La autoestima se ha convertido en una crisis nacional en EU. Según un sondeo hecho por la marca cosmética Dove, siete de cada diez mujeres jóvenes sienten que de alguna manera no alcanzan sus propias expectativas. Las jóvenes con baja autoestima son tres veces más propensas a involucrarse en conductas peligrosas y destructivas que pueden dejar una huella duradera en sus vidas.
¿Y la seguridad?
La crisis de autoestima en las jóvenes hispanas es tan generalizada como en las anglosajonas, y en algunos aspectos, aún más. Las jóvenes hispanas son dos veces más propensas a recibir críticas de sus madres por su apariencia, y la probabilidad de comer desordenadamente (incluyendo rehusar los alimentos, dejar de comer, o comer en exceso y vomitar) cuando se sienten mal consigo mismas es un 10 por ciento mayor.
Estos nuevos hallazgos forman parte de Real Girls, Real Pressure: A National Report on the State of Self-Esteem, un informe nacional sobre el autoestima en el que participaron niñas y jóvenes de 8 a 17 años y comisionado por la "Fundación Dove para la Autoestima".
Conductas destructivas
Muchas jóvenes recurren a acciones destructivas cuando se sienten inseguras, algo que se ha vuelto común en los últimos tiempos. Algunas de las prácticas destructivas en que participan son:
- Comen de modo desordenado (desórdenes alimenticios), se cortan, intimidan, fuman o ingieren bebidas alcohólicas.
- Incurrir en el dolor físico calma a muchas jóvenes el dolor emocional por el que comúnmente se pasa por la adolescencia.
- Muchas adolescentes hispanas recurren a lastimarse a propósito o se cortan cuando se sienten mal.
- La principal sintomatología de las adolescentes hispanas se encuentra en comer desordenadamente, incluyendo rehusar ingerir alimentos, dejar de comer, o comer en exceso y vomitar.
"Las jóvenes hispanas tienen que lidiar con problemas biculturales que se suman a la complejidad de sus problemas de autoestima. Al buscar integrarse en la cultura del país a menudo confunden cuál dirección tomar, como resultado pueden aparecer conductas destructivas. La solución es que los padres ofrezcan la comprensión y el apoyo emocional que sus hijas tanto necesitan", explicó la doctora Ana Nogales, psicóloga clínica y autora, fundadora de Nogales Psychological Counseling Inc.
"Es a través de la comunicación y motivación continua que las jóvenes hispanas pueden llegar a sentirse confiadas y alcanzar todo su potencial", finalizó la especialista.
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