«Imaginación». Esa es la receta que proponen los sindicatos de la factoría que General Motors (GM) tiene en Figueruelas (Zaragoza), para buscar medidas que permitan hacer frente a la crisis sin destruir empleo. Por lo menos, sin que se produzca una pérdida «traumática» de puestos de trabajo. Así lo subrayaba ayer el presidente del comité de empresa de GM en Figueruelas, José Juan Arcéiz.
Esta semana arrancó con el anuncio de seis días de paro acordados entre la dirección y los sindicatos para reducir la producción. El motivo: la caída de las ventas que arrastra el mercado automovilístico.
Pero la empresa sigue barajando más medidas de ajuste. La última que ha trascendido es la eliminación del turno nocturno de fabricación del monovolumen Meriva. Todo dependerá de cómo se comporte el mercado en los dos próximos meses. De no remontar lo suficiente, la supresión de este turno de noche en la línea del Meriva se haría efectiva a primeros de noviembre.
José Juan Arcéiz explicó que, como no es algo que esté decidido, no se ha empezado a negociar con la dirección de la empresa la forma de llevar a cabo este ajuste. El presidente del comité de empresa afirma que, llegado el caso, habría varias fórmulas para afrontar este ajuste. La empresa podría plantear la eliminación de parte de los empleos o bien la recolocación de los trabajadores afectados en otras líneas de producción de la fábrica, en los turnos de mañana y tarde.
La supresión del turno de noche en la línea del Meriva podría afectar a unos 500 trabajadores. Aunque no haya despidos, pasar del turno de noche a los de día también tiene su efecto en la nómina: la desaparición de los pluses salariales por el trabajo nocturno. Vendría a suponer entre 300 y 350 euros brutos menos al mes en la nómina de los trabajadores afectados
No hay comentarios:
Publicar un comentario