jueves, agosto 28, 2008

El Gobierno buscó dar señales de que la economía está sólida

Lo hicieron el jefe de Gabinete, el ministro de Economía y el titular del Banco Central ante empresarios locales y de Estados Unidos. Intentaron contrarrestar la posturas negativas de analistas de Wall Street, el FMI y el Banco de España.

El clima en la reunión. Por Silvia Naishtat.

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"A nadie le pueden quedar dudas que la Argentina va a cumplir con todos sus compromisos", aseguró Massa.

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Tras los informes de varias consultoras y bancos que instalaron la posibilidad de una nueva cesación de pagos, el Gobierno salió ayer a contrarrestar las señales negativas y aseguró que la economía está sólida y muy lejos de un default.

La contraofensiva oficial a las advertencias sobre la situación económica del país que emitieron varios analistas de Wall Street, las calificadoras de riesgo, el FMI y hasta el Banco de España tuvo lugar en el seminario internacional que organizaron el Consejo de las Américas y la Cámara Argentina de Comercio (CAC). El cierre del evento estuvo a cargo de Thomas Shannon, el hombre de Bush para la región, quien resaltó la importancia de los tratados de libre comercio como "puentes entre las naciones" (ver página 5).

Ante un auditorio de casi 500 empresarios y profesionales, los encargados de despejar los temores de los inversores fueron el jefe de Gabinete, Sergio Massa; el ministro de Economía, Carlos Fernández, y el titular del BCRA, Martín Redrado.

Tras destacar que "no existe ningún riesgo de default", las principales autoridades económicas de la administración kirchnerista ratificaron que seguirá adelante el actual "modelo de crecimiento ecónomico con equidad social" y que "se mantendrán los superávit fiscal y comercial para mantener la solidez de la política económica".

El jefe de Gabinete, Sergio Massa, sostuvo que "a nadie le pueden quedar dudas de que la Argentina va a cumplir con todos y cada uno de sus compromisos". Massa aseguró que el país tiene "muy buenos niveles de solvencia fiscal, del gasto público, de recaudación y de reservas que le permiten garantizar el cumplimiento de sus obligaciones". Agregó que "Argentina es un país amigable para aquellos que quieran venir a invertir y lo que pretendemos es que los empresarios sientan que tienen un gobierno que los va a defender y cuidar porque significan trabajo para los argentinos".

A su turno, el presidente el BCRA, Martín Redrado, defendió la política monetaria y sostuvo que "las dudas de los inversores y de los mercados no tienen fundamentos". Agregó que la turbulencia registrada en las últimas semanas "pudo ser controlada por una réplica rápida y quirúrgica del BCRA que permitió detener la demanda de pesos y fortalecer la cotización del dólar".

Al dirigirse a los tenedores de bonos, Redrado remarcó que "el ratio entre la deuda externa y el PBI está en términos manejables. Para mantener ese ratio en los niveles que requiere el mercado, sólo necesitamos un crecimiento anual de 1,3%, meta que el país viene superando con holgura".

Por su parte, el ministro de Economía, Carlos Fernández, aseguró que "se mantendrán los superávit gemelos como los principales pilares de la política económica".Fernández puntualizó que "actualmente el peso de la deuda se ubica sólo en el 53% del PBI frente al 140% que representaba a fines de 2003". No obstante las mejoras en los datos macroeconómicos, Fernández abrió el paraguas al advertir que "resulta necesario un mayor esfuerzo fiscal para seguir desligando los precios internos de los internacionales en la provisión de alimentos y productos críticos para la población".

Más allá de las señales tranquilizadoras que lanzaron a los mercados, los funcionarios no hicieron mención alguna a los serios cuestionamientos que pesan sobre los manejos estadísticos que viene haciendo el INDEC en el actual escenario de inflación creciente.

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