El gobierno emitió nuevas directrices a los médicos para combatir el asma con el propósito de que las personas afectadas respiren con menos problemas sin tener que dejar de hacer sus actividades normales.
Unas 22 millones de personas sufren de asma en Estados Unidos, y las directrices de los Institutos Nacionales de la Salud señalan que los aquejados del mal presten más atención a los síntomas diarios, en lugar de concentrarse en ataques graves.
En un folleto se subraya la importancia de ajustar la terapia hasta que el asma se encuentra bajo un buen control.
Las directrices reflejan un cambio en la atención a los asmáticos. Los especialistas señalan que un fuerte ataque de asma no es la única señal de problemas. Una persona que para evitar un ataque de asma abandona el ejercicio, o cree que es normal despertarse a la noche tosiendo, no tiene bajo control la afección pulmonar, señalan.
Aunque las directrices están dirigidas a los médicos, algunos consejos pueden ser usados por los pacientes.
Entre ellos figuran los siguientes:
_El asma puede cambiar en una persona a lo largo del tiempo. Por lo tanto, los médicos deben analizar con cuidado los altibajos de la enfermedad, y ajustar el tratamiento de acuerdo a las necesidades.
_Los médicos deben proporcionar a los pacientes un "plan de acción" por escrito, con instrucciones para el tratamiento diario y formas de reconocer cuando el asma empeora y necesitan más ayuda
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