Así es , bella durmiente, Siete a Ocho horas del día es lo adecuado. En un estudio, las personas que durmieron seis o menos horas tendieron a subir cinco kilos en un periodo de seis años. Escatimar en el descanso disminuye los niveles de la hormona leptina (que ayuda a suprimir el apetito) y aumenta la producción de grelina (estimulante del apetito). Y dormir horas extra se traduce en menos tiempo de actividad.
Fuente: Dr Jean-Philippe Chaput, Universidad Laval de Québec, Canadá
Dividiendo y venciendo
Para poder usar jeans más pequeños, ingiere porciones más pequeñas: controlar el tamaño de las raciones que consumes en verdad te ayudará a comer menos, de acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Marketing research. Los participantes que recibieron un paquete con 6 chocolates los consumieron en un promedio de 2 días; quienes recibieron seis individuales tardaron cuatro días en terminarlos. El acto de abrir otra bolsa o paquete nos da tiempo para recapacitar en la cantidad de alimento que estamos comiendo. Divide tus antojos en porciones individuales; coloca raciones de helado en recipientes de plástico, corta el chocolate en cuadritos y guárdalos en bolsas, y vierte raciones indivuduales de jugo en botellas deportivas portátiles.
La grasa en el abdomen podría provocarte más hambre
Se creía que sólo el cerebro era capaz de producir la hormona llamada neuropéptida, la cual regula la estimulación del apetito. Ahora parece que la grasa puede hacer ese trabajo también, creando un círculo vicioso: comemos mucho, acumulamos más grasa y producimos más hormonas, afirma el doctor Kaiping Yang, de la Universidad de Western Ontario, en Canadá.
Al más puro estilo cavernícola
Nuestros ancestros de las cavernas permanecían en forma no sólo porque tenían que perseguir su cena, sino también porque no comían comidas industrializadas. Cuando un grupo de investigadores sometió a 14 voluntarios a una dieta paleolítica (rica en carne magra, vegetales, moras y nueces), estas bajaron en un promedio de dos kilos y medio en tres semanas. También redujeron en un 0.8% su índice de masa corporal y su presión sanguinea en tres puntos. ¿A qué se debe tal éxito? Evitar los alimentos procesados redujo su ingesta de calorías en un 36%, afirma el autor del estudio,Per Wandell. A esta dieta le falta el calcio, por lo que si decides probarlos añade productos lácteos bajos en grasa.
Si olvidas, corres el riesgo de volver a comer..
Pensar el no último que acabas de comer podría acabar con tu ansiedad de llevarte algo a la boca, de acuerdo con lo encontrado en un estudio de Physiology & Behavior. Los investigadores ofrecieron galletas a un grupo de mujeres y a la mitad de ellas les preguntaron qué habían desayunado, mientras que a las otras les preguntaron cómo habían llegado hasta el centro donde se realizaba el estudio. Quienes recordaron lo que habían comido ingirieron en promedio 33% menos. El recuerdo podría ayudar a disminuir el impulso de comer algo que te satisface en el momento. Llevar a diario de lo que comemos ayuda a que los antojos se queden sólo en nuestra cabeza.
Saludos
Women’s Healt
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