamente absurdas. Nos podemos creer que las etapas en que nosotros dividimos un proceso, son la verdadera realidad, y no es verdad. El ser vivo es como el Ebro, que está continuamente fluyendo. Tenemos la habilidad de, si están bien hechas esas fotos fijas, poder hacer cálculos sobre ellas y hacer puentes y edificios y medicinas y muchas cosas. Y hacer Ciencia es hacer fotos fijas buenas, coherentes. Cuando nosotros dibujamos una proteína con esas formas tan bonitas, eso es una foto fija, que nos sirve para determinadas cosas; pero si nos empeñamos en que una proteína es eso, podemos llegar a los mayores disparates.

(IN) ¿No nos estará traicionando aquí un poco nuestro pensamiento griego, enfocado a la “sub-stancia” (lo que está debajo), que siempre permanece, la realidad “sub-stante”? Sería más interesante cambiar de manera de pensar, (cambiar de “chip”, como decimos ahora) y, en lugar de realidades “sub-stantes”, hablar, como decías tú, de realidades “supra-stantes”: la ciencia va viendo siempre los resultados de todo eso que de alguna manera “está”. Siguiendo el ejemplo de la proteína, que es lo que tú dominas, es interesante observar que hasta una molécula no es lo mismo estudiarla como una especie química (lo que describíamos antes como cristalizada en el interior de un frasco), que en el interior de una ser vivo donde se dan pequeños cambios conformacionales en la misma proteína –parece que está como “respirando”, lo que los cristalógrafos han llamado el “breathing de la proteína”–, fenómeno que va a tener una repercusión inmediata en la serie de proteínas con las cuales esta proteína se relaciona y en otras moléculas que llevan la información como son los ácidos nucleicos. Hacer una foto fija, como muy bien decías antes, nos llevaría a conocer sólo una parte; ya decía san Agustín que nosotros sólo conocemos el instante del presente, pero no podemos conocer el devenir de las cosas pasadas, ni de las cosas futuras, salvo que utilicemos la memoria y utilicemos la esperanza. El tiempo es una categoría fundamental de todo, y también esencialmente de la vida. ¿Sería correcto afirmar que no es lo mismo, que no se comporta de la misma manera, una proteína cristalizada, como la que tú llevas tantos años estudiando, que una proteína en el interior de un ser vivo?

(GG) No es lo mismo, por la misma razón por la que unos mismos medicamentos no nos sientan igual de bien a todos. Las “fotos fijas” a las que me refiero nos son tremendamente útiles. Pero tenemos que olvidarnos de la idea de la Ilustración de que ellas constituyen la quintaesencia de la realidad. Estamos completamente convencidos de que la realidad se nos escapa y de que éstos son medios muy limitados como para identificarlos con la realidad. Si seguimos con el pensamiento de la Ilustración podemos llegar a ideas tremendamente absurdas, y de ahí las disputas sobre el estatuto del embrión y todo eso. Etapas que son meramente descriptivas, para podernos manejar, estamos tomándolas como lo que nos describe la realidad de verdad, “el embrión tal como Dios lo ve”, por decirlo así con la mentalidad de la Ilustración. Vuelvo a decir lo mismo del Ebro, que no tiene ni un nanosegundo la misma anchura. Lo que ocurre es que la ciencia ha tenido tanto éxito: no hay más que ver cómo se ha alargado la vida, cómo vivimos confortablemente ahora, cómo puedes llegar ahora de Málaga a Zaragoza en cinco horas… La técnica ha tenido tanto éxito, que pensamos que hemos dado con las claves de la realidad y que la podemos manejar como Dios la manejaría. Los principios de funcionamiento del sistema nervioso los conocemos todos, probablemente ya no hay ningún resquicio nuevo del funcionamiento del sistema nervioso que desconozcamos. Pero de ahí a describirlo químicamente… Primero: describir químicamente una emoción: ¿la podemos describir así? Ni siquiera la versión química de una emoción. Conocemos muy bien los principios de la química cuántica, pero cómo describir por completo cuánticamente un átomo, aun el de hidrógeno, que es el más sencillo que hay… Vuelvo a decirlo: porque sepamos describir las proteínas y los canales iónicos, y las corrientes, no podemos decir que eso sea ya la quintaesencia de la realidad. Basta fijarse en el gran problema de la división celular.

(IN) Si eso es así, si tan importante son las estructuras moleculares que estudiamos como fotos fijas, como las relaciones de unas macromoléculas con otras, ¿podemos preguntarnos qué mantiene la unidad funcional que supone una célula, dada su enorme complejidad de estructuras y funciones integradas? Nosotros podemos analizarlo todo, pero por así decir dando a la moviola al revés llegamos a una unidad. Y a una unidad que en los seres humanos decimos “yo”: yo no soy ni mis manos, ni mis pies, ni mis ojos, ni siquiera mi cabeza, ni mi cerebro, ni siquiera las proteínas de que están compuestos… ¿Quién mantiene esa unidad funcional, que al final y al cabo es un ser vivo? ¿Cómo lo podríamos entender?

(GG) Esto sí que es difícil de responder. Entre otras cosas porque eso de alguna forma escapa ya a la Ciencia. ¿Quién es últimamente responsable de la unidad? Cuando uno mira la materia viva, hay que ver las cosas que es capaz de hacer la materia; si sólo la vemos como un adoquín y es capaz de hacer todo esto…. Hay que verlo intrínsecamente, en el interior de la materia, y eso desde luego escapa a la Ciencia, no se puede traducir químicamente, ni biológicamente, ni bioquímicamente, ni de ninguna manera. Pero es fundamental tener conciencia de ello; así es como no se cae en el materialismo.

(IN) Antes hemos hablado del “breathing” de una proteína, es decir, esa serie de cambios conformacionales. Si esto ocurre en una proteína que es una sola molécula, cuando en una bacteria pequeñita hay del orden de las 3000 proteínas diferentes, cuánto más podemos hablar de los cambios de las diferentes moléculas de los seres vivos y aún más de los cambios en las moléculas que tienen información, como son los ácidos desoxirribonucleicos, que parecen ser los responsables de que los seres vivos vayan cambiando, vayan evolucionando, se vayan adaptando a los medios en los cuales tienen que vivir. ¿Podríamos decir que evolucionar, cambiar, ser procesos en evolución, es la característica fundamental de los organismos vivos? En una palabra: ¿vivir es evolucionar o vivir es estarse quieto?

