La niña de 11 años que ingresó embarazada en el Hospital Comarcal del Bierzo, en la localidad leonesa de Ponferrada, de donde ya ha sido dada de alta, mantuvo relaciones sexuales «consentidas» con un menor, familiar de segundo grado. Así lo señalaron fuentes de la investigación, que aseguran que se trataría de un caso de violación, ya que la joven tiene menos de 13 años.
La pequeña ha asegurado que mantuvo relaciones sexuales con un familiar de segundo grado y que fueron «consentidas». Las autoridades judiciales investigan ahora la edad del familiar, también menor, porque, a partir de catorce años, se le pueden imputar delitos penales.
La corta edad de la niña puede acarrear problemas de salud «físicos y psicológicos», tanto para el bebé que va a nacer como para la madre, que podría sufrir problemas con su tensión arterial, anemia o complicaciones durante el parto debido a que su pelvis no está desarrollada por completo, según el doctor Bernat Serra, jefe del Servicio del Departamento de Obstetricia, Ginecología y Reproducción del Instituto Universitario Dexeus de Barcelona.
El experto explicó que en una niña de 11 años de edad que «no ha finalizado aún su desarrollo físico completo», un embarazo «trastorna» su crecimiento y puede hacer que la gestación «no trascurra con normalidad» para el bebé. «Pienso que este embarazo puede trastornar de una forma importantísima la salud no sólo física sino también mental de esta paciente», indicó. A su juicio, aunque no existen estudios sobre madres tan jóvenes, la niña podría sufrir problemas con su presión arterial, anemia o dificultades para expulsar el feto que harían imprescindible la cesárea, mientras que para el bebé aumenta el riesgo de muerte dentro del útero o poco después de nacer, según puede concluirse de los informes realizados sobre embarazo adolescente en países en desarrollo.
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