lunes, octubre 27, 2008

Aprueban aparato magnético para tratar la depresión

Un dispositivo que transmite pulsos a través del cráneo podría convertirse en la nueva alternativa para pacientes que no responden a los fármacos antidepresivos.


El paciente llega a la consulta de su psiquiatra, se sienta en un sillón reclinable semejante a una silla de dentista y el médico acerca a su cabeza un aparato del tamaño de un libro. Durante 40 minutos sus neuronas recibirán un torrente de pulsos magnéticos que activarán las estructuras más profundas del cerebro, donde se encuentra el sistema límbico. Ésta es la zona donde se encuentran las conexiones asociadas al estado de ánimo.

Así funciona a grandes rasgos la terapia NeuroStar de estimulación magnética transcraneal (TMS, por sus siglas en inglés), creada por la empresa Neuronetics. Esta técnica no invasiva acaba de ser aprobada por la FDA, en Estados Unidos, para tratar a adultos con depresión mayor que no han logrado beneficios con los fármacos.

"Esta es una aprobación para emplear la TMS como un tratamiento agudo para pacientes que están en una crisis depresiva y no responden a los fármacos, es decir, no se contempla como una terapia sistemática o de largo plazo", explicó a 'El Mercurio' Peter Anastasiou, vicepresidente de marketing de Neuronetics.

Un ciclo de tratamiento dura entre 4 y 6 semanas y consiste en cinco sesiones semanales de 40 minutos. El tratamiento debe ser indicado por un psiquiatra y se aplica de forma ambulatoria en la consulta. El paciente no necesita ser anestesiado y está despierto durante la terapia.

Terapia ambulatoria

El dispositivo actúa estimulando de forma repetitiva las neuronas de una zona de la corteza cerebral que se encuentra menos activa durante una depresión (ver infografía). Al enviar pulsos electromagnéticos que pasan a través del cráneo las neuronas se activan y se comienza a normalizar la función de los neurotransmisores. Es decir, el efecto es semejante al que logran los fármacos a nivel cerebral.

Anastasiou explica que la TMS podría utilizarse antes de que sea necesario recurrir a la terapia electroconvulsivante convencional (electroshock).

Steve Newman (60 años), a quien se le diagnosticó una depresión cuando era adolescente, estaba empezando a considerar el electroshock para tratar su
depresión, cansado de que ningún fármaco le hiciera efecto. "Un día fue como si el interruptor de la luz se hubiera apagado", dijo a la agencia AP al describir cómo se inició su estado depresivo. Newman señala que tras dos semanas con TMS comenzó a sentirse muchísimo mejor, lo que coincidió con una mejoría sustancial registrada por los médicos al evaluar su depresión. "Sentí que despertaba, que estaba ahí", dijo Newman sobre el momento en que la terapia comenzó a surtir efecto.

Neuronetics realizó dos estudios clínicos con su dispositivo. Uno con un grupo de control y otro donde todos los pacientes sabían que estaban recibiendo la estimulación magnética. "En este grupo -que semeja más lo que ocurre en la práctica clínica real- el 55% de los pacientes mostró una mejoría significativa al cabo de seis semanas", dice Anastasious. Este estudio, sin embargo, se realizó con sólo 43 pacientes, por lo que el ejecutivo señala que "no sabemos si va a ocurrir lo mismo en la vida real, pero creemos que esa es una buena estimación".

El nivel de respuesta es más bajo que el electroshock, que logra hasta 80 a 90% de efectividad cuando se usa como tratamiento inicial de la depresión severa. Por eso, afirma el psiquiatra Pedro Retamal, profesor de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, "los estudios, en general, demuestran que el electroshock sigue siendo superior a cualquier tratamiento en las llamadas depresiones resistentes".

Pero, a diferencia del electroshock, la TMS no provoca pérdida de memoria, tampoco ocurren convulsiones, es ambulatoria y no exige anestesia.

Alto costo

El doctor Phil Janicak, uno de los investigadores, agregó que "con la estimulación transcraneal los pacientes tampoco registraron efectos secundarios como aumento de peso o disfunciones sexuales", que se observan con algunos fármacos.

Su principal desventaja será el costo. Se estima que el ciclo completo costará como mínimo US$ 6.000 ($3,8 millones).

El doctor Retamal estima, sin embargo, que si bien "la TMS es cara, el electroshock requiere de anestesia general aplicada por un médico especialista, relajantes musculares y oxígeno. Y todo este aparataje secundario es posible que acerque los costos de ambas terapias".

Aplicaciones

La estimulación magnética transcraneal (TMS) es una técnica que existe desde 1985 y que desde hace algunos años se está probando como terapia para la migraña o dentro de la rehabilitación después de un accidente cerebrovascular.

Neuronetics es una de las empresas de dispositivos médicos que ha probado la técnica para tratar la depresión y se espera que tras la venia de la FDA, otras comiencen a pedir aprobación.

Entre los desafíos pendientes, especialistas indican que se necesitan más estudios para establecer la dosis óptima y determinar qué pacientes serán los más beneficiados.

CASOS

20% de los pacientes con depresión no responden a las terapias con fármacos y podrían beneficiarse con la TMS.

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