(GG) Es obvio que hay una componente fundamental de evolución en los seres vivos. Hay un fenómeno que no conviene descuidar. Supónganse que estamos en un momento intermedio de la evolución, en la época de los dinosaurios, por poner un ejemplo. ¿Por qué a partir de ahí no se vuelve hacia atrás? Hay claramente un parámetro ascendente, hacia sistemas nerviosos cada vez más complejos, que dan cuenta de conductas más complicadas. Es una pregunta que tiene muy mala fama en general, tanto para los biólogos, como para los filósofos; cuando uno la hace, porque parece que uno está ahí asomando “la cola serpentina” (como dice san Ignacio) del diseño. Lo mismo que hay formas muy exitosas de vida muy elementales, ¿por qué de los vertebrados no han vuelto a salir invertebrados y bacterias y levaduras y hongos, sino que cada vez se ha ido a sistemas nerviosos más complejos? Si es que el único principio que gobierna es el éxito de la solución, en puro darwinismo: se buscan soluciones y las más exitosas se consolidan; el azar produce formas, la mayor parte de ellas fracasadas, pero de pronto surge una forma exitosa y tira adelante. Con esa filosofía, igual se podría ir hacia atrás, porque las formas primitivas siguen perviviendo, y con qué potencia. Yo me he encontrado una vez levaduras que habían sido capaces de sobrevivir en condiciones extremas…; una vez me trajeron unas muestras de unas lentes de los teodolitos del Sáhara, que se habían vuelto turbias. Y es que había unos hongos que bebiendo de no se sabe qué agua, porque el agua es el principio de la vida, y alimentándose de la grasa que tenían las lentes de los teodolitos, habían sido capaces de crecer y perforar el cristal. ¿No es eso una forma exitosa de vida que ha pervivido, y elemental? Lo que uno no se explica es que, si el único criterio es el éxito, la evolución no haya tenido también marcha atrás y marcha adelante. No ha tenido nada más que marcha adelante. Eso hay que tenerlo en cuenta, ahí se nos descubre una propiedad de la vida que se debe tener en cuenta. Teilhard de Chardin era un firme creyente de ese parámetro: la llamada ortogénesis.

(IN) Jacques Monod decía, después de mucho pensarlo, que había dos cualidades que distinguen a los organismos vivos de los no vivos: una era la teleonomía, la finalidad, de la que hemos hablado antes, y otra era la emergencia de novedad, la capacidad de vivir situaciones nuevas e irse adaptando a esas situaciones nuevas, lo que llamaba él la emergencia de novedad, que sería, junto con la finalidad, las dos cualidades que distinguen a los organismos vivientes. Siendo así, parece que la aparición continua de emergencias sería lo que nos ha llevado en la evolución hasta lo humano. En dos procesos que nos definen lo humano: el proceso de hominización, el proceso que nos dicen los paleóntólogos de varios millones de años atrás desde los Austrolopithecus y a los diferentes tipos de Homo, hasta el Homo sapiens. Y luego un proceso de humanización, es decir, cuando aparece lo propiamente humano, lo que nosotros definimos como humano que es nuestra conciencia reflexiva, que podemos ver cuando aparecen vestigios de acciones intencionadas encaminadas a un fin, como pueden ser los primeras huellas de una cultura. Si esto es así, ¿cómo describirías tú desde el punto de vista molecular estos dos grandes procesos? ¿O son dos caras de una misma moneda: el proceso de hominización y el proceso de humanización?

(GG) Yo creo que son completamente distintos, por lo menos tal como yo los percibo. El proceso de hominización es algo sumamente complejo y con muchas ramas. No llegamos hasta el hombre actual hasta que vemos hombres que hacen arte: ahí es cuando aparece el hombre moderno. Una vez, dando una charla a los monjes del Monasterio de La Oliva, a propósito de Atapuerca, preguntaban: Esos hombres ¿se salvarán o no? Claro, los monjes rezan para que la gente se salve. Yo dije: estamos hablando de “hombres” de forma analógica. El hombre en cuanto abierto al absoluto, eso no serían probablemente los de Atapuerca. Estamos seguros de hombres abiertos al absoluto cuando hay arte, que es una forma de representar lo inefable. El proceso de hominización es un proceso muy complejo. Lo que la biología llama hombre no es lo que la teología, la filosofía, la ética, llaman hombre. Son seres que incluso pueden hacer instrumentos, pero también los gorilas y los chimpancés hacen instrumentos. Hacen instrumentos cada vez más sofisticados, probablemente tienen relaciones cada vez más sofisticadas, pero no hay ni el más mínimo índice de sentido de la trascendencia, que sería la otra cara de la moneda. ¿Cómo lo veríamos? Por el arte. Ese sería el proceso de humanización Yo creo que el proceso de humanización comienza a partir de ahí, en ese largo proceso que dura entre cien mil y noventa mil años, en el que el hombre llega a ser capaz de formular, de sacar todo el producto de esa abertura hacia la trascendencia, hacia el absoluto, que el hombre representa con el arte.

(IN) Avanzando un poco en nuestro pensamiento en búsqueda de la verdad, que es al fin y al cabo lo que nos trae aquí esta tarde. Hoy conocemos, desde el año 2003 el genoma humano completo, y desde el 2005 el genoma del chimpancé (Pan troglodytes), el primate más cercano evolutivamente al hombre. Cuando nos ponemos a compararlos, las diferencias son casi diferencias de raza, porque resulta que la diferencia en las secuencias codificantes es de 1’06% aproximadamente. No todas las secuencias de un genoma son codificantes en los organismos superiores, sino que la gran cantidad del genoma no es codificante, otra cantidad del genoma que está implicada en distintos procesos de control de la expresión de ese genoma codificante y luego hay otra parte, sobre el 65 %, que aún no sabemos qué función tiene, pero tiene una importancia muy grande en lo que es la construcción. Pero en cuanto a la diferencia de secuencia tenemos aproximadamente un 1’06 % entre el Pan troglodytes y el hombre. ¿Dónde estaría a tu juicio ahí el proceso de humanización? Como muchas veces la gente pregunta: ¿Y qué nos hace diferentes?

