Se revisará la deuda con la caja previsional y se destrabará dinero para obras atrasadas.
PARA LA FOTO. RANDAZZO Y SCHIARETTI, AYER AL MEDIODIA, DURANTE EL ENCUENTRO EN LA CASA DE GOBIERNO.
Aunque aún no se puede hablar de reconciliación, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, convinieron en "dejar atrás el pasado" y avanzar en mejorar las deterioradas relaciones entre la Nación y esa provincia.
Al concluir la reunión de ayer al mediodía en la Casa Rosada, el gobernador y el ministro (en ese orden) hicieron declaraciones desde el Patio de las Palmeras de la Casa Rosada. Allí coincidieron en calificar como "bueno" el encuentro y en la inconveniencia de recordar los fuertes cruces que hubo entre el Gobierno nacional y el cordobés por el conflicto con el campo, al punto que los diputados del Partido Justicialista provincial votaron en contra de las retenciones móviles.
Aunque todavía hay mutua desconfianza, a Cristina Fernández le conviene alinear a Córdoba en su proyecto. Y a Schiaretti también le conviene recomponer los tantos con el Gobierno, ya que le quedan tres años y medio de gestión por delante y un complejo panorama político en la Provincia
Sobre el reclamo más espinoso que trajo Schiaretti, que es el giro de 1.500 millones de pesos que la Nación adeuda a la caja de previsión provincial, el titular de la ANSeS, Amado Boudou (participó del tramo final de la reunión) dijo que vamos a "trabajar en un nuevo convenio, y lo que quedó para atrás lo vamos a revisar en forma conjunta".
El nuevo convenio de cuatro años de duración empezará a correr a partir de este año y una comisión conjunta investigará que pasó en la caja provincial entre 2002 y el 2007. Si los números coinciden y, en especial, si la política hace su trabajo y Córdoba se alinea, es muy probable que haya ayuda para arreglar el desbarajuste de la caja de jubilación provincial. Por lo pronto, Schiaretti ya comenzó con el proceso de saneamiento aguantando el costo del rechazo al proyecto.
La buena voluntad del Gobierno nacional se puso de manifiesto ayer en la promesa que hizo Randazzo de refinanciar la deuda de 400 millones de pesos que Córdoba tiene con la Nación por el Pacto de Financiamiento Ordenado, un artilugio creado para disciplinar a las provincias y que ajustaran sus gastos.
El cordobés consiguió también destrabar el financiamiento de obras que estaban atrasadas. Por caso, el 9 de setiembre se anunciará la adjudicación del último tramo de la autopista Rosario-Córdoba. Además la Nación desembolsará 28 millones de pesos para continuar con repotenciación de la central eléctrica de Pilar.
Estos son datos que muestran que se inició un camino para mantener en el peor de los casos una "relación institucional", como venía reclamando Schiaretti.
Ante el desaire al que lo sometió la Presidenta, el gobernador cordobés envió una carta a Cristina Fernández pidiendo una audiencia y quejándose por la discriminación que sufría Córdoba ya que era una de las provincias que no habían sido recibidas por el nuevo Jefe de Gabinete Sergio Massa.
Las entidades empresarias cordobesas, varios intendentes y el radicalismo local lamentaron también la discriminación del gobierno nacional.
La Presidenta dispuso entonces que fuera Randazzo quien se encargara de descongelar la relación. En el encuentro de ayer, ambas partes se declararon satisfechas, pero tanto en la Casa Rosada como en el gobierno cordobés siguen los recelos y prefieren andar con prudencia. Ayer, Schiaretti llamó a Massa para agradecerle e invitó a Cristina a participar de un acto en Córdoba.
Por lo que trascendió, Randazzo y Schiaretti se comprometieron a "emitir señales de convivencia, sin chicanas". La señal que esperan en la Casa Rosada es que los diputados que responden al gobernador cordobés y también a José Manuel de la Sota apoyen la reestatización de Aerolíneas Argentinas, la próxima batalla que tiene por delante el oficialismo en el Congreso y que el kirchnerismo no puede darse el lujo de perder
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