
El Gobierno aprobó este viernes, en el Consejo de Ministros semanal, su plan de apoyo a los bancos, que estipula la creación de un fondo de 30.000 millones de euros para reabrir la prestación de créditos, restringida por la crisis, y que empezará a funcionar dentro de unas semanas.
"Las primeras operaciones tendrán lugar en el último trimestre", previsiblemente en noviembre, según el secretario de Estado de Economía, David Vegara. Este fondo, financiado con la emisión de bonos del Tesoro Público y que podrá tener hasta un máximo de 50.000 millones de euros, comprará, por medio de un sistema de subastas, "activos españoles de calidad" a los bancos que tienen dificultades para hacerse con liquidez en un mercado afectado por la crisis financiera.
La idea es que los bancos reinyecten después el dinero fresco que conseguirán en el paralizado circuito del crédito a las familias y a las empresas. "Es una forma de restablecer el normal funcionamiento de nuestro sistema financiero, una forma decidida de reactivar la economía y por consiguiente de impulsar la creación de empleo", dijo la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.
El Ejecutivo desbloqueará próximamente una primera partida de 10.000 millones de este fondo que será temporal, porque "estamos cubriendo un fallo del mercado, cuando las condiciones vuelvan a cierta normalidad, entonces dejará de ser últil y podremos plantearnos su supresión", en palabras del ministro de Economía, Pedro Solbes.
Los bancos españoles, contrariamente a algunas entidades de Gran Bretaña, Holanda, Francia o Islandia, no están por ahora en peligro. Pero se estan viendo afectados, como todo el sector en Europa, por la escasez de circulación de dinero entre ellos, debido a la falta de confianza en general.
Vegara avisa que "las restricciones en el acceso a la financiación merecen una atención especial". Una ventaja del fondo español para los bancos nacionales es que los títulos emitidos serán a más largo plazo (varios años) que las inyecciones del Banco Central Europeo (BCE) (máximo de 6 meses).
El secretario de Estado de Economía insistió en que el gobierno no prevee un plan de rescate del sistema bancario como ha ocurrido en Estados Unidos o Gran Bretaña. El fondo español va a acrecentar la deuda pública en unos 3 puntos hasta el 41,5% del Producto Interior Bruto (PIB).
Pero el Gobierno espera sacar beneficios. Los activos que quiere comprar, esencialmente créditos inmobiliarios sanos, serán transformados en títulos negociables, con una rentabilidad superior al coste de emisión de los bonos del Tesoro. "La rentabilidad de los activos debe cubrir como mínimo el coste y los gastos operativos por transacción", en palabras de Solbes, asegurándose la recuperación del dinero por parte del Estado.
Se mantienen varios puntos oscuros: no existe ningún mecanismo para asegurar que los bancos van a utilizar el fondo para relanzar el crédito a particulares y empresas, aunque Zapatero espera que los bancos sigan el juego, en un "acto de confianza". El gobierno comprará activos de calidad, que hayan recibido una nota máxima de "AAA" por las agencias de notación financieras.
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