(GG) Si tomamos la secuencia del genoma y decimos que el hombre y el chimpancé son lo mismo porque sólo se diferencian en el 1%, es que estamos tomando mal el instrumento de medida, porque el hombre y el chimpancé no son iguales, eso es obvio. Hemos planteado mal el problema. Estamos pensando en un modelo ideal; porque por esa misma razón un tifón o un huracán empiezan siempre con una diferencia de décimas de grado entre el aire y el agua del mar. Los genes tienen capacidad de amplificarse y pequeñas diferencias dan lugar a diferencias enormes. Está clarísimo que el hombre y el chimpancé no somos iguales. Si no pensamos que son ecuaciones lineales, en que las pequeñas diferencias se mantienen hasta el final, si no es así, si son capaces de amplificar y de multiplicarse, esas pequeñas diferencias se convierten en diferencias enormes. Como pasa con los huracanes: una diferencia de décimas de grado entre dos puntos del mar, y en uno se forma un huracán y en otro no, y es por la capacidad de concatenarse causas y apoyarse, y acaban produciendo reacciones enormes. Que es lo que ocurre entre el chimpancé y el hombre. Eso además de que esa diferencia del 1 % puede ser enorme, porque si esa diferencia está en la parte reguladora, puede ser una diferencia diría casi infinita. Se parte de la idea de que son genes, las bases dan una proteína y la proteína da un genotipo. Y resulta que esa proteína es una proteína reguladora, es como cuando uno abre un grifo, con muy poquita fuerza puede mover una turbina, como si el empleado de una central abre una compuerta. ¿Qué fuerza ha hecho? Muy poca, sólo darle al botón. Han permitido, por así decir sacar a la luz toda una potencialidad que había en los genes, que los tienen muchas veces sobre el papel, pero que no se podían poner en marcha porque faltaba el “interruptor” que los pusiera en marcha. Nosotros nos diferenciamos fundamentalmente de una forma estática en las proporciones en que estos genes están funcionando y también de una forma dinámica, donde entra un proceso de cambio de escala que hace que un pequeño gen de un embrión se ponga en marcha y de ahí depende que se forme el cerebro o no se forme el cerebro. Fíjense si eso va a tener consecuencias después. Y es la magia de una pequeñísima diferencia.

(IN) Eso nos lleva a lo que Karl Popper llamaba los tres mundos. Tanto el genoma, como ese genoma transcrito en un momento dado, que llamamos transcriptoma, o expresado en proteínas, que llamamos el proteoma, pertenecen al mundo 1 el de las realidades físicas, y como tal podemos manejarlo con la metodología de la Biología Molecular. ¿Pero podemos manejar el mundo 2, definido por Popper como «el mundo de los estados mentales, incluyendo entre ellos los estados de consciencia, las disposiciones psicológicas y los estados inconscientes», todo eso que de alguna manera nos constituye como humanos, sin olvidar como constitutivo de lo humano «el mundo de los contenidos de pensamiento, y ciertamente los productos de la
mente humana», denominado mundo 3 por Popper? ¿Cómo nosotros hoy nos manejamos en medio de los tres mundos? Por hacer una pregunta sobre algo que está muy en la filosofía actual, sobre todo en la antropología, tanto de Popper como de John Eccles, que era un neurofisiólogo. Ambos publicaron conjuntamente: “El Yo y su cerebro”.

(GG) Que nosotros nos podemos manejar con los estados de ánimo, es obvio, y diríamos que gracias a Dios. ¿Cómo la gente pudo vivir cuando no existían los neurofármacos? Pero el que nosotros nos podamos manejar (volviendo al principio) es porque hemos sido capaces de hacer un modelo de funcionamiento del sistema nervioso, aun con muchas limitaciones. Pero eso no quiere decir que las emociones sean los canales por los que nosotros controlamos el funcionamiento del sistema nervioso. Las emociones son las emociones. Lo que pasa es que nosotros somos últimamente materia. ¿Qué manejo de la materia es más radical que darle a uno una puñalada? Y se acabó el pensamiento, se acabaron las depresiones, se acabó todo.

En la medida en que nosotros conocemos la formulación química y somos capaces de estimularla, podemos modificar el todo. Pero eso no significa reducir todo a esa parte. En eso hay que tener claro que la Medicina no había sido sofisticada hasta muy recientemente. La Medicina era una cosa muy tosca. Baste ir al Museo de la Farmacia y ver las cosas que la gente se ha tomado. ¡Y ha sobrevivido! Hoy día, como tenemos un conocimiento mucho más detallado de la Biología, volvemos a confundirnos, no somos conscientes y no nos damos cuenta de lo mucho que estamos simplificando la Biología. Nos creemos, eso que sale de vez en cuando en los periódicos, que vamos a vivir 200 años, que lo de los trasplantes de células madre, eso está al cabo de la calle, nos creemos infinidad de cosas como ésas. No sé si han leído en los periódicos que la semana pasada en Holanda murieron 28 en un ensayo clínico, que se hace con todas las garantías. Y hace unos meses en Inglaterra murieron 6 en un ensayo clínico, el 100 %. Eso ¿qué quiere decir? Que nos estamos topando con las limitaciones de nuestros modelos. Pensar que cuando nos metemos a nivel molecular podemos hacer de una forma indiscriminada medicina molecular, eso es una ingenuidad. Y probablemente nunca lo podremos hacer, porque son sistemas tan complejos, con tantas variables, que no los podemos manejar, como ocurre en Física cuando tenemos un número de variables demasiado alto. Y asistiremos al fracaso de muchas tentativas de éstas, simplificaciones que pensaron que son modelos que podemos llevar absolutamente hasta el extremo.

