domingo, agosto 26, 2007

Oportunidades de empleo para discapacitados

Al igual que mucha gente con autismo, Harrison Mullinax, un joven de 18 años y apariencia seria, habla con una voz vacilante, y a veces tiene problemas para concentrarse. Pero, a diferencia de la mayoría de autistas, tiene un empleo de verdad.

Mullinax trabaja ocho horas al día en un nuevo centro de distribución de Walgreen, una de las principales cadenas de farmacias de Estados Unidos. Allí usa un escáner de códigos de barra para revisar las cajas de mercancía. De su sueldo, da dinero a su iglesia y a veces invita a su madre a cenar.

Un innovador programa en el centro de distribución ofrece trabajos a personas con discapacidades físicas y mentales, al tiempo que Walgreen se ahorra dinero a través de la automatización. El empleo "nos ha dado la esperanza de que Harrison pueda, algún día, vivir con asistencia mínima", dice Vikki, su madre.

Algunos empleadores como McDonald's y Wal-Mart Stores contratan personas con discapacidades para emplearlas como cajeros, personal de mantenimiento o anfitriones. En la cadena de mejoras del hogar Home Depot, este tipo de empleados abastecen los estantes, limpian y ayudan a los clientes a encontrar los productos. Home Depot trabaja con una organización sin ánimo de lucro llamada Ken's Kids, formada hace una década por un grupo de padres que buscaba oportunidades de empleo para sus hijos. Hasta el momento, ha contratado a más de 100 personas. Además, muchas pequeñas empresas se han impuesto la meta de contratar trabajadores relegados por otras compañías.

Emplear personas discapacitadas tiene sus recompensas monetarias. Walgreen calcula que si logra alcanzar su meta de emplear 200 personas con limitaciones recibirá cerca de $3.5 millones en beneficios por parte del gobierno estadounidense.

El centro de distribución de Walgreen inició operaciones en enero a un costo de $175 millones y es un 20% más eficiente que las antiguas instalaciones de la empresa. De sus 264 empleados, más del 40% tiene discapacidades y, en algunos días, son estos trabajadores los más productivos.

"Algo que descubrimos es que todos pueden hacer el trabajo", asegura Randy Lewis, subdirector de distribución y logística de Walgreen. "Lo que nos sorprendió es el ambiente que ha creado. Es un lugar en donde todos se ayudan entre sí".

Luego de aprender cómo hacer el trabajo, los empleados discapacitados reciben ayuda de un "entrenador". Aquellos que lo necesitan, aprenden habilidades sociales, desde comprender la importancia de usar desodorante a encontrar temas de conversación apropiados.

La idea del programa fue impulsada por Lewis, quien tiene un hijo autista de 19 años. Debido a que emplear a personas discapacitadas no afectaría los costos o la eficiencia del centro de distribución, Lewis no tuvo problemas para persuadir a sus superiores para que le dieran una oportunidad al proyecto.

Como parte del programa, Walgreen cambió la interfaz de sus computadoras para que los empleados no tuvieran que teclear, sino sólo tocar la pantalla para ejecutar funciones. Persuadió a sus proveedores para que incluyeran más información en los códigos de barras y así los empleados no tuvieran que ingresar tantos datos por sí mismos. Rediseñó las estaciones de trabajo para reducir los desplazamientos y agregó botones para solicitar ayuda. Los empleados son supervisados constantemente para asegurarse de que estén cumpliendo las metas de productividad.

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