La activista social mexicana Elvira Arellano afirmó hoy que su acelerada deportación desde territorio estadounidense se debió al temor del gobierno de Washington, el cual la consideraba una amenaza y quería callarla.
Arellano, deportada este domingo a México, dijo a la prensa que las autoridades migratorias de Estados Unidos se sintieron amenazadas por su intensa labor a favor de la legalización de millones de indocumentados en aquel país.
La activista señaló que la población migrante es uno de los pilares de la economía de esa nación norteña, por lo cual se hace indispensable reconocer los derechos de los que residen actualmente allí de manera ilegal.
"Tengo espíritu fuerte para seguir luchando hasta que haya una ley justa y humana para todos", sostuvo Arellano, que llamó a participar en una gran marcha prevista para el 12 de septiembre venidero en Washington contra la política migratoria.
Adelantó que mientras su hijo Saúl, de ocho años y nacionalizado estadounidense, participará en la manifestación pro-migrante, ella hará lo mismo desde territorio mexicano para exigir que Estados Unidos respete la unidad familiar en los procesos de deportación.
Arellano consideró que su repatriación no fue en vano porque seguirá luchando hasta lograr que no haya más separaciones, "me queda la satisfacción de que no me detuvieron sentada ni con las manos cruzadas", acotó.
Elvira Arellano ingresó ilegalmente a Estados Unidos en 1997 y en agosto de 2006 se refugió en una iglesia metodista de ese país tras haber sido citada por una corte federal para recibir una orden de deportación en su contra.
Su detención y acelerada deportación este fin de semana suscitaron aquí fuertes protestas por considerar que las autoridades norteamericanas violaron la Convención de Viena, que establece el derecho de todo extranjero a recibir protección consular.
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