(IN) Sin querer la Biología y la reflexión sobre los procesos vitales nos han introducido en las preguntas que nos cuestionan lo propiamente humano. Pero aún quedan algunas preguntas; el ser humano tiene ansias de sobrevivirse y de pervivir. ¿Podemos desde la Biología vislumbrar alguna respuesta? ¿Estas respuestas no pertenecen más bien al campo de la Filosofía? Sin embargo ¿no nos ha llevado la Biología, por lo menos, a hacernos la pregunta? ¿Tendría sentido la pregunta que a sí mismo se hacía el P. Pierre Teilhard de Chardin: “La Biología, llevada a fondo, puede conducirnos a emerger en una perspectiva de lo transcendente al hombre”?

(GG) Yo creo que no. Lo que sí creo es que todo conocimiento del mundo, cuanto mejor y más exacto sea, más nos prepara para tener una visión más exacta de lo trascendente. Hoy en día para un creyente la visión que puede tener de Dios, es mucho más clara y exacta que cuando esto se desconocía. Fíjense que se pensaba que Dios estaba detrás de cada fenómeno de la naturaleza, manejando todo aquello que no entendíamos. La Ciencia ha llevado a un proceso de descarnamiento de la idea de Dios, que ha sido muy positivo, aunque tenga también como todo su parte negativa, su parte dura. Lo suelo comparar con el proceso que tanto describe S.Juan de la Cruz en sus “Noches” famosas. Lo que él hace últimamente es despojar la idea de Dios, y en este sentido es terriblemente moderno en el siglo XVI, porque lleva a cabo un despojamiento de Dios de todo lo que no es Dios. Cuando en la “Subida al Monte Carmelo” dice: “Nada y nada y nada…”. La Ciencia nos ha llevado en el mundo a quitar a Dios de donde no estaba Dios. Sin duda es un proceso incómodo, lo cómodo era tenerlo como lo teníamos antes, pero también está llevando la Biología y la Ciencia a un sentido de la trascendencia de Dios que purifica la religiosidad.

(IN) Sin querer la Biología misma nos ha llevado a preguntarnos por el misterio. Ante el misterio ¿qué puede hacer el ser humano? Caer en el escepticismo; abrirse al misterio; escudriñar hasta el fondo la realidad con esperanza de encontrar la verdad alguna vez. Quizá aún tengan sentido aquellas palabras de Simmias en el “Fedón” que recoge Platón: “Porque lo que se debe conseguir con respecto a dichas cuestiones (están hablando del mundo, de lo que es la realidad) es una de dos cosas: aprender a descubrir por uno mismo qué es lo que hay de ellas, o bien, si esto es imposible, tomar al menos la tradición humana mejor y más difícil de rebatir y, embarcándose en ella como en una balsa, arriesgarse a realizar la travesía de la vida, si es que no se puede hacer con mayor seguridad y menos peligro en un navío más firme, como por ejemplo, una revelación de la divinidad” (palabras de Simmias, en el “Fedón” de Platón: 85,d). Y ahí Platón se quedó. Y ahí me voy a quedar yo y no te voy a hacer más preguntas, para que los presentes te propongan sus preguntas


Documentación preparada por Miguel Lorente, Catedrático de Física, Universidad de Oviedo, y miembro de la Cátedra CTR.

miércoles, enero 21, 2009

Un recurso que aumenta la motivación y la autoestima

Tres de cada cuatro profesores creen que la tecnología en el ­aula motiva al alumno y seis de cada diez estudiantes que trabajan con las pizarras electrónicas experimentan un mayor nivel de motivación y de autoestima, se apunta desde la Xunta. El encerado digital es, añade el asesor de tecnologías de la información y la comunicación de la Consellería de Educación, Abraham Díaz, casi una ventana mágica que, aunque por un tiempo convivirá con el tradicional, está llamado a relevarlo.

"Os docentes que levan máis tempo con elas desbotan xa o encerado de xiz. O dixital ábrelles unhas posibilidades infinitas", indica el experto.

Por ahora, el principal reparo que se detecta en el profesorado a la hora de adoptar esta tecnologías es, apunta el Díaz, la falta de referentes. Para paliar esta carencia, Educación organiza acciones formativas en conjunto y también brinda apoyo a los docentes que lo solicitan según sus necesidades particulares.

La Consellería cuenta además en su portal de Internet con más de 800 recursos didácticos para trabajar con estas herramientas, desde imágenes y textos hasta vídeos animados.

La editoriales atienden también cada vez más esta demanda. "O libro de texto é necesario, pero hai que ir un pouco máis alá e xa é habitual que as editoriais acompañen os libros con material en CD axeitado para os encerados interactivos", añade. Pero los propios profesores que llevan más tiempo empleando estas pizarras se animan "a ser un pouco máis creativos metodoloxicamente" y crean sus propios contenidos.

Auriculares e imagen ampliada

Las pizarras del futuro permiten los usos de la tradicional y al mismo tiempo visionar vídeos o escuchar grabaciones, ganando atractivo para todo el alumnado. Sus posibilidades tecnológicas son además de gran utilidad para la atención a la diversidad.

Permiten, por ejemplo, ampliar tanto como sea necesario una imagen para un alumno con deficiencia visual y la conexión de auriculares o de altavoces para que el sonido llegue mejor a los estudiantes con problemas auditivos

Bellas a cualquier edad


La belleza exterior termina marchitandose mientras que la interior siempre queda, asegura Gladys Oliva, una de las mujeres que participaron en Tiempos al desnudo.

El documental, realizado por la fotógrafa Amanda Unzueta y el cineasta Frank Villagra, está basado en los testimonios de 10 mujeres hispanas mayores de 40 años que eligieron enfrentar el paso de los años mediante la espiritualidad y la autoestima, sin recurrir a la cirugía estética. El filme fue presentado el jueves pasado en el Café de Sousa de la Placita Olvera de Los Ángeles en un evento patrocinado por el Departamento de Asuntos Culturales del Consulado General de México en Los Angeles.

Las protagonistas del cortometraje de 16 minutos cuentan sus historias personales, comparten sus sentimientos al ver aparecer los primeros signos del paso del tiempo y explican los motivos por los cuales eligieron no pasar por el bisturí. También hablan de sus experiencias al posar para Mujeres, un ensayo fotográfico de Unzueta de desnudos y semidesnudos artísticos.

Unzueta explica que la idea de fotografiar a mujeres mayores de 40 años nació cuando un fotógrafo de New York le propuso a ella misma posar para un desnudo artístico. Confiesa que en un principio se sintió incómoda porque estaba pasando por un momento personal difícil y su autoestima estaba muy baja.

"Veía a muchas de mis amigas que se hacían cirugías estéticas para quitarse las arrugas y levantarse aquí y allá y al compararme con ellas me sentía fea y vieja", señala.

Pero la fotógrafa chilena radicada en Estados Unidos notó que, a pesar de las cirugías, esas mujeres no eran felices.

Al mismo tiempo, Unzueta estaba trabajando en una colección de retratos de mujeres indígenas y pobres de Guatemala y comenzó a reparar en la belleza de éstas.

"Muchas de ellas estaban sucias, despeinadas o con ropa vieja, pero yo las veía más bellas que a cualquier modelo de las pasarelas", señala.

Fue entonces cuando Unzueta, con la ayuda de su esposo y su hija, se animó a hacer una serie de desnudos de sí misma.

"Y lo que ví me gustó, no me veía tan mal después de todo", confiesa.

Unzueta llevó el portafolio de autorretratos a Chile, y al verlo, otras mujeres le pidieron que también las retratara.

Fue entonces cuando nació la idea de hacer un documental que testimoniara los sentimientos de las mujeres al enfrentarse con los cambios físicos de la edad.

Unzueta explica que para el filme no buscó mujeres perfectas, ni seguras de sí mismas. Al contrario, su intención fue ayudar a las mujeres inseguras a redescubrir su belleza y su sensualidad.

Las modelos coinciden en que la experiencia de los desnudos y semidesnudos artísticos y el documental les sirvió para sentirse más seguras de sí mismas y descubrir su individualidad.

"En mi rostro puedo ver todo lo que viví", declara Graciela Rubio, de 70 años y de una belleza y vitalidad que muchas jóvenes envidiarían.

Unzueta tiene planeado llevar el documental a distintas partes del mundo para crear conciencia del valor de la belleza y la sensualidad interior, a pesar de los años.

La fotógrafa señala que el filme no está dedicado sólo a las mujeres sino también a los hombres que pretenden que la mujer se vea siempre perfecta.
El mensaje de belleza integral refuerza otros valores que se están perdiendo por los requerimientos de la sociedad actual, explica.

Entre sus planes futuros, Unzueta tiene programado dar una serie de talleres de fotografía en Chile y comenzar un nuevo proyecto de retratos de mujeres maltratadas y víctimas de la violencia.

"Con mi foto, yo quiero decirle al mundo ‘Estoy así, y ¿qué?’", concluye Georgina Busto, otra de las hermosas protagonistas.

Celos, el verdugo imaginario

Por ahí dicen que los celos controlados son buenos, pues son reflejo de afecto; las personas que no son celosas, pueden tener una excelente autoestima, pero en exceso también pueden reflejar que la vida les pasa desapercibida, ¿estás de acuerdo?

"El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina basta": Jacinto Benavente

¿Quién besaba mejor? ¿Dónde aprendiste eso? ¿Y l@ amabas? No todos podemos excluirnos, pues la mayoría hemos sentido celos en nuestras relaciones de amistad y/o de pareja. Los celos, según Wikipedia, son las respuestas mentales, conductuales y emocionales ante una amenaza externa que pone en peligro una relación importante.

Pueden ser tolerables o alcanzar grados extremos. Los celos retrospectivos, en particular, generan una situación diferente: El pasado es inmodificable y no hay nada qué hacer. En nuestras relaciones, casi todos hemos buscado, directa o indirectamente, saber lo que hacía tu pareja en un tiempo determinado. ¿A poco no has sentido esa descarga eléctrica de rabia por no querer saber sobre alguna experiencia pasada de tu pareja, aunque contradictoriamente tengas interés por saber en que concluyó esa experiencia?

Por ahí dicen dos refranes “Ojos que no ven, corazón que no siente” y “Lo que no fue en tu año, no fue en tu daño”, pero pese a “la sabiduría popular”, no deja de ser doloroso y curioso el hecho de conocer el pasado amoroso de tu pareja. Por ahí leía que a un hombre le cuesta más trabajo superar los celos retrospectivos que a una mujer, pues el machismo se hace presente y el orgullo es golpeado. Por otra parte, la mujer tiene mayor capacidad emocional de superarlos. Hay que destacar que los hombres buscamos competir con el pasado en aspectos físicos; la mujer piensa en ser más inteligente y competir en aspectos no sólo físicos, también emocionales.

A veces, los celos retrospectivos suelen generar batallas internas muy fuertes que conducen a la depresión y a sentirnos miserables, ínfimos; tal situación casi siempre genera discusiones, a veces violentas, y todo por la “tortura” del pasado que hacemos presente en nuestra cabeza. La verdad, e inútilmente, lo que más nos duele es no poder hacer algo, pero ¿tendría algún sentido?

La revista Luna, de Argentina, publicó que los celos, vistos desde el ámbito psicoanalítico, comienzan desde la primera vinculación del ser humano, es decir, desde el contacto con la madre; es algo que traemos por naturaleza, sin embargo, a lo largo de la vida aumentan, dependiendo de la inseguridad y autoestima que hayamos adquirido.

Puede ser que seamos masoquistas, sin embargo, nunca dejará de ser desagradable cuestionar a nuestras parejas, pues, en realidad ¿qué se gana con saber? Quizá no cometer los mismos errores o “conocer” más a nuestra pareja.

Por ahí dicen que los celos controlados son buenos, pues al ser un proceso natural también es un reflejo de afecto; las personas que no son celosas, pueden gozar de una excelente autoestima y seguridad, pero en exceso también puede ser reflejo de que la vida les pasa desapercibida.

En el caso contrario, hay quienes que se la pasan preguntándose cómo su “amorcito” fue capaz de semejante “calentura” o acción que ha golpeado su orgullo y lo ha llevado a la decepción.

Los celos, en todos sus tipos, tienen solución. Si la necesitas, pide ayuda profesional. Todos los hemos sentido alguna vez, lo importante es controlarlos, amar a nuestra pareja y llevar a cabo este sabio consejo: “Vive el presente para construir el futuro y alguna vez échale un vistazo al pasado”, pues a veces, por tonterías, dejamos ir el verdadero amor.

¿Has perdido a alguien por culpa de los celos?

La depresión se agudiza en los ancianos debido al proceso de envejecimiento



La depresión invernal es un padecimiento común originado por diversos factores como el clima, la falta de luz solar, el abandono, problemas económicos o la falta de autoestima, que afectan especialmente a los ancianos. Se trata de algo frecuente, sobre todo en los países donde el clima invernal es mucho más intenso, específicamente en Europa, debido a que el frío hace que las personas se refugien en su hogar, y se mantengan sin contacto con los demás individuos.

Además los especialistas aseguran que la depresión se agudiza más en las personas mayores debido al deterioro que el envejecimiento ocasiona en el cerebro, lo que provoca una mayor pérdida de neuronas. La edad no es determinante ya que en la depresión influyen otros factores como la baja autoestima, los problemas afectivos y el aislamiento social, ya que la falta de contactos con otras personas puede también actuar como factor desencadenante.

Pese a que las personas de cualquier edad pueden deprimirse, ya sean niños, adultos o ancianos, el número de casos es más alto entre las personas de la tercera edad, a causa de distintos factores como la falta de reconocimiento y la sensación de abandono que sufren muchos de ellos, además del mencionado deterioro en el cerebro que les hace más proclives a sufrir depresiones. Cuando se detecta que la depresión es muy severa, las personas deben acudir a un psiquiatra, para comenzar a indagar las causas de ésta y al mismo tiempo el especialista pueda ordenar un antidepresivo. En estos casos, la ayuda de un psicólogo clínico, es fundamental, para que el paciente exponga sus problemas y se busquen soluciones.

Cuando la depresión es incipiente, puede bastar la práctica de actividades sociales como: apuntarse a un gimnasio, salir a bailar, ir con los amigos o viajar, para que la depresión desaparezca. Los especialistas aseguran que el mejor antídoto para la depresión en los ancianos es el afecto. El cariño de amigos y familiares y trazarse objetivos en la vida, ya sean a corto o largo plazo, son la mejor vacuna para evitar caer en estados depresivos.

De la autoestima a la autodefensa



Decir que la violencia está cada vez más presente en la sociedad de hoy en día ya no sorprende a nadie. Y lo está en todas sus versiones y en todos los sectores de edad. Pero sin duda, de la que más se habla y la que más preocupa desde hace unos años es la violencia de género, fundamentalmente, de los hombres hacia las mujeres. Ante esta situación, numerosos colectivos tratan de luchar contra ello de diferentes manera y una de ellas es formando a las mujeres tanto física como mentalmente para que sean capaces de defenderse ante cualquier posible agresión.

Es el caso de la asociación Dona Senyal de Oliva, que este mes está desarrollando un curso de Defensa Personal Femenina, basado en el Tai Chi Kung Fu UMA. Este taller está basado en el sistema UMA, que es "amable, seguro y eficaz", como aseguran sus creadores, con sesiones prácticas de dos horas de duración.

Don Senyal ha incluido en su extenso y variado programa de actividades este curso para reducir, explican sus responsables, el creciente número de abusos y malos trato que la mujer sufre en el hogar, en el trabajo e incluso en los lugares de ocio. A través de este curso, la entidad pretende estimular "la necesaria autodisciplina en la mujer" que le proporcione una mejor condición física, un mayor autoconocimiento, incrementar su autoestima y desarrollar su capacidad defensiva.

También se consigue un desarrollo de la intuición, clave en la toma de decisiones y en las relaciones; incrementar la capacidad creativa; y más recursos humanos y formación para iniciar o mejorar la actividad profesional.

De las clases se encarga Ferran Bonet, creador de ese sistema UMA. Ferran en maestro internacional de Tai Chi, Xi Kung y Kung Fu. Entre sus muchos méritos, destaca ser pionera en España en la impartición del Tai Chi en los centros escolares en 1987. En 1994 creó el programa técnico de Tai Chi como asignatura opcional en el instituto de FP de Novelda, en Alicante. Además, es autor del libro Tai Chi Kung Fu UMA, espíritu, labor y efecto de una herramienta de sanación.

"Es una buena iniciativa que ha tenido la asociación Dona Senyal dada la dura situación que estamos viviendo. Lo primero que hacemos es fomentar la autoapreciación, porque cuanto más se respeto uno, más le respetan los demás", explica Ferran. Además de la preparación física y técnica, cuenta la posibilidad de conocer gente, hacer amigas, "ya que las mujeres son mucho más comunicativas que los hombres y una forma de superar los problemas es contarlos a sus amigas. Los hombres, sin embargo, tienden a ponerse violentos", afirma el preparador.

El Centre UMA® es un espacio para el encuentro, con uno mismo y con los demás. Abierto hace más de catorce años, acoge diversas disciplinas y servicios, (Reflexología, Sauna, Satsang, alimentación natural, Chi Kung, Kung Fu infantil y adultos, y Tai Chi Chuan) encaminadas al acondicionamiento y mantenimiento global de la persona. Además de formar profesionales también y, no menos importante, es el hecho de contar con una escuela de trabajo interior que dispone de un programa que se adapta a cualquier condición o situación personal, "desarrollando la experiencia de la belleza, la sabiduría y el amor".

En un momento en el que la ausencia de ejercicio físico en las jornadas laborales y estudiantiles, junto a unas posiciones incorrectas mantenidas en ocasiones durante horas, derivan en patologías estructurales y orgánicas, estas actividades (Kung Fu, Tai Chi, Chi Kung, Reflexología y Sauna) son sencillos métodos naturales que se pueden adaptar a las características y circunstancias individuales, respondiendo a las necesidades de cada persona.

Por medio de una práctica regular, de un ejercicio adecuado a la edad y condición particular, la mejora de las capacidades físicas, emocionales, psicomotrices y técnicas para el mejoramiento deportivo, el rendimiento laboral, las relaciones sociales y afectivas, y sobre todo el bienestar y la satisfacción personal, está hoy más que nunca a nuestro alcance. En el Centre UMA disponemos de un amplio y flexible horario con unos precios asequibles a las diversas capacidades adquisitivas (estudiantes, pensionistas, familiares, etc.).

Además de las actividades regulares como clases, sesiones y cursos de fin de semana, el Centre UMA organiza a lo largo del año otras actividades extraordinarias como son: demostraciones, charlas, seminarios, acampadas, convivencias, excursiones, concursos, retiros, encuentros, jornadas, etc.

Y todos creían que eran solo tres (3) (Historia para niños)

Érase una vez, en un mundo lejano, tan lejano que quien iniciaba su viaje hacia ese mundo podría quedarse dormido más de una vez, nació un personaje llamado Ungenio. Ungenio era un muchacho que se creía muy sabio y por eso desde antes que naciera, su madre le había puesto el nombre de Ungenio.

Y es así como Ungenio; muchacho que mucho sabía o por lo menos así lo creía; se puso un día a demostrar todo lo que sabía de números y por eso le contó a mucha gente que los números que utilizamos todos los días vienen de la antigua Arabia y a eso deben su nombre de arábigos.

Y Ungenio con sus historias de números y sus ganas de demostrar a todos sobre tanto que sabía, se puso a contar a todos que el cuento de ¿Las Mil y Una Noches¿ tenía en su interior una historia de alguien llamado Aladino a quien UN GENIO, diferente a Ungenio, le concedía deseos cada vez que quería. Sí y de este libro de cuentos es de donde viene el pedir deseos, deseos que un ser especial podría cumplir para quien tuviese en sus manos una lámpara.

Ungenio quien creía saber todo, tuvo la grandiosa idea de cambiar la historia al contarla a otros y decir que los deseos eran tan solo tres, diferente a que quien tuviese la lámpara podría pedir todos los deseos que quisiera. Así pues, Ungenio, diferente a UN GENIO, decidió hacer de la pedida de deseos un negocio para hacerse muy importante y por eso decidió que cada persona podría realizar tan solo tres (3) deseos.

De esta forma tendría muchas más visitas de personas que quisieran pedir deseos y la gente sería diferente, para eso de no ver y oír siempre a los mismos. Luego de un rato, Ungenio se aburrió de oír lo que todo el mundo quería tener y ser y decidió cambiar de mundo por lo que inició un largo viaje por todos lados donde por primera vez comenzó a darse cuenta del poder de su sabiduría y a comprender que todo el conocimiento que lo hacía sabio de nada servía si lo mantenía para si.
Es por esto que decidió pedir dos simples deseos él mismo y por primera vez. El primer deseo fue poder encontrar diversas formas de poder compartir con todo el mundo a través de las historias, su sabiduría y más específicamente que la gente pudiese saber que la sabiduría estaba en poder decidir lo que se quiere ser, lo que se quiere tener y lo que se quiere hacer con la certeza que los límites de la mente humana son inexistentes.

Es así como su primer deseo ha hecho que el mundo entero encuentre muchas formas de ir más allá, logrando en cada día, cada semana y cada momento expandir los límites de lo imaginable y crear mundos nuevos. Su segundo deseo fue el de poner a las personas a pensar con la cabeza, sentir con el corazón, construir con sus manos y andar con sus pies y que cuando estos cuatro fuesen en la misma dirección los deseos se cumpliesen mucho más fácilmente.

Es así como Ungenio que en ese momento ya era conocido como UN GENIO, con su segundo deseo logró que nosotros los seres humanos, logremos TODO lo que queramos SIN LIMITE, siempre y cuando usemos nuestra cabeza para pensar en lo que queremos, nuestro corazón para sentirlo, nuestras manos para construirlo y nuestros pies para andar el camino.

Pensar en positivo



“Una afirmación sencilla pero precisa. Lo que decimos, lo que hacemos, lo que sentimos... todo se origina en la mente. La energía de la mente humana es el pensamiento. Posiblemente es uno de los recursos energéticos más importantes del universo, pero también uno de los menos comprendidos”. Así comienza la invitación que la Asociación Espiritual Mundial Brahma Kumaris (AEMBK) ha confeccionado para animar a las personas interesadas a que se apunten en el próximo Curso de Pensamiento Positivo.

El objetivo del taller es proporcionar el conocimiento de la naturaleza de los pensamientos y aportar métodos para ser una persona más positiva y constructiva en el hogar, el trabajo y las relaciones.

Algunos de los temas que se tratan durante las cuatro sesiones que dura el ciclo son la comprensión de la energía del pensamiento y el funcionamiento de la mente, la toma de control de las experiencias de la vida, el desarrollo de la autoestimay hacer del día a día una experiencia positiva.

“Los pensamientos son como semillas. Los pensamientos amables y felices producen flores hermosas y frutos nutritivos; o los pensamientos pueden ser rencorosos o depresivos, generando dolorosas zarzas o hierbas venenosas. Podemos ser los amos de nuestra vida produciendo esos ‘frutos’ que son sanos, atractivos y nutritivos y que nos proporcionan la mayor felicidad y satisfacción”, agrega la propuesta de la entidad.

La serie de encuentros –que se ofrecen en forma gratuita- comenzarán el sábado 17 de enero a partir de las 10:00, en la sede de AEMBK en Madrid y se extenderán durante tres fines de semana consecutivos.

En tanto, el domingo 18 de enero desde las 18:00, la entidad realizará una Meditación Mundial por la Paz, en conmemoración del 40 aniversario de Prajapita Brahma, fundador de AEMBK.

La hora de meditación mundial se inició en 1978, como una forma de reunir a las personas en una reflexión por la paz en todo el mundo. Esta práctica se ha hecho popular y se ha expandido a más de 70 países, con la participación de más de medio millón de individuos.

La AEMBK representa en España a la Brahma Kumaris World Spiritual University (BKWSU), una ONG creada en la India en 1937. Su principal objetivo es trabajar por un “cambio positivo en todos los niveles de la sociedad”.

La Universidad Espiritual Mundial Brahma Kumaris reconoce la bondad intrínseca de todos los seres humanos y enseña un método práctico de meditación que ayuda a las personas a comprender cuáles son sus recursos y valores internos.

En nuestro país, la asociación cuenta con 18 sedes en las que se ofrecen programas educativos, cursos, seminarios y formación en el área del crecimiento personal, el pensamiento positivo y la meditación.


DATOS DE CONTACTO:
www.bkwsu.org/spain

El bebé expresa su malestar con patologías



El detonante de una crisis de asma puede buscarse en las emociones o en el entorno familiar, dice el antropólogo Ashley Montagu. Las dolencias crónicas y otras que se repiten surgen a raíz de la incapacidad del niño para manifestar que se siente mal por algo BRINDARLE PROTECCION. La madre debe darle al hijo afecto, contención y satisfacer sus demandas para ayudarlo a desarrollar su vida emocional.

Cuerpo-mente, unidad indiscutible

Los nuevos estudios clínicos corroboran la relación entre males crónicos (cutáneos, cardiovasculares, oncológicos) y estados relacionados con la emoción (estrés, trastornos de personalidad, depresión, ansiedad). Cuerpo y mente son una unidad que, en todo caso, ha sido separada por necesidades de avance de las diferentes disciplinas médico-científicas.

Cuando llega al consultorio del pediatra un niño con una crisis de asma no es fácil encontrar el detonante. Menos en la red hospitalaria del sistema público, donde el médico tiene, en el mejor de los casos, 10 minutos para atender a cada paciente, indagar acerca de las relaciones familiares que puedan estar interviniendo en el problema de salud, como por ejemplo: cuál es comportamiento en la escuela; cómo es la relación con sus padres; si se relaciona con los chicos de su edad; qué edad tenía cuando dejó los pañales; si expresa sus emociones habitualmente y de qué modo lo hace...No es fácil para el médico - y menos fácil suele ser aún para los padres- aceptar ese tipo de preguntas. Esto ocurre porque implicaría admitir que algo del entorno familiar esté incidiendo, directa o indirectamente, en la aparición de alguna enfermedad en el hijo.

Idea errónea

Sin embargo, cuando un niño presenta un mal crónico o repite alguna dolencia debe evaluarse la posibilidad de una causa psicosomática. “No se debe confundir con causas psíquicas, como si se tratara de una enfermedad imaginaria (esta es la idea errónea que tienen muchas personas acerca de las enfermedades psicosomáticas). Esas afecciones son la expresión de las emociones en el cuerpo, teniendo en cuenta las particularidades del organismo de cada uno, su carga genética y las predisposiciones que trae”, dice el antropólogo estadounidense Ashley Montagu.
El niño llega al mundo con una absoluta incapacidad para autoabastecerse y para expresar sus sensaciones de malestar. Lo que hoy se sabe -en virtud de los trabajos de diversos antropólogos- es que, evolutivamente, la gestación humana de nueve meses se debe a que ese es el tiempo que tarda el feto en desarrollar un tamaño crítico (especialmente las dimensiones del cráneo), pasado el cual ya no podría salir del útero a través del canal del parto. Pero el estado de desvalidez que trae al mundo el ser humano es tal que puede considerarse que la gestación -en comparación con la de otras especies animales- es incompleta. Por lo tanto, opina Montagu, la gestación humana se prolonga luego del nacimiento, hasta nueve meses más, que es la edad en que el bebé comienza a gatear.

Eczemas, picazón

“Durante esta ‘gestación prolongada’, el bebé experimentará su propio cuerpo y el de su madre como una unidad, a partir de la cual irá desarrollando su propia vida emocional. La madre tiene que atender sus demandas afectivas con cariño y contención.

Manifestaciones

Cuando eso no sucede, por falta de cuidado de los adultos o porque en lugar de satisfacer al bebé se instala una relación en la que el bebé es quien debe adaptarse y satisfacer las necesidades de los mayores, surge un malestar que, desde un principio, le resulta imposible expresar. “Este malestar se traducirá, probablemente, en un problema de salud: las reacciones en la piel (eczemas, sudamina, irritación, picazón, dermatitis) son las manifestaciones más típicas.

Más adelante (y también en la vida adulta), esa sobreexigencia que expone al chico a una tensión -que no puede expresar ni resolver- puede seguir produciendo problemas orgánicos, siempre en la medida en que se vea imposibilitado de expresar sus emociones. Los psicoanalistas hablan de las enfermedades psicosomáticas como una incapacidad -por parte de quien las sufre- de llevar sus emociones a la vida simbólica; y por eso, se expresan en el cuerpo.

De ahí que las enfermedades crónicas o repetitivas en la niñez pueden estar manifestando dificultades para expresar las emociones. Estas pueden ser un llamado de atención para los adultos, y su repetición puede llevar a una nueva consulta al pediatra.

Dualidad

La lucha cuerpo-mente es una dualidad que parece haberse instalado como una cosa natural: dolencias como el asma, los eczemas sin causa aparente y hasta la psoriasis, ¿son de causa orgánica o psíquica? Sus determinantes, ¿están en los genes o en el entorno vincular?. En los años 70 el auge de las ciencias sociales y del psicoanálisis ayudó a que se diera primacía a las causas psíquicas y vinculares para todas las patologías, quizás porque las causas y los determinantes orgánicos no estaban tan estudiados como ahora. En la década del 90 hubo un gran desarrollo de las ciencias experimentales y de la biología. La industria farmacéutica produjo nuevas herramientas capaces de manejar las causas orgánicas de las enfermedades, y una de las consecuencias es que las causas psíquicas y sociales se vieron degradadas al simple rol de “factores influyentes”.