La tigresa que escapó el martes en un zoológico de San Francisco y atacó a tres turistas, matando a uno de ellos, pudo haber sido provocada por una de las víctimas que puso su pierna sobre el borde protector del recinto del animal, informó este jueves la prensa local.
El diario The San Francisco Chronicle dijo que se encontró sangre y un zapato cerca de la cueva de los tigres y que las autoridades estaban estudiando la posibilidad de que una de las víctimas pudo haber puesto su pierna sobre el borde del foso protector, ayudando a la fuga del animal.
Responsables del zoológico y la policía están desconcertados por el incidente: aún no pueden explicarse cómo hizo la bestia para escaparse de su recinto, separado del área pública por una fosa perimetral de cerca de 5,5 metros de ancho y 6 de profundidad.
El diario cita fuentes anónimas cercanas a la investigación que dijeron que las evidencias encontradas en la escena del incidente "incluyen un zapato y sangre en un área entre la puerta y el borde del foso".
El cuerpo de Carlos Sousa Jr., de 17 años, fue encontrado cerca del aposento de los tigres con una mordida en el cuello y zarpazos en el pecho. Las otras dos víctimas fueron unos hermanos de 19 y 23 años que acompañaban a Sousa al zoológico, que estaban presentes cuando la tigresa Tatiana se escapó, indicaron los informes de este jueves.
"Las víctimas heridas escaparon, dejando huellas de sangre, por lo cual la policía cree que la tigresa recorrió unos 300 metros desde su lugar", citó la prensa. La tigresa de cuatro años atacó a uno de los hermanos antes de que la policía lograra distraer al animal para darle un disparo mortal.
"Alguien creó una situación que realmente la agitó y le dio una suerte de colaboración para salir", dijo el director del zoológico Manuel Mollinedo, según las citas del diario. "No es posible que el felino pueda salir de ahí por su propia cuenta. Yo supondría que esto fue con ayuda", dijo. "Colgarse un par de metros sobre el borde pudo haber bastado" para provocar al animal, agregó el director del zoológico.
Las versiones de prensa señalaron que se "encontraron piñas de pino y palitos en la fosa que pudieron ser lanzadas al animal. Este tipo de cosas no alcanzan esa cueva naturalmente". No obstante, el sargento de la policía Neville Gittens advirtió de que "no hay razones para pensar que las víctimas se burlaron de la tigresa".
Los dos jóvenes supervivientes se están recuperando en el hospital y su estado es serio pero estable.
Hace un año, Tatiana, una tigresa de 136 kilos, introdujo sus garras a través de los barrotes y arañó el brazo de una cuidadora que le daba de comer, a la vista de docenas de personas. Tras el incidente, la "casa de los leones" fue cerrada al público, y hacía tres meses de su reapertura.
Mientras tanto, los padres del joven muerto el martes de Navidad criticaron las medidas de seguridad del zoológico. "No hicieron lo suficiente para el público porque yo creo que el zoológico debería proteger ambos lados, el de la gente y el de los animales", dijo a la CNN el padre de Carlos Sousa, del mismo nombre, acompañado de su esposa Marilza Sousa, que lo único que atinó a decir es "la Navidad nunca volverá a ser lo mismo".
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