Antonio Moralejo, comisario de la exposición, a la izquierda, con Fernando Alonso al lado del monoplaza de McLaren, seguido de los presidentes de Mutua Madrileña y Cajastur, José María Ramírez y Manuel Menéndez, respectivamente, durante la visita privada que hizo el piloto a la muestra, antes de la apertura oficial.
«d+E2+p+c=éxito». Ésa es la fórmula del éxito de Fernando Alonso. En un panel, nada más entrar a la exposición sobre el piloto ovetense inaugurada ayer en la plaza de la Catedral, se expone esa fórmula. ¿Qué quiere decir? «Diversión, emoción y esfuerzo, pasión y constancia». Ésas fueron las etapas que ha pasado Fernando Alonso hasta llegar a la cima del automovilismo mundial. Al éxito.
Bajo estas premisas se hace un recorrido a la trayectoria del piloto ovetense desde sus inicios, con 3 años, en los karts hasta esta misma temporada que acaba de finalizar como piloto de McLaren, uno de cuyos monoplazas aparece en la exposición.
El propio Fernando Alonso visitó ayer a primera hora de la tarde, justo antes de que se abriera oficialmente al público, la exposición instalada en una doble carpa en la plaza de la Catedral, en Oviedo. Antes, al mediodía, se había inaugurado para las autoridades, encabezadas por el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo; la presidenta de la Junta General del Principado, María Jesús Álvarez; el arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro; el presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, y el presidente de Mutua Madrileña, José María Ramírez Pomatta.
El recorrido de la exposición se inicia con la primera de las claves de la fórmula del éxito: la diversión. Esa primera etapa corresponde al Fernando Alonso niño. Es la primera zona de la carpa y comprende desde el nacimiento del piloto ovetense hasta los 7 años. En esta parte de la muestra se puede ver el primer kart infantil con el que aprendió a conducir, así como su primer mono, su primer casco o sus primeros guantes. En una vitrina al lado se exhiben sus primeros trofeos (Blimea, 1985; Bembibre, Villablino, 1987, y Gijón, 1985, 86 y 87). También hay pantallas táctiles, como en otras partes de la muestra, en las que se pueden visionar vídeos de sus carreras.
De la diversión, a la emoción, que es la siguiente fase de la fórmula. Esa zona comprende desde los 7 a los 17 años. El Kart Cadete con el que compitió de 1989 a 1991 y el Inter-A con el que compitió durante 1997 y 1998, así como los pertinentes monos, cascos y guantes, son los objetos más llamativos. Después de la emoción, la otra «e», la del esfuerzo. Es la tercera fase de la exposición, en la que se repasa la trayectoria de los 18 y 19 años, una fase muy importante porque supone el salto de los karts a los monoplazas. La espectacularidad del Fórmula Coloni CN1 Nissan de 1999, la equipación con la que competía y los trofeos ganados harán las delicias de los asistentes.
Con ello se completa la visita a la primera parte de una muestra dividida en dos carpas unidas por un pasillo. En la otra zona, tras superar el túnel que une ambas carpas, se entra en la zona de la «pasión». Es la pasión por el triunfo, en la que se recogen los logros obtenidos por Fernando Alonso desde los 20 a los 25 años. Aquí se entra ya de lleno en el mundo de la Fórmula 1. Los asistentes podrán ver el Renault y la equipación con la que Fernando Alonso se proclamó campeón del mundo por primera vez en 2005. En las vitrinas de esta zona están expuestos algunos de los múltiples trofeos ganados en los circuitos de todo el mundo, incluida la copa de campeón del mundo y el trofeo ganado en el Gran Premio de España disputado en Montmeló. Igualmente, y como en las zonas anteriores, hay pantallas y paneles retroiluminados con imágenes de su paso por Minardi -la primera escudería en la que estuvo en Fórmula 1- y por Renault.
El último ingrediente de la fórmula del éxito de Fernando Alonso es la constancia, una constancia que «hará leyenda», según se refleja en la exposición. En esta zona se muestra una réplica del monoplaza de McLaren con el que ha competido esta temporada que finalizó el pasado domingo.
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