* 'Mi operación no es un capricho, sino una necesidad', explica Eladio José Piqueras
Eladio José Piqueras se derrumbó el pasado 15 de septiembre cuando el especialista que le había estado realizando pruebas durante los últimos seis meses le anunció que tendría que inscribirse en una nueva lista de espera en el Hospital General Universitario de Alicante para optar a la cirugía bariátrica, la única que puede acabar con la superobesidad mórbida con la que está condenado a vivir.«Retrocedí seis años. Fue como si toda el tiempo que estuve esperando no hubiese servido para nada», explicó este martes Piqueras, quien a principios de 2002 acudió por primera vez al Hospital comarcal de Elda para solicitar ayuda a un problema que, a sus 44 años, se traduce en un peso de 190 kilos.
A pesar de que en diciembre de 2002 firmó el consentimiento médico y el preoperatorio para entrar en quirófano en un plazo máximo de quince días y someterse a un bypass gástrico, Eladio José Piqueras ha tenido que esperar todo este tiempo. Como consecuencia, sufre un agravamiento continuado que pone en «grave riesgo» su vida por las patologías que se asocian a este tipo de obesidad.
Ahora que se enfrenta, como mínimo, a un año más de espera, la Asociación Defensor del Paciente ha solicitado a la Fiscal Jefe de Valencia, Teresa Gisbert, que abra una investigación y depure las responsabilidades que pudiera haber en un caso que considera de «supuesta omisión de socorro». Paralelamente, la entidad le pide a la Fiscal que obligue a la Generalitat a cumplir con la ley, que prevé plazos específicos en las listas de espera quirúrgicas.
La presidenta de la asociación, Carmen Flores, subrayaba que esta acción pretende también llamar la atención sobre la situación que padecen los enfermos de obesidad mórbida, –unos 1.500 localizados en la Comunidad Valenciana–, cuyos casos «no están siquiera valorados en la ley de cohesión para las listas de espera, que les permitiría derivar su historial a las clínicas privadas», indicó.
Mientras tanto, Eladio José Piqueras tendrá que continuar medicándose para evitar que le revienten de nuevo las venas de las piernas o para corregir los ínfimos niveles de hierro en su organismo. Según subrayaba «mi operación no es un capricho, sino una necesidad», puesto que su sobrepeso es de origen genético y son muchas las dificultades que tiene que atravesar para adelgazar con dieta.
«La última vez estuve quince días tomando sólo sobres en el Hospital y adelgacé dos kilos», explicó resignado.
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