Los países mediterráneos han disfrutado de una dieta variada basada en los productos tradicionales de la agricultura y ganadería, correspondiente a una zona geográfica y ganadera de clima templado. Los productos de la huerta, las frutas, las legumbres, el aceite de oliva y el cerdo como fuente primordial de proteína de origen animal, son los pilares en los que se basa dicha dieta mediterránea.
El jamón ibérico de bellota es un producto único en el mundo dentro de la denominada dieta mediterránea. Sus especiales características organolépticas y sus propiedades nutricionales le confieren una calidad excepcional, que fundamentalmente viene dada por las particularidades del cerdo ibérico, su alimentación, así como su proceso de elaboración y curado, ligado a un ecosistema de enorme valor ecológico.
La preocupación por el envejecimiento ha promovido la realización de múltiples estudios científicos, por universidades españolas, que han conseguido demostrar que el consumo regular de jamón ibérico retrasa el envejecimiento.
Los beneficios del jamón ibérico de bellota contra el envejecimiento se pueden resumir en:
Mejorar el estrés oxidativo por su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y la presencia de sustancias específicas antioxidantes.
El estrés oxidativo es responsable en parte de los procesos que desencadenan enfermedades como el Parkinson y el Alzhéimer.
Disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares por su efecto sobre el perfil lipídico, al disminuir el colesterol total triglicéridos.
Previene la osteoporosis por su alto contenido en hierro y Calcio.
Mejora el funcionamiento del sistema nervioso por su alto contenido en vitamina grupo B, previniendo la aparición de demencias.
Aumenta la longevidad.
José Antonio Roldán.
Arcos de la Frontera
No hay comentarios:
Publicar un comentario