jueves, agosto 30, 2007

Asaja pide a Greenpeace que deje de criminalizar al sector

La organización agraria Asaja-Huelva exigió ayer a Greenpeace que deje de criminalizar al sector agrario al que ahora, en su estudio "Incendiarios. El perfil de los que queman el bosque en España", culpa de la mayoría de los incendios con autor conocido que se producen en el territorio nacional.

Concretamente, en ese informe se atribuye más del 50% de los incendios ocurridos en España a los agricultores y ganaderos, sin embargo, desde Asaja se mantiene que la quema de rastrojos hace años que "dejó de ser una práctica habitual y por tanto no es, ni mucho menos, la principal causa de los incendios que se producen".

Para Asaja-Huelva estas acusaciones, según precisó en un comunicado, "no contribuyen a atajar el grave problema de los incendios forestales, sino sólo a criminalizar de forma gratuita al sector agrario". Además, la organización aconsejó a Greenpeace que matizase mejor los datos que incluye en su informe, ya que las estadísticas que de forma anual emite el propio Gobierno de España recogen que la superficie forestal quemada por prácticas agrícolas no adecuadas en el año 2005 (por poner un ejemplo) no alcanzó el 2 por ciento, dato por tanto muy alejado del 50 por ciento que "tan arbitraria e irresponsablemente" utiliza Greenpeace.

También el informe omite que por ser los agricultores y ganaderos los que residen durante todo el año en el ámbito rural son ellos los que habitualmente alertan cuando se declara un fuego y colaboran en las tareas de extinción con su propia maquinaria agrícola.

Tampoco recoge el informe que son los agricultores y ganaderos los más interesados en cuidar el medio natural, que es su hábitat durante todo el año, y por tanto los que verdaderamente lo conservan. Por estos motivos, las acusaciones de la organización ecologista resultan, para Asaja, "improcedentes y alejadas de la realidad, que es otra bien distinta".

Así, se recordó, que los incendios más importantes ocurridos en España en los últimos años han sido provocados por actuaciones imprudentes con barbacoas y hogueras (Guadalajara 2005), por pirómanos (Huelva 2004 y Galicia 2006), como venganzas en conflictos laborales de trabajadores forestales (Canarias 2007) e incluso, fruto de intereses especulativos y urbanísticos.

Con su actitud, Greenpeace en nada contribuye a atajar el grave problema de los incendios forestales y desde Asaja-Huelva se instó a la organización ecologista a que ceje en su empeño de criminalizar a los agricultores y ganaderos y dedique todos sus esfuerzos a trabajar, junto con las administraciones y el sector agrario, en poner en marcha verdaderas políticas de prevención.

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