sábado, octubre 27, 2007

Casi la mitad de varones cree que su pareja lo dejará si sufre impotencia

Un 48% de los hombres cree que sufrir problemas de disfunción eréctil puede acarrear la separación de la pareja. Así lo afirma el informe de la Asociación Española para la Salud Sexual (AESS) El sexo en la madurez.
Un 78,5% de los españoles mayores de 50 años afirma que acudiría a un especialista en caso de sufrir disfunción eréctil, pero solo la mitad de los que la padecen lo hace, según este estudio.

El informe 'El sexo en la madurez', realizado a partir de 1.712 entrevistas a varones de más de 50 años, concluye que tres de cada cuatro encuestados consideran que sus relaciones sexuales son importantes en su vida y satisfactorias.
Casi un 30% de los que aseguran que sus relaciones son muy satisfactorias o bastante satisfactorias tienen pareja, mientras un 24% de los que aseguran que son "nada satisfactorias" no tienen pareja.

Según los autores del estudio, a medida que se incrementa el nivel salarial aumenta también el porcentaje de quienes aseguran estar satisfechos con sus relaciones sexuales.

Satisfacción con las parejas

Respecto al grado de satisfacción de sus parejas, un 31% de los varones que no padece problemas de disfunción eréctil aseguran que están "muy satisfechas", un porcentaje que desciende al 12% cuando existe este problema.

Más de la mitad de los encuestados asumen la disfunción eréctil como una consecuencia del envejecimiento y un 46,8% cree que sus parejas asumen como "normales" los problemas sexuales a partir de los 50 años.

Un 37% relaciona la impotencia con un transtorno psicológico y el 35% con una afección fisiológica.

En este sentido, el presidente de la AESS, Ignacio Moncada, asegura que la edad es un factor influyente en la aparición de la disfunción eréctil, pero "no es algo exclusivo del paso del tiempo" y subraya que puede surgir a cualquier edad y requiere tratamiento profesional.

A la hora de valorar los tratamientos, la ausencia de efectos secundarios es el requisito más importante, seguido por el hecho de que ofrezca una erección similar a la anterior del problema.

Sobre las consecuencias de la dolencia, un 55% de los encuestados aseguran que la disfunción eréctil puede reprimir la actividad social y siete de cada diez cree que puede reprimir la actividad sexual de quien lo padece, un porcentaje que se eleva a casi el 80% entre los que tienen pareja.

Asimismo un 60% cree que puede acarrear transtornos psicológicos, sobre todo entre los 50 y los 60 años.

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