¿Cómo es posible que la ciencia haya adquirido fama de aburrida, pesada, difícil y sólo apta para empollones?
Imaginación, creatividad y libertad son características que el estudiante asocia al arte. En cambio, a la ciencia se la relaciona con rigor, formalidad, disciplina. Nada más lejos de la realidad. La investigación tiene muchas de las cualidades que normalmente atribuimos a las artes y es una de las actividades más apasionantes y gratificantes que existen. La emoción de explorar áreas en las que ninguna mente humana se ha adentrado antes, la satisfacción de ser el primero en comprender lo que no se había entendido todavía, el placer de descubrir algo nuevo son, con seguridad, sensaciones de las más satisfactorias que pueden alcanzarse.
Es el júbilo que acompaña al mítico "Eureka: ¡lo encontré!". Entonces, si la ciencia es tan divertida, ¿por qué no despierta entusiasmos entre nuestros jóvenes? ¿Cómo es posible que haya adquirido la fama de aburrida, pesada, difícil y sólo apta para empollones? Probablemente porque no hemos sabido presentarla a nuestros jóvenes como lo que es: un sorprendente viaje de aventura hacia lo desconocido. Frecuentemente presentamos la ciencia como un conjunto de conceptos que más se parecen a dogmas revelados que a interpretaciones de la realidad elaboradas a través de un proceso de prueba y error. ...
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