domingo, octubre 12, 2008

Crece el estrés de los porteños por el derrumbe financiero mundial

Duda. Temor. Incertidumbre. Los especialistas dicen que se nota claramente entre los por qué de las consultas de sus pacientes. Que algunos, grandes empresarios argentinos, cuyos nombres prefirieron mantener en reserva por secreto profesional, se atienden por estrés y ansiedad desde hace más de un año. Porque "ya se la veían venir".

Por la crisis financiera mundial, el estrés crece entre los porteños, pese a que en Argentina no impacte como en Estados Unidos o Europa. Así lo afirma la Asociación de Medicina del Estrés (SAMES), la Asociación Argentina de Trastornos de la Ansiedad (AATA) y otros centros especializados del país. Todos coinciden: reciben más consultas de personas que se sienten amenazadas y exigidas en cómo afrontar los cambios económicos. Este fenómeno ya se registró en EE.UU. (Ver "Pelos...").

Según una investigación de la revista Investment Dealer´s Digest, en Wall Street se disparó el consumo de psicofármacos. Sobre todo de ritalin, vicodin, oxycontin y adderall, que ayudan a mejorar la concentración y ciertas emociones. En Argentina, en tanto, hubo un aumento del 50% en la última semana. Los más comunes: fluoxetina, que controla la ansiedad, alprazolam y bromazepam que regulan el sueño y lorazepam, un ansiolítico. Lo que llevaría a 75 millones de comprimidos por mes. "Las mujeres consumen un 65%", indica Marcelo Pereta, secretario general del Colegio Farmaceútico.

Para Graciela Peyrú, presidenta de la Fundación para la Salud Mental, se trata de pánico, una emoción ante el peligro, que en sí misma puede generar más. "No saber qué ocurrirá, hace que las reacciones automáticas de las personas, al anticipar un riesgo, sean ansiedad y estrés", asegura.

Enzo Cascardo, médico psiquiatra y presidente de AATA lo enfatiza: "cuanto más riesgo país, más incertidumbre. Cuanta más incertidumbre, más situación de pánico. Y así, más estrés". Y sigue: "los argentinos ya estamos acostumbrados a la crisis, por eso entendemos lo que vive Estados Unidos. Pero si vemos que el mercado del primer país se derrumba, qué nos espera a nosotros. Eso es lo que piensan los argentinos".

Ese sentimiento -explica Peryú-, se debe a la cercanía o a la distancia que cada persona tiene respecto de las grandes conmociones que sacuden la economía mundial. "Los concientes lo viven como una situación. Los catastróficos están al borde del abismo con insomnio y angustia", señala Cascardo.

Daniel López Rosetti, médico cardiólogo y presidente de SAMES, dice que el estrés vivido ahora todavía no se asemeja al de la crisis de 2001, cuando se registraron 40 mil muertes por infartos de miocardio provocadas por estrés. Pero sí se presenta un estrés psicosocial extendido y que ese miedo causa una conducta de 'manada'.

Lo importante, destaca, es no estar sobrecargados de informaciones, negativas. Ni trasmitir la sensación de inseguridad a los chicos, que sienten el estrés tanto o más que los mayores.

No hay comentarios: