Ante un mercado excesivamente sensible a cualquier señal macroeconómica cabe la volatilidad que se está viviendo en el Forex. Una volatilidad que se refleja en los vaivenes de los principales cruces y que no encuentra base ni en los datos macro que se publican a ambos lados del Atlántico. Una volatilidad que pasa por encima de un mejor dato de confianza del consumidor en EEUU y deja al dólar en rojo frente al euro.
Un día al alza y al día siguiente una oportunidad de ganar terreno. Así evolucionan los principales cruces en el mercado de divisas.
Ayer, la aversión al riesgo y las bajadas en la renta variable pesaban en el euro y le dejaban en rojo frente al billete verde. Hoy, la historia da un giro de 180 grados y es la divisa comunitaria la que se aprecia frente al dólar. ¿El motivo? La desconfianza imperante en el mercado que empuja a los inversores a llevar a cabo ventas a corto ante la incesante batería de noticias y datos contradictorios.
Y es que un día parece que el final de la crisis está a la vuelta de la esquina y al día siguiente parece que faltan bastantes jornadas antes de llegar a una cierta estabilidad. Así, ante esta falta de equilibrio, los operadores prefieren jugar con sus inversiones para sacarlas el máximo jugo.
Los datos
El dólar perdía fuelle en su cruce con el euro a pesar del buen dato de confianza del consumidor del mes de abril en EEUU. El instituto de investigación económica Conference Board ha publicado su índice mensual sobre confianza del consumidor que, en el mes de abril, ha subido a 39,2 puntos, la cifra más alta desde noviembre de 2005, desde el dato revisado al alza de 26,9 en marzo y frente a las previsiones de una lectura de 29,8 puntos elaborada por el consenso del mercado.
Este dato pasaba, sin embargo, de puntillas por el mercado Forex. Los inversores parecían más preocupados por los problemas de liquidez que puedan atravesar los dos mayores bancos de EEUU, antes de la quiebra de Lehman Brothers, que suponen los reguladores estadounidenses. Las autoridades de este país creen que estas dos entidades necesitan ampliar capital por varios miles de millones de dólares para hacer frente a la crisis.
Tras esta noticia, poca era la confianza que se pudiera tener sobre el sector financiero estadounidense y sobre la primera economía del mundo, en general. Así, de refugiarse en el dólar los operadores se inclinaron por darle una oportunidad a otras monedas, como el euro.
Cuando quedaba apenas media hora para el cierre de los mercados del Viejo Continente, el euro se apreciaba poco más de un 0,4% frente al billete verde y se cambiaba en 1,3077 dólares. El Banco Central Europeo (BCE) fijaba el cambio oficial en 1,2992 dólares.
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