«Con células madre adultas se han hecho 772 ensayos clínicos; las embrionarias no han demostrado utilidad alguna»
MÓNICA LÓPEZ BARAHONA DIRECTORA DEL BANCO UMBILICAL VIDACORD Oviedo, Pablo ÁLVAREZ
Mónica López Barahona, especialista en biología molecular, abrió ayer en Oviedo el ciclo de conferencias «Familia y vida», organizado por la Fundación Aramo. En su intervención, titulada «Las células madre: ¿ciencia o negocio?», la directora del Banco Umbilical Vidacord, y miembro de la Academia Pontificia para la Vida, abordó una de las cuestiones más candentes del panorama científico mundial. En el mismo ciclo, Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia, pronunciará hoy la conferencia «La ideología de género o la destrucción de la familia». Se desarrollará en el salón de actos del Colegio de Médicos a partir de las ocho de la tarde.
-¿Ciencia o negocio?
-En el campo de las células madre nada se hace por mero negocio. Hay tres tipos fundamentales de células madre: adultas, embrionarias y de sangre de cordón umbilical. Las adultas han demostrado que tienen una potencial utilidad en tratamientos, y así lo demuestran los 772 ensayos clínicos que se han llevado a cabo hasta el momento. Se decía que tenían potencialidad, pero no tanta; que no eran pluripotentes, sino multipotentes, y su aplicación parecía ser muy limitada. Esta idea cambió totalmente tras una investigación publicada en 1999 en la que se comprobó que eran capaces de generar neuronas.
-¿Y las células embrionarias?
-A fecha de hoy, no han demostrado tener utilidad clínica alguna. Lo que se está realizando con células madre embrionarias pertenece al ámbito de la investigación, no de la transferencia a la clínica.
-¿A qué atribuye esa escasa utilidad de las embrionarias?
-A que los experimentos en animales han puesto de manifiesto que provocan un tipo de tumor, teratoma, y esto desaconseja trasladar estas terapias a humanos. Por eso es importante que no se den falsas esperanzas sobre la terapia regenerativa con células madre embrionarias a quienes padecen enfermedades muy graves y muy dolorosas. Hoy por hoy, no hay ensayo clínico alguno con ellas.
-Pero es de suponer que ese problema logre resolverse.
-Es una posibilidad, pero la realidad a fecha de hoy es que hay ríos de literatura en los que sistemáticamente se verifica que se generan teratomas.
-¿Y la sangre de cordón?
-La eficacia terapéutica está probada. La sangre de cordón es un material biológico precioso que nunca se debe tirar: se debe donar o conservarlo para uso intrafamiliar. En ese material hay millones de células madre que pueden salvar la vida de una persona. Y esto lo atestiguan los 8.000 trasplantes que ya se han realizado en el mundo desde 1988.
-¿Qué tipo de enfermedades se ha conseguido curar hasta el momento con estas células?
-Enfermedades de la sangre, tumorales y no tumorales: anemia, beta talasemia, algunos tipos de leucemia y algunos tipos de linfoma. Pero también hay más de 1.000 publicaciones científicas que indican que las células madre de cordón pueden diferenciarse a otros tipos celulares.
-¿Por ejemplo?
-Han podido diferenciarse a células de músculo liso y han podido reparar una válvula cardiaca en ratones. También han podido diferenciarse a tejido adiposo, a precursores celulares de hueso y de nervio... La puerta que se abre con la transdiferenciación de las células madre de cordón y las adultas es verdaderamente esperanzadora.
-¿Límites éticos?
-El mayor problema ético lo aportan las células madre embrionarias, porque para obtenerlas es necesario destruir el embrión. Ahí nace el conflicto ético: en la licitud de eliminar o no una vida humana en sus primeras fases de desarrollo. En los otros dos escenarios no subyace ningún problema ético.
-Pero este argumento ético puede parecer poco poderoso a una familia que aspira a ver curado a un hijo.
-Lo que ocurre es que, en el momento actual, no hay una alternativa terapéutica que ofrecer con células madre embrionarias. Ese hipotético conflicto llevaría a plantearse cuál es la vida con mayor valor: la de la persona que ha nacido enferma o la del embrión.
-¿Cuál es la expectativa real que abre la regeneración de órganos y tejidos?
-Nos ha tocado vivir un momento histórico en el ámbito de la medicina. En el campo de la medicina regenerativa, pronto se podrá hablar de un antes y un después. En el caso de las células de sangre de cordón, las investigaciones sobre su manipulación en el laboratorio apuntan, entre otras posibilidades, a utilizarlas como una farmacia: podrían modificarse de tal manera que, además de recuperar el sistema inmunológico, actuaran como farmacia dentro del propio organismo, es decir, que generaran un anticuerpo útil para determinada enfermedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario