jueves, agosto 02, 2007

Optimismo de Fed por vivienda parece fuera de lugar

NUEVA YORK (Reuters) - La Reserva Federal se mantiene fiel a su criterio de que la caída del sector vivienda está contenida, pese a que crece la evidencia de que sus efectos se extienden, llevando a algunos inversores a cuestionar la credibilidad del banco central estadounidense.


Las ondas generadas por los problemas de la vivienda han comenzado a cobrar su cuota en el gasto del consumidor y en la mayor disponibilidad del crédito, arrojando dudas sobre la reiterada seguridad de la Fed de que la economía saldrá relativamente ilesa del revés de la vivienda.


"Están detrás de la curva, éso es incuestionable," dijo Michael Strauss, jefe economista de CommonFund en Wilton, Connecticut.


"La Fed ha estado arguyendo durante varios meses que estamos en o cerca de tocar fondo con lo de la vivienda y han estado completamente equivocados. La debilidad de la vivienda se extiende a otras áreas," agregó.


A los ojos de Wall Street, el punto de vista del banco central parece cada vez más obsoleto.


"No hay ningún contagio que podamos ver," dijo al Congreso el presidente de la Fed, Ben Bernanke, hace dos semanas, al hablar sobre el posible efecto de la vivienda en el gasto del consumidor.


Poco después, el presidente de la Fed de San Luis, William Poole, fue un paso más allá al decir que "los problemas (de la vivienda) no impactarían más generalmente en el gasto del consumidor o la calidad del crédito."


No obstante, los últimos datos sobre el crecimiento económico de Estados Unidos mostraron que el gasto del consumidor disminuyó fuertemente en el segundo trimestre, avanzando un magro 1,3 por ciento a tasa anual, un resultado que los economistas achacan parcialmente a la caída del sector vivienda.


"Las perspectivas para el consumo son bastante miserables hacia el futuro," dijo Bernard Connolly, estratega global con Banque AIG en Londres.


Y peor aún, temores de condiciones crediticias más estrictas dominan los mercados financieros, donde los activos de riesgo como las acciones y los mercados de bonos emergentes reciben los golpes, en medio de nuevas señales de que las empresas encuentran problemas para recaudar capital.


Bear Stearns ha estado en el medio de los problemas de crédito. El banco dijo el martes que estaba evitando que los inversores retiraran dinero de uno de sus fondos de cobertura, poco después que otros dos fondos vinculados al banco de inversión experimentaran problemas.


Y sin embargo, Bernanke reiteró en mayo que no veía "un derrame serio y amplio a los bancos o instituciones de ahorro derivado de los problemas del mercado de hipotecas subprime."


Y cada vez más, las condiciones de endurecimiento del crédito causan olas globales que los analistas sospechan que forzarán a la Fed a recortar las tasas de interés antes de fin de año, pese a las persistentes preocupaciones en torno a la inflación.


En cierto sentido, el mercado de bonos ya ha comenzado a hacer del trabajo del banco central, recortando en más de la mitad de un punto porcentual el rendimiento de los bonos a corto plazo en menos de dos meses.


Pero Bernanke y su equipo enfrentan decisiones difíciles.


¿Deberían recortar las tasas para proteger a la economía estadounidense y arriesgarse a prolongar una burbuja del crédito que ha llevado a los precios de los activos en todo el mundo a niveles récord? ¿O dejan las cosas como están y se arriesgan a una desaceleración económica más abrupta?


"Estamos en una fase donde los ajustes que se requieren son tan dramáticos que podrían causar fuertes perjucios en los mercados financieros," dijo Connolly.

Mientras los funcionarios deciden qué hacer, probablemente los mercados seguirán implacables en su evaluación de que la Fed ha perdido la brújula.

"¿Alguien sabe el número de la Fed?', bromeó Andrew Brenner, un analista de mercado con MAN Financial. "Quizás ellos quieran saberlo."

No hay comentarios: