Pese a las ausencias de Kaká, Ronaldinho Gaúcho y Ze Roberto, Brasil revalidó su título de campeón continental en la Copa América de Venezuela-2007 en un torneo que transitó con altibajos pero que ganó luciéndose al golear (3-0) en la final a la favorita Argentina.
Los pentacampeones mundiales llegaron a la cuadragesimosegunda edición del torneo de selecciones más antiguo del mundo a defender el título que habían ganado tres años antes en Perú.
El certamen continental, realizado por primera vez en Venezuela, entre el 26 de junio y el 15 de julio, significaba además el estreno del entrenador Dunga en un torneo internacional, después de asumir el mando de la selección brasileña tras la eliminación en cuartos de final del Mundial de Alemania-2006.
En similar condición llegó la otra potencia de la región, Argentina, que tras quedar fuera del Mundial germano a manos de los locales en cuartos de final presentaba el debut oficial del director técnico Alfio Basile, en su segunda etapa al frente de los albicelestes.
Venezuela gastó más de 1.000 millones de dólares en la construcción y remodelación de estadios para dar forma a la Copa América más lujosa de la historia en materia de infraestructura y más descentralizada, ya que fue disputada en nueve ciudades, aunque la capital, Caracas, sólo recibió el partido por el tercer puesto, que terminó ganándole México a Uruguay por 3-1.
Mientras que para Brasil y Argentina la Copa América era el lugar ideal para borrar sus fracasos mundialistas, para las restantes selecciones sudamericanas tenía otro condimento.
La mayoría de ellas aprovecharon el certamen para prepararse para el inicio, en octubre, de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Sudáfrica-2010, mientras que México llegó con la sangre en el ojo tras perder días antes la final de la Copa de Oro de la Concacaf ante Estados Unidos.
Así, se echó a rodar el balón el 26 de junio y los grandes favoritos fueron sorteando dificultades hasta llegar a la final en el estadio José Encarnación 'Pachencho' Romero de Maracaibo el 15 de julio.
Claro que el camino no fue similar para albicelestes y auriverdes.
Los dirigidos por el 'Coco' Basile iban de goleada en goleada y parecían vender la piel del oso antes de cazarlo, ya que liderados por Juan Román Riquelme y Lionel Messi eran considerados por propios y extraños los grandes candidatos al título.
Por su lado, los brasileños -guiados por Robinho, que tomó el relevo que dejaron vacante Kaká, Ronaldinho y Ze Roberto- no las tuvieron todas consigo.
Debieron reponerse a una dura derrota en el debut ante México (2-0) y tras sortear como segundos su grupo de la ronda inicial y golear a Chile (6-0) en cuartos de final tuvieron la prueba de fuego en semifinales, donde dejaron por el camino a un duro Uruguay en definición por penaltis tras empatar 2-2.
Con esos antecedentes llegaron los grandes de la región a la final, pero la tarde del 15 de julio en Maracaibo no quedaron dudas: Brasil fue ampliamente superior a su rival en todos los aspectos del juego y ganó con una facilidad que causó sorpresa su octavo cetro continental.
Los goles de Julio Baptista a los cuatro minutos y de Roberto Ayala en contra a poco del final del primer tiempo sentenciaron el partido en sólo 45 minutos. En el complemento, un nuevo gol de Daniel Alves redondeó la goleada ante una selección albiceleste que deambuló por el campo sin oponer resistencia ni demostrar poder de reacción.
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