domingo, octubre 26, 2008

Ejecutivos de Wall Street usan técnicas de relajación para mantener calma durante crisis económica

El miembro de la junta de supervisión de Goldman Sachs William George es conocido por predicar el mantra de la rentabilidad. En su tiempo libre, recita un tipo distinto de mantra sentado en su avión.

"El mejor momento para meditar es en un avión", dice George, de 66 años, a quien le gusta cerrar los ojos y respirar profundamente tan pronto como encienden los motores. "Tengo que viajar a Europa mucho. Si aterrizo a las 8 de la mañana, la meditación me da la oportunidad de descansar profundamente y volver a concentrarme antes de mi reunión de las 10'".

Como George, Bob Shapiro, ex responsable ejecutivo de Monsanto Co., también medita regularmente. Comparten su tranquilidad con otros practicantes de la meditación como el campeón de golf Tiger Woods, que también ha hablado sobre ella en ruedas de prensa y el presidente de Ford Motor Co., William Ford, según su portavoz Oscar Suris.

Un creciente número de ejecutivos estadounidenses practican la meditación y han recurrido a prácticas menos convencionales para tranquilizar los nervios en un momento en que el índice industrial Dow Jones tuvo su mayor caída desde la Gran Depresión y las instituciones financieras están declarándose en quiebra tras el colapso del mercado de hipotecas subprime o de alto riesgo de Estados Unidos.

"Si no se practica la meditación se sufre innecesariamente, subjetivamente, y objetivamente se toman malas decisiones; eso resume la historia", dice el profesor Shinzen, quien usa un solo nombre. "En la vida el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional".

Shinzen, de 64 años, ha sido instructor de meditación desde hace 34 años. Ha enseñado la meditación de la conciencia en Green Mountain Coffee Roasters Inc. y a su fundador, Robert Stiller. La empresa con sede en Waterbury, estado de Vermont, cuenta con una sala de meditación en la que Shinzen da clases regularmente.

Pausa mental


George, de Goldman, quien empezó a meditar en 1974 y lo ha hecho dos veces al día desde entonces, lleva su práctica al trabajo. Durante el tiempo que fue responsable ejecutivo de Medtronic Inc. alentó a los empleados a que la probaran. Una de las salas de conferencias de la empresa fue dedicada a sentarse, lo que da a los empleados la oportunidad de tomar un descanso mental en sus ocupados días.

"La meditación ha sido integral en mi carrera", dice George, que también forma parte de las juntas de supervisión de Exxon Mobil Corp. y Novartis AG y es profesor de prácticas gerenciales en Harvard Business School. "La meditación te permite centrarte en lo que es realmente importante; y no tengo hipertensión desde los años setenta".

Shapiro, de 70 años, responsable ejecutivo de Monsanto hasta la compra de la empresa por Pharmacia & Upjohn Inc. en marzo de 2000, empezó a meditar a mediados de los años noventa tras hablar con un viejo amigo de Harvard que meditaba. Poco después, Shapiro envió un mensaje de correo electrónico invitando a los empleados a un retiro de meditación en silencio de dos días.

Después, Shapiro dedicó salas en Monsanto para que los empleados se tomaran un momento para sentarse y dedicarse a la contemplación.

La meditación entre los empresarios estadounidenses debe ser más que la expresión de la buena voluntad o el interés personal de un ejecutivo. Las compañías pierden unos US$300.000 millones al año por la disminución de la productividad, ausentismo, atención médica y costos relacionados con el estrés, según un estudio de American Institute of Stress.

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