El programa ”La mejor compra”, de Unicef, presenta opciones para una alimentación nutritiva y barata.Desde su creación, el trabajo del Fondo Mundial de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) contempla varios aspectos que afectan al bienestar de los niños y las niñas, y sus madres.
La alimentación y nutrición son prioridades de varios programas que se realizan en 156 países. Uno de ellos es el programa “La mejor compra”, que se realiza desde 2002.
Ana Delgado Cedeño, oficial subregional para la infancia de Unicef, indicó que los estudios se iniciaron luego de la crisis económica causada por el feriado bancario.
“Notamos que una de las principales preocupaciones de las amas de casa era que su poder adquisitivo iba disminuyendo, lo que las motivaba a poner límites en la alimentación del hogar”, explicó Delgado.
Según estudios del organismo, el poder adquisitivo en Ecuador está por debajo del promedio de gasto por hogar. En 2006, el ingreso en los hogares más pobres era de US$ 91,5 mensuales cuando el gasto era de US$ 144,44.
Olivier Degreef, responsable de Movilización para la acción humanitaria de Unicef, señaló que los informes sobre la situación de la niñez representa un llamamiento para que gobiernos de naciones desarrolladas colaboren con los países con situaciones alimentarias difíciles.
“Más que de emergencias yo hablaría de crisis humanitarias para los niños y niñas. Las investigaciones son básicamente para que los países en crisis no sean olvidados, a la vez que se recauda dinero para poder hacer lo esencial para esos niños”, comentó Degreef.
Por ello el objetivo principal es la orientación sobre qué alimentos consumir y preparar, que tengan un alto valor nutritivo y bajo costo.
La campaña, al momento, se desarrolla en 8 ciudades, para lo cual se cuenta con el respaldo de los municipios, ministerios de Salud y Educación, Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe, entre otras entidades públicas y privadas.
El programa “La mejor compra”, de Unicef, se ejecuta en las ciudades de Manta, Cuenca, Quito y Riobamba desde 2004. En 2005, se extendió a Saquisilí, Esmeraldas y Guamote, y en Guayaquil desde 2008.
Delgado afirmó que los índices de la malnutrición y desnutrición afectan principalmente a la población pobre. “Los productos ricos en hierro como las carnes rojas están cada vez menos accesibles y por ello será difícil que los índices de anemia bajen”, aseveró.
Gilda Veloz, parvularia de la Unidad de Estudios Alfa y Omega, acotó que el hecho de que un niño sufra de anemia es alarmante “porque un estudiante con anemia normalmente no piensa bien y está la mayor parte del tiempo distraído”.
Actualmente, el Ministerio de Salud se encuentra realizando estudios para monitorear las condiciones alimentarias de la población. La Dirección de Salud del Guayas, a partir de una muestra elaborada de enero de 2005 a enero de 2006, determinó que la desnutrición afectaba a 14.240, de más de 115 mil atendidos en los dispensarios de la provincia.
Para la difusión de la campaña, Unicef facilita la información a través de una alianza que mantiene con Ecuavisa (programa Niño Esperanza) y la página web www.lamejorcompraunicef.org.
En el sitio se podrá encontrar 144 recetas, elaboradas a partir del monitoreo de los precios de los víveres, cuya variedad está basada en los hábitos de alimentación de las distintas regiones del país.
También se monitorea mensualmente el costo de los artículos de primera necesidad para la publicación periódica de una lista.
Para ello se realizó una encuesta en donde se determinaron las recetas de mayor consumo y a partir de ello se visitaron los centros de atención infantil donde el personal de Unicef se encargó de investigar la elaboración de los alimentos.
Sin embargo, en el programa no se incluye a la región amazónica e insular. “En el Oriente, la forma de alimentación cambia drásticamente de una población a otra y por ello resulta difícil establecer costos, pero habrá que incluir a la región de alguna manera”, explicó Delgado.
En cambio, en Galápagos no se tienen informes desfavorables en cuanto a nutrición.
Otras de las acciones de difusión, que se prevé ampliar a futuro, es la realización de ferias nutricionales en las ciudades participantes donde las personas, además de recibir asesoría de nutricionistas, podrán degustar sobre las recetas promocionadas por Unicef.
En cuanto a la ingesta de lácteos, el preescolar necesita de 2 a 3 porciones, puede ser de yogurt, queso o leche, que ayudan a cubrir las recomendaciones de calcio.
Unicef ha invertido un monto superior a US$ 400 mil desde 2002 y desde este año el programa, ejecutado como parte del proyecto “Niño Esperanza”, cuenta con el apoyo de Pro Unicef, de España.
Entre 2008 y 2009, Delgado estima que se beneficiará a 199 mil niños, menores de 5 años, a través de los centros de la Operación de Rescate Infantil (ORI) y Pan 2000, del Ministerio de Salud.
“Creo que hay muchos casos de niños que no conocemos, pero que gracias a las contribuciones se podrá ampliar la cobertura. El año pasado se recibió el 60% del dinero requerido para el conjunto de las regiones en crisis. Algunos países no han recibido casi nada. Esto significa que cuando no hay dinero no se puede actuar”, admitió Degreef